Ella y Yo ♡

CAPÍTULO 21

Dulce: por favor Chris no me tortures más -suplique mientras sentía que no iba a aguantar mas y que iba a sucumbir en un orgasmo-

pero el no me hacia caso, seguía jugando con mi cuerpo, haciendome sentir un placer inimaginable, haciendome sentir como si viese una constelación sobre mi, grité su nombre cuando sentí un espasmo de inimaginables proporciones recorrer por mi cuerpo, teniendo como sonido de fondo una sonrisa picara que surgia de sus labios... ¡que hombre para hacerla a una sentir satisfecha!... definitivamente ¡que hombre!... mi cuerpo se tenza con solo recordar las noches de pasión que pasamos juntos...

Chris: ¿te gustó?... -me preguntó mientras yo volvía de mi trance-

Dulce: me encantó... pero tu...

Chris: la noche es joven Dulce -se levantó de sobre mí y me extendió la mano para ayudarme a levantar- sigamos en el cuarto... hay mucho mas espacio allá...
tomé su mano volviendo a sentir un cosquilleo en todo mi cuerpo, quede embobada, embriagada de esa sensación... de nuevo sus manos me guiaron hacia donde él quería... a su habitación... despues de esa noche quedé más que convenciada que, por lo menos de mi cuerpo, él era el dueño... ¿tambien lo sería del corazón?

sus besos me llevaban a la locura, era gelatina en sus manos, me manejaba a su gusto, era suya, no habia manera de discutirlo, sus manos son lo mas poderoso que ha podido ser creado, un solo toqué de sus dedos sobre mi cuello y todo el espacio que nos rodeaba desaparecía para mi, ¿donde esta la cama? ni idea solo sabia que algo suave... dicese el colchón, se encontraba debajo mío, mientras que él se encontraba sobre mí desaciendose de toda prenda que se interponia entre sus labios, sus manos, sus dedos y mi piel...

Chris: -luego de apoderarse con una de sus manos de mi centro y que un gemido se escapara con gran exasperación de mis labios- ¿ahora me vas a creer que eres mia?

no respondí... o por lo menos no con palabras, mis uñas se clavaron en su espalda y mi cuerpo se erguió para darle mas accesibilidad a mi centro...
una sonrisa se esbozo en sus labios y, torturandome alejo su mano de mi centro, gruñí, fue un acto natural... en ese momento sabía que mi instinto me dominaba, no había nada de la Dulce controladora, de la Dulce que pensaba diez veces las cosas para hacerlas, era una Dulce nueva, me desconocia de verdad, una yo que fui conociendo durante el tiempo que estube con él... una yo que nunca se acobardaba ante los retos, que no se permitia negarse a lo que susinstintos le impartian... si... definitivamente esa era otra yo... esa que Chris dominaba con solo mover un dedo... o mas bien el... BUENO Ya!... ustedes me entienden...
su camisa y sus pantalones cayeron lejos de la cama, su cuerpo semidesnudo, se rozó con el mio que se encontraba en iguales condiciones, y entonces un gemido ahogado se desprendió de mi garganta... sentí su dureza rozar por mi centro, y sentí unos deseos incontrolables de tenerlo dentro... ¡Dios! solo podia pensar en eso cuando el se encontraba a menos de dos metros de distancia... aunque admitamoslo... tambien lo pensaba cuando no lo estaba...
bajé mis manos hacia su boxer e intenté deshacerme de ellos... Chris sonrió sobre mis labios y se apartó un segundo de mi quitandose el boxer y tirandolo a un lado, para regresar a su posición sobre mi...

Chris: -en mi oido- si quieres algo solo pidelo... -rió y el aliento contenido en esa risa rozó mi oido generandome cosquillas... unas tan excitantes que sentí que mi piel entera se erizó...

sus labios fueron deslizandose por mi cuerpo, de mi oido descendió a mi cuello... de allí al valle de mis pechos... de allí siguió su camino descendiente por mi estomago... y culminó en mi centro... gemí al sentir su lengua juguetear con mi feminidad, cientos de veces lo habia hecho, pero cada vez era mas excitante... empecé a sentir explociones de satisfacción por todo mi cuerpo... me convulsionaba de placer... mi cuerpo se arqueó y mis piernas se abrieron más por si misma dándole mayor accesibilidad...
mis manos se adentraron en su cabello y se encargaron de hacerle saber que lo que menos quería era que se marchara de mi centro...