— Uh, ya tenía ganas yo de conocerte —dijo mi madre. Alcé una ceja, a qué se refería exactamente con aquello. Rodé los ojos y me acerqué por la espalda y "sigilosamente" (lo sigiloso que puede ser ir con tacones) a mi mejor amigo, que estaba abrazado a lo que supuse que era Owen, su novio.

Sabía cuál era su punto débil, viví con él durante 3 años en un piso de estudiantes, y era la única manera de que soltase el mando. Dí un pequeño toque en su cintura para empezar unos segundos de cosquillas, lo que hizo que se retorciese. Me empecé a reír y cuando se giró dispuesto a gritarme, me abrazó.

— Eres idiota, Lauren —protestó bufando.

— Yo también te quiero, Joey —bromeé mirándolo de arriba a abajo. Llevaba una corbata verde y un smoking de color azul marino. Le quedaba bien.

— Lauren, este es Owen —se abrazó a la cintura de su chico y yo GRITÉ EN SHIPPEO INTERNAMENTE, porque joder eran muy otp.

— Encantada, soy el primer beso de tu chico aquí presente —le guiñé el ojo y él soltó una pequeña carcajada mirando a Joey que estaba rojo.

El chico era rubio de ojos azules y llevaba un piercing negro de aro en el labio. Era más guapo en persona que en fotos, para qué mentir, y además pegaba con mi mejor amigo.

¿He dicho ya cuanto los shippeo?

— Un placer conocerte por fin, Lauren.

— Eso dicen todos al conocerme —bromeé dándole la mano, pero él tiró de mí para darme un abrazo... Definitivamente aquel chico no me conocía mucho.

Aun así me dejaría, pero porque era la primera vez que lo veía.

— ¡Oh dios mío, es mi hermana vestida como una persona normal! —gritó una voz en mi espalda. Aquella persona no podía ser otra que...

— Chris, el rompecorazones que va a dejar de estar hoy en el mercado oficialmente —me giré para lanzarme a sus brazos, sin detenerme en mirarlo. — Estoy tan orgullosa de ti, hermanito... —afirmé en su oído dejando un beso en su mejilla. No lo hacía mucho, pero esta era su ocasión. Mi hermano estaba a punto de volverse un adulto de verdad, casado, y encima con una persona maravillosa como era Ally.

Supuse que Camila se había ido en búsqueda de Ally, y como yo iba por parte de la familia del novio me quedé con mi bonito grupo, además de mi madre.

Limpié su mejilla pues había dejado mi rojo pintalabios marcado en esta y le coloqué bien el traje. La madrina sería mi madre, rompiendo con la tradición, y el padrino sería el gorila de Keir, al que aún no había visto, pero daba igual, no me iba a ir sin ver a mi snorlax favorito, además en el brindis nos podríamos ver tranquilamente.

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Estaba emocionada, en el fondo, de ver así de feliz a Chris. Le brillaban los ojos más de lo normal, lo que hacía que me alegrase por ende por él. Además, se iba a casar con mi Ally, con la pequeña que tenía un corazón tan grande que no sabía aún cómo podía entrarle en aquel cuerpo enano. Las bodas me ponían un poco sensible, pero como soy dura no pensaba que nadie me viese así. Antes de que pudiera seguir conversando con mis niños de PGE, Chris fue a su lugar en el altar improvisado que estaba en el jardín de la casa, y jugó con sus manos mientras esperaba a que la marcha nupcial empezara a sonar.

Mientras me había entretenido con mi familia y amigos, me había olvidado un momento de Camila y de Lindsey, por lo que en cuanto me di cuenta de que Camila no estaba a mi lado la busqué con la mirada por todas partes. Aún no estaba sentada ni la chica del piano, pero cuanto antes estuviesemos todos listos, antes pasaría aquella formalidad tan aburrida y podríamos ir directamente a lo divertido: el banquete, es decir, la comida que tenía Lauren Jauregui escrito por todas partes.

Instant Chaos [Camren]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin