Capítulo 1

800 64 14
                                    

—David, ¿de verdad debes mudarte?
—Emely, sabes que eres mi hermana favorita,  pero ya estoy medio grande para seguir viviendo con papá.
—Soy tu única hermana, bastardo.-Me cruzo de brazos fingiendo estar enfadada.
—Mejor para ti, no tienes competencia- Le doy un codazo.- Auch, eso duele.
—No seas marica.— digo riendome.
  —Soy una reliquia, puedo romperme, y después ¿qué hará el mundo sin mi ?- dice señalandose a sí mismo.
—¿una fiesta? ¿declarar la paz mundial?- larga una carcajada.
—Eres muy mala.
—Y tu muy idiota.- replico.
—Gracias, muchas gracias- hace unas cuantas reverencias.- no puedo con tantos halagos.
Nuestro humor siempre fue sarcástico.  Y así nos gusta.
—Oye, Emely...-Me mira a los ojos, apenado- de verdad siento mucho dejarte con él,  pero no tengo otra opción hasta que cumplas los 18. Solo aguanta unos meses más. ¿si?- asiento con la cabeza.
David se iba de casa ya que debia seguir con sus estudios. Y yo me tenía que quedar con mi padre, el cuál me odia a muerte por tener los mismos rasgos que mi madre. A pesar de esto, sigue siendo mi tutor, por lo que no me queda otra opción que esperar a ser mayor de edad y mudarme con mi hermano.
—Me quedaré con tu habitacióoon...-Digo canturreando. David frunce el ceño.
—Ni se te ocurra -me advierte.- sigue siendo mi habitación,  vendré a dormir de vez en cuando.
—En el sofá- sonrío al ver como sufre mentalmente.- porque la habitación es oficialmente mía.
—Pfff, ya vas a querer entrar en mi mansión privada, y no te voy a dejar.- Dice con altanería simulando que se arregla el cuello de un traje, cuando en realidad sólo se está toqueteando la chaqueta.
—David, te estás mudando a un departamento. Y nisiquiera es tuyo; es compartido con un tipo que ni conoces.
—Sh, cállate.  Debo irme, ahí llega mi limusina.- Responde señalando al taxi que acababa de doblar la esquina.
Vuelvo a reirme mientras veo como sube.
—¡Ve a visitarme el domingo!- Grita por la ventanilla.
—¡Está bien!
Vuelvo a entrar a la casa y voy directo a mi "nueva" habitación.
Es mi día libre y pienso en como aprovecharlo. ¿Adónde puedo ir?
Estaba en eso cuando escucho unas patadas en la puerta.
—¡Emely! -Es mi padre. Pongo los ojos en blanco.- Tengo hambre, cocina algo.
Abro la puerta y lo veo ahí parado.
—Son las 4 de la tarde. -Le informo.
—¿Acaso te pregunté? Quiero comer, maldita sea.
—¿Por qué no te cocinas tú mismo?- Pregunto con desprecio.
—Porque yo pago todo en esta casa y mientras vivas aquí harás lo que yo te diga.
—Está bien.- Respondo de mala gana y me encamino hacia la cocina.
—Y luego ve a comprar un par de cosas que necesito. Esta tarde me voy, así que más te vale conseguir todo.- Dice señalando el refrigerador dónde hay una lista de compras y dinero.
Siempre se va con sus amigos de viaje para conseguir distintos lugares para pescar. Se quedan en cabañas unos cuantos días y luego regresan.
Perfecto. -Pienso.
—¿Cuándo vuelves?- Pregunto con aire desinteresado.
—Dentro de una semana o diez días.  Así que limpia la casa para entonces.-Suelta y se encierra en el sótano,  dónde guarda todas sus cosas de pesca.

—¡Ya está tu comida! -Le grito cuando termino de cocinar.
—¿Tiene veneno? -Pregunta saliendo por la puerta del sótano. —Creo que no te afectaría. Eres veneno puro.-Replico.
  Voy a mi cuarto, cierro la puerta y tomo el móvil.
Hago una llamada.
—¿Emely? -Contesta una voz masculina del otro lado de la línea.
—Alex, Robert se va ésta tarde.-Le informo. Robert es mi padre.- Tengo la casa sola por más de una semana. Así que... ¿Tienes planes para ésta noche?

               ◀◀◀◀◀◀◆▶▶▶▶▶▶

No toques mi alma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora