2. Dos

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2.
~La vida es complicada...~

Las cosas fueron de maravilla desde entonces. Viktor y Yuuri iban a visitarme todos los fines de semana, y la confianza fue creciendo considerablemente. Podría decirse que ya éramos una familia, ya les había contado todo sobre mí y ellos igual, o al menos la mayoría pues aunque fuera un niño me quedaba muy claro que no lo conocía todo.

Nos llevábamos tan bien, estaba feliz con ellos y ya quería estar a su lado en casa, sin embargo aún quedaba un detalle: tenían que sacarme de ahí.

Nana me había dicho que el proceso era complicado, que se tardarían más que con otros niños y aunque yo le preguntara el porqué, siempre me evadía y apartaba la mirada. Como un niño creía que eso era algo normal, que probablemente era difícil para Nana el explicarme ese asunto porque significaría el enfrentarse al hecho de que yo me iría, de que iba a ser adoptado. Pero un niño supone muchas cosas y la mayoría de estas siempre resultan falsas.

Llegó entonces una temporada en la que deje de verlos pues Nana me dijo que iban a encontrarse ocupados y que yo lo estaría igual. Una de las cosas que Nana hacía con los niños antes de que estos fueran adoptados era prepararlos para enfrentar la situación, no resultaba fácil para nosotros asimilar el hecho de que a quien seriamos entregados no era nuestra verdadera familia, así que ella se encargaba de ayudarnos.

Nana decía que conmigo las cosas serían mucho más difíciles, ya que tenía que comprender más que la mayoría y, aunque pensaba que con comprender que Viktor y Yuuri no eran realmente mi familia era suficiente, Nana decía que faltaba mucho más por entender.

Entonces un día Nana me dijo que Viktor y Yuuri eran pareja y que estaban casados, al parecer ella no entendió que yo ni siquiera conocía el significado de la palabra "Pareja". Eso le preocupo bastante.

Pero para a un niño de mi edad lo que menos le importaba era comprender lo que los adultos dijeran y fue ahí cuando pensé que ellos eran realmente complicados, Nana lo era y seguramente Viktor y Yuuri también.

Así que un día Nana me dijo que quería hablar seriamente.

- Yoshi, no es fácil para mi explicarte esto, de hecho ellos deberían explicártelo, pero si no te lo digo puede que te confundas y malinterpretes todo.

-¿Qué es Nana?

- Recuerdas lo que es una familia ¿Verdad?

-No lo olvidaría, tú me lo enseñaste.

-Si...-Nana bajó la cabeza como buscando refugio de lo que estaba obligada a decirme, pero después de un suspiro pareció recuperarse- Yoshi, no te pido que entiendas todo lo que te voy a decir, pero por favor no vayas a llorar.

-¿Tan malo es Nana?-pregunté intrigado por el comportamiento de Nana.

-No es malo, en absoluto, pero es algo que seguramente te será difícil de comprender.

-Suelta.

-Yoshi...tu sabes que las familias tienen una madre y un padre ¿Cierto?-asentí, era obvio- Pero esta vez Yoshi, la familia tiene dos padres, ellos son buenos, harían cualquier cosa por el niño que están por adoptar y esperan que él no los juzgue como no ha hecho hasta ahora.

Sus palabras se colaban lentamente en mi cabeza, me sonaban tan normales que incluso miré a Nana preguntándome porque eso le inquietaba tanto, creo que ella no entendía que eso no me molestaba, la cosa era que aún no podía imaginar la verdadera magnitud de sus palabras.

-¿Y eso que?-dije firme- Si ellos me quieren ¿Eso por qué importa?

Nana abrió mucho los ojos.

-Yoshi ¿Tan fácil te fue entenderlo?

-Bueno, entiendo que ellos se aman y que como Nana dice "Nada importa si hay amor, el amor lo puede todo" y ellos van a quererme ¿Verdad?

-Si claro, claro que te quieren-sonreí.

Aquella noche Nana habló con Viktor y Yuuri por teléfono, ya era tarde y ella esperaba que yo estuviera dormido pero en realidad me encontraba detrás de una pared, escuchando atento y con curiosidad.

-...se demorará más de lo esperado-decía Nana con voz baja- Si...me han dicho que será otro año.

Fruncí el ceño en la oscuridad del pasillo, me molestaba mucho que el proceso estuviera tardando tanto y que nadie me dijera el porqué, estuve a punto de salir a confrontar a Nana pero escuché que la conversación se alargaba.

-Con respecto a eso...-Nana hizo una pausa como si reflexionara algo- Le he dicho lo que debía, lo demás les corresponde...oh bueno, se lo tomo bastante bien.

Decidí que no era necesario el interrumpir aunque me vi tentado de armar una escena para que se me dieran las respuestas, pero yo no era esa clase de niño. Rendido, caminé hasta la habitación donde cuide el no despertar a mis compañeros. Me senté en mi cama admirando el lugar y los rostros dormidos de mis amigos, por primera vez en todo ese tiempo pensé en lo mucho que iba a extrañar el orfanato.

Me resigne a pensar en todas las cosas que me eran incomprensibles en ese momento. Los adultos, el amor, la familia e incluso los sentimientos, todo me parecía demasiado complicado y abrumador que no pude evitar el llorar. Estaba enojado con aquellos que estuvieran atrasando el proceso de adopción, quería ya estar en los brazos de Yuuri y que Viktor me cantará en las noches como aquellas veces que se quedaban hasta tarde, quería que Nana me dijera porque le era tan difícil explicarme ese tema, quería irme a casa, a una verdadera casa y aun así también quería quedarme, pero por sobre todas las cosas, quería entender porque todo eso me afectaba tanto como para hacerme llorar.

Ese día me quedo muy clara una cosa: la vida era complicada, igual de complicada como lo que me esperaba en el futuro.

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¡Gracias por las lecturas! En serio, para alguien como yo que nunca había publicado nada en su vida esto es maravilloso.

Espero que les este gustando y apoyen mucho esta historia, por eso no se olviden de votar *-*

Gracias por todo. Hasta la próxima actualización.

-Kori ♥

Ellos se aman (Viktuuri) (Editando) Where stories live. Discover now