El chico de las flores || SemiShira

章1✿

Capitulo 1:

"✿Cliente frecuente✿"

Flores, flores y más flores, Shirabu vivía rodeado de flores, le gustaban mucho, sus aromas, sus colores, sus formas, e incluso lo que significaba cada una, todo de ellas le cautivaban. El trabaja en la florería de sus padres, quienes vendían flores por montón, eran las más bellas de la ciudad. Él era feliz y lo era aún más cuando iban a comprar de sus flores y salían con una sonrisa del lugar.

Shirabu se levantó la mañana del Sábado para abrir la tienda y comenzar a vender. Se preparó un té de Manzanilla y se colocó un delantal verde, para luego sentarse a esperar a que llegará algún cliente. El primero en cruzar la puerta haciendo sonar una pequeña campanilla fue un joven muchacho de cabello rubio ceniza de aspecto desordenado con las puntas más oscuras. Los ojos café claro de Shirabu se posaron en el chico e hizo una pequeña reverencia saludándole.

— Buenos días ¿Puedo ayudarlo en algo?— El recién llagado miró a quién le hablaba recorriéndole de pies a cabeza con disimulo.

— Claro, estoy buscando Orquídeas— La vista del cliente recorre las estanterías con flores buscando las ya dichas.

— Oh, si, por aquí están— Shirabu guía al chico hasta uno de los muebles mostrandole las Orquídeas.

El rubio observó las flores con una pequeña sonrisa, luego volteo a ver al chico haciendo contacto visual provocando una extraña sensación al más alto.

— Quiero una, por favor— Dice este y Shirabu asiente yendo por un banquillo para subirse y bajar una de las flores

— ¿Quiere llevarla así?— Le pregunta con la flor entre sus manos— ¿O es para un regalo?

— No, así esta bien— Sonríe ligero— La llevaré así.

— Esta bien— Le extiende la flor y vuelve al mostrador. El cliente le sigue y se queda viendo las manos de su vendedor, disimuladamente claro esta— Son 100 yenes

La vista del muchacho se dirigió a los labios de Shirabu y después a sus castaños ojos, para luego sacar dicho dinero de su billetera.

— Que tenga un buen día— Una pequeña reverencia hizo el de cabellos color miel mientras su cliente se dirigía a la puerta.

— Gracias— Dijo deteniéndose frente a la puerta.

— Vuelva pronto— Una pequeña sonrisa se formó en los labios del chico antes de salir de la florería, volviendo a dejar solo a Shirabu junto a sus amadas flores.

El chico se volvió cliente habitual de la florería comprando cada día una Orquídea. Pero él solo volvía para ver a Shirabu, aún que fueran unos pocos minutos. El chico de la florería había cautivado por completo al chico y no podía sacárselo de la cabeza.

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— Hey, Eita—Dijo Kawanishi moviendo a su amigo— Oye, contesta

— ¿Eh?—Dice saliendo de sus pensamientos alzando la vista para ver a su amigo—¿Qué sucede?

— Te he estado hablando por más de diez minutos y no reaccionabas ¿Estas bien?— Le mira alzando una ceja preocupado.

— Claro, estoy perfecto— Asiente suavemente mientras observa la Orquídea entre sus manos.

—¿Otra flor más?— Mira las manos del chico con dicho objeto— Has comprado cada día una igual y no se para que lo haces

— Si te lo dije— Le mira frunciendo el seño— Te dije que era para verlo a él.

— ¿Tu chico de las flores?— Sonríe divertido.

Una pequeña sonrisa surcó los labios de Eita mientras asentía observando la flor.

— Si, el mismo—

— ¿Ya sabes como se llama?— Pregunta con curiosidad.

— Pues no— Un suave suspiro abandona los labios del chico.

— ¡Qué?—Exclama haciendo dar un pequeño salto a su amigo.

— Ay, no es para tanto—Dice Semi mientras resopla su cabello.

— ¿Como que no es para tanto?— Alza su ceja viéndole interrogante— Has estado yendo por casi un mes a esa tienda y aún no sabes su nombre, eso es patético.

— ¡Hey! No es patético—

— Si lo es— Le pica la mejilla— ¿Cuando te dignaras a preguntarle?

— Uhm...No lo se—Desvía la mirada.

— Si no lo haces alguien se te puede adelantar~—Sonríe malicioso— Y no creo que quieras ver a tu chico de las flores con alguien más~

— No, claro que no— Le mira frunciendo el seño.

— Ah~ ¿Y como estas tan seguro, Eita?— Dice Kawanishi sonriendo divertido.

— Porque iré y preguntaré por su nombre— Contesta decidido con el puño en alto.

— ¡Así me gusta! ¡Ve por él Eita-chan!— Exclama emocionado dándole palmadas en la espalda a su amigo.

— Eso si, iré mañana— Ve la flor que había comprado— Hoy ya fui y sería algo muy obvio si voy.

— Esta bien— Le sonríe— Te deseo mucha suerte.

— Gracias— Le devuelve la sonrisa— Bien, yo ya debo irme, se esta haciendo algo tarde.

— Esta bien— Chocan las palmas— Mañana me cuentas como te fue ¿Si?

— Claro que si, vendré en cuanto salga de la florería—

— Perfecto, te estaré esperando—

Dicho aquello Semi se fue de la casa de su amigo con rumbo a la suya. De camino a su departamento pasó por fuera de la florería, deteniéndose unos minutos y mirando con disimulo por la ventana, viéndolo a él con un ramo de rosas blancas en sus manos. Observó atentamente a Shirabu, este tenía una pequeña sonrisa en su rostro mientras miraba las flores, para luego acomodarlas en un hermoso jarrón. Eita saco su teléfono y le tomo una foto al muchacho, estaba en el angulo perfecto para ello, el rostro del chico no se veía por completo, si no que capturó su perfil mostrando su pequeña sonrisa y su vista fija en las flores que acababa de acomodar en el jarrón. Una suave sonrisa se posó en los labios del rubio mientras guardaba su teléfono retomando su caminar.

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Shirabu entró a su habitación con una regadera para echarle agua a algunas plantas que tenía en uno de sus muebles. Mientras las regaba vino a su mente su ahora frecuente cliente, una pequeña sonrisa surcó sus labios.

—A él le gustan mucho la Orquídeas—Murmura hacia las plantas—Nunca había conocido a alguien que le gustara tanto una flor para comprarla día a día—Deja la regadera en el suelo y se sienta frente a su escritorio encendiendo su lampara y sacando una libreta de dibujos—Aún no pregunto su nombre, es un cliente frecuente debería hacerlo—Golpeteaba su lápiz contra la hoja en blanco—Es lo más seguro que mañana venga a la florería, y ahí preguntaré su nombre—Comienza a tirar líneas y hacer líneas curvas—Si, mañana sabre su nombre y quizás podríamos ser amigos—Luego de un rato termina su dibujo, el de un muchacho ocultando su rostro con una hermosa Orquídea—...¿Como es que te llamarás? 

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Proxima actualización: Viernes 10 de febrero