Capítulo 2. "Recuperación"

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Después de haber visto a sus amigos, Hermione se dirigió a la cocina de los Weasley.
Se detuvo en el último tramo de la escalera, desde allí podía escuchar las voces de los señores Weasley y Ginny.
Se sobresaltó (la señora Weasley había salido de la nada)

-¡Hermione, querida por fin haz despertado! - Dijo mientras tomaba el rostro de Hermione entre sus manos y la analizaba.
-Estaba tan preocupada, ven siéntate te prepararé el desayuno-
-Déjala respirar, mamá-  Dijo Ginny, dirigiéndole una sonrisa a Hermione mientras le daba una mordida a su tostada.

Hermione le regresó la sonrisa, y no pudo evitar sentir un arrebato de cariño hacía los Weasley ellos habían sido una segunda familia para ella.

- ¿Cuánto tiempo estuve durmiendo? - Quizó saber
- Cinco días, estaba tan preocupada que solo durmieras y no comieras nada-  Respondió la señora Weasley mientras cocinaba y Ginny ponía sus ojos en blanco.

- Los demás... ¿Cómo se encuentran? - Sentía un poco de miedo enterarse, pero tarde o temprano lo haría.
- Percy se acaba de ir al Ministerio, para ayudar a restaurarlo después de los daños que hubo durante la guerra,viene todas las mañanas a desayunar con nosotros - Respondió el señor Weasley.
Al notar la preocupación de Hermione, añadió con una sonrisa:
- No te preocupes, todos nos encontramos bien - Hermione le regresó una débil sonrisa. Sabía lo de Fred, su dolorosa pérdida de la familia Weasley, en especial para George su inseparable hermano gemelo.

- George salió desde temprano para hacerse cargo de su tienda de Sortilegios y ayudar a reparar los daños del callejón Diagon- Dijo Ginny, leyéndole el pensamiento.

- ¡Bien, me alegró que hayas despertado Hermione! pero debo marcharme, el deber me llama y aún hay mucho por hacer - Dijo el señor Weasley levantándose, mientras la señora Weasley le ponía el desayuno a Hermione en la mesa.

- ¡Gracias por el desayuno cariño, las veré más tarde! - Dándole un beso en la mejilla a su esposa.
- Te veré más tarde cielo, cuídate mucho, trabaja duro - Dijo mientra lo acompañaba a la puerta.

Después de darle las gracias a la señora Weasley por el desayuno, Hermione subió a darse un baño. Mientras lo hacía se le vino a la mente: Sus padres, la guerra había terminado era hora de recuperarlos, quitarles el hechizo desmemorizador que les lanzó para poder protegerlos de Voldemort.

¿Se encontrarían bien?, ¿Les habría pasado algo?, ¿Y si ellos eran más felices ahora?, Llegaría simplemente... ¿y se les arrebataría esa felicidad?...
- No pienses eso - Se reprochó a ella misma.
No sería justo para ellos, no recordar que tienen una hija y una vida hecha en Londres, con buenos recuerdos. Trató de animarse, sólo esperaría a que sus amigos despertarán para ir en su búsqueda.

Pasaban los días, y parecía que Harry ni Ron fueran despertar pronto. Hermione comenzaba a preocuparse.

-¿Crees que los chicos despierten pronto?- Le preguntó Ginny, tratando de esconder su preocupación pero Hermione la conocía lo suficiente para darse cuenta .
- No te preocupes, lo harán- Le dio unas palmaditas en la espalda.
- Conociendo a Ron es capaz de despertarse, comerse todo y volverse a dormir hasta el otro año - Dijo Ginny,quería animarla. Las dos amigas rieron ante aquella posibilidad.

Cada día pasaba muy lentamente, o al menos eso le parecía a Hermione. Un día bajo decidida para marcharse con el señor Weasley y ayudar en lo que pudiera, por lo que escuchaba cada mañana durante el desayuno, aún faltaba mucho por hacer. Pero la señora Weasley la detuvo - Ya haz hecho lo suficiente, debes descansar un poco más-  la reprendió. Ella sabía que no era bueno llevarle la contraria, así que se permanecía en la Madriguera haciendo tareas hogareñas.

Hasta que un día el Señor Weasley le pidió que lo acompañará:
- Hermione, Kingsley quiere verte-  Le dijo mientras bajaba las escaleras.
Hermione se sorprendió tanto que casi se cae del último escalón, había leído en el Profeta que había sido nombrado como nuevo ministro de magia.
- No tengo idea del porque quiere verte, pero supongo que debe ser algo muy importante  así que démonos prisa -

Hermione se apresuró, había pensado pedirle ayuda para trasladarse donde se escontraban sus padres, ya que desconocía cuanto daño habría ocurrido en los demás lugares. De camino al ministerio tomaron el metro muggle, al señor Weasley le fascinaba todo lo relacionado con lo "no mágico " y de vez en cuando le hacía preguntas sobre algunas cosas.

Cuando llegaron al ministerio, Hermione sentía que todo el mundo la observaba escuchaba susurros por todas partes cuando ella pasaba, conocía esa sensación . La había experimentado, pero esta vez era diferente porque Harry no estaba a su lado era ella a quien miraban. Por fin entendía lo incómodo que se sentía su amigo con todo aquello.

Al llegar a la oficina del nuevo ministro, el señor Weasley llamó a la puerta.
- Adelante - Respondió una voz profunda.
- Buenos días señor ministro, Hermione viene conmigo como lo pidió - Haciéndose a un lado para que  pudiera pasar.
Kingsley levantó una ceja - ¿Qué pasa con tanta formalidad, Arthur?
- Ahora eres el ministro de magia, ¿Lo recuerdas? - Le respondió el señor Weasley sonriendo- Bien, los dejaré solos para que puedan charlar. Cuando termines ven a mi despacho Hermione, te llevaré a casa - Y si más cerró la puerta tras de sí.

Kingsley rió por lo bajo, y Hermione lo escuchó susurrar "por lo menos aún me habla de tu".
Durante la charla, le agradeció por la valentía que había tenido al tener que enfrentarse a infinidad de peligros, preguntó por el estado de Harry y Ron, y la puso al día de la situación tanto en el mundo mágico, muggle y otras partes.

Cuando Hermione se dispuso a hablar de sus padres, Kingsley sacó el tema.
- Tú amiga Weasley vino a verme, y me contó sobre la situación de tus padres -Hermione quedó sorprendida - Me pidió que los localizará, pero con todo lo que ocurrió no contábamos con los magos adecuados para esa misión- El alma se le cayó a los pies - Sin embargo,hubo alguien que se ofreció para hacerlo. Aún no confío plenamente en esa persona, pero parece que tiene buenas intenciones - (Parecía más que hablaba para sí ).
- Hace días que se marchó en su búsqueda, pensé en que lo mejor sería que los trajera directamente de regreso, pero imaginé que tú querrías encárgate de eso personalmente (y no se equivocaba) todo lo que necesitas se encuentra aquí -Le entregó un sobre.

Hermione lo tomó, sus manos estabas temblorosas mientras las lágrimas brotaban.
Pronto vería a sus padres, ¡podría abrazarlos de nuevo!
- Gracias, en verdad ¡muchas gracias! -
- No tienes nada que agradecer, al contrario todo el mundo mágico está en deuda con ustedes tres - Le dijo sonriendo.

Lo primero que hizo al llegar a la madriguera fue abrazar a Ginny. Le agradeció por todo lo que hizo por ella y su amiga le dijo que no esperará más tiempo que fuera a reunirse con sus padres.

Aún Hermione quería esperar a que sus dos amigos despertarán, pero tuvo una corazonada de que pronto lo haría y subió a empacar. Y así fue, esa misma tarde Harry y Ron por fin despertaron...

Fin del capítulo
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"El ciervo & la nutria" - Una historia HarmioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora