Sipnosis

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Kate
Siempre hay una chica medianamente gorda en el salón de clases, en mi caso soy medianamente gorda pero multiplicado por tres. Pero pues a mí me vale ya que asumo mi "exagerada" contextura.

Mi carácter sinceramente es explosivo, y totalmente diagnosticado. Se podría decir que romperle la cara a un compañero que me había molestado 2 horas seguidas da mucho de qué hablar. No tengo paciencia para nada.

E pasado inclusive por 8 colegios a mis cortos 16 años. Es más he pasado por internados militares, detenciones policiales, por tráfico de toallas higiénicas en el colegio. ¡Pagar 2000 dólares por romperle una pierna, la nariz y el brazo a una plástica ricachona que me tenía los ovarios y los pechos hinchados!. ¡Dios! Que manera de meterme en problemas... Simplemente no tengo remedio.

En fin espero que en mi noveno colegio me vaya mejor que los otros 8 pero no por eso no dejaré de protestar por lo que me molesta.

Encuentro absurdo que la municipalidad de mi comuna me expulse por haber mojado a la alcaldesa, tengo la razón en hacer una protesta contra ella, ya que "ella" desaparece 2 años y cuando vuelve crítica y cambia todo a su gusto. ¡No señores! Y como es un pueblo pequeño y poco poblado, los chismes vuelan por todas partes.

Estaba en boca de todos. Y eso me gustaba.

Obligada a cambiarme de ciudad, mis padres tomaron cartas en el asunto. Prometí de corazón que ya no me portaría mal y que ya no sacaría toda la comida de la nevera. Siento que toqué fondo y no estoy orgullosa ni mucho menos. Mis padres trabajan para mantenerme, (que por cierto cuesta mucho) y poder quedarse a vivir en un lugar estable y cómodo. Esta comuna era perfecta para mis padres, cumplía todos sus anhelos. Lástima que soy un cero a la izquierda y por mis acciones paguen ellos.

Miraba por última vez mi casa antes de subirme al auto y hundirlo por completo.

Al pasar por el vecindario estaba mi mejor amigo gay regando sus plantas. Saco cuidadosamente mi cabeza y me apoyó con mis codos en el borde de la ventana.

- ¿Kate, qué haces?-dijo mi madre extraña.

- ¡ADIÓS MARICONNNNN!.- rápidamente se voltea y se larga a reír. Me mira y me grita.

- ¡ADIÓS PEDAZO DE GRASA!.- me río por su comentario.

- TE AMO- dije sonriendo, melancólica.

- YO IGUAL.- me mira y se despide con la mano en alto.

Vuelvo nuevamente a meter mi cabeza al auto y me largo a reír.

El único hombre que me cae bien y no es broma.

Tantos recuerdos, tantas estupideces con el, tantas caídas ebrios. Aún recuerdo cuando me caí en la popo de un perro ebria y lo peor es que al día siguiente seguía con ella en la cara.

Él era MÍ GAY favorito.

Bueno como ya saben un poquito sobre mi. Se los resumo.

Me llamo Kate, tengo 16 años, soy una rebelde sin causa y soy gorda. ¡Que datos, por dioh!.

16 horas después:

Yo no sé si realmente fuimos a China o el viaje es muy largo. Mi lonjas gordas del culo estaban derretidas y necesitaba comer. Si, es como mi droga.

- ¿Cuando llegaremos?.- dije mirando a mi padre por el espejo de reversa.

- Lo menos que puedes hacer es preguntar cuánto falta, si por tu culpa nos fuimos de ahí.- a veces mi padre es muy duro para decir las cosas, pero igual lo amo.

- ¡MUCHOS CORRUPTOS!, ¡MUCHOS CORRUPTOS!.- dije protestando pacíficamente- al menos agradéceme te saque de ese infierno de ladrones.

- Pues nunca te lo pedimos Kate, ahora vete tranquila, es lo mínimo.- esa fue mi madre tan pacifica como siempre.

- Pero...

- Que te vayas tranquila, Kate.- dijo nuevamente interrumpiéndome.

- ¡Pero tengo hambre!.

- Muy buena forma de cambiar el tema.- dijo graciosa- no te haría mal dejar de comer un poco, no por qué me moleste , es más bien por tu salud.

- Pues... te invito a la fila titulada "cuanto me importa".- dije sarcásticamente.

- Bueno claro, pero soy tu madre y siempre querré lo mejor para ti. Sería bonito ver qué llevas una vida sana hija.

- Te lo agradezco, pero... que se jodan los estándares, yo me amo como soy. Y si alguien le molesta le parto la cara. De algo me tengo que morir.

- Esa no es respuesta.- dijo cortante.

- Con respeto pero no me importa, ahora me iré tranquila y serena. Ya lo hemos hablado tantas veces. Gracias mamá.

- Bueno hija. Pero no t.....

- Ya lo se. Ahora por favor deja disfrutar de este desierto. - la interrumpo.

- ¿Desde cuando te gusta el desierto?.- dijo mi papá.

- Desde que ustedes hablan mucho.

- Desde que ustedes hablan mucho

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⏰ Última actualización: Mar 05, 2020 ⏰

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