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Estás a punto de leer un acontecimiento que podría bien causarte gracia o tristeza, en algún otro caso puede llegarte a causar rabia. Todo comenzó en una pequeña celebración, siendo el cumpleaños de un joven de nombre Roberto el motivo.
Roberto fue un joven amante de los animales, este día cumplía sus 18 años. Celebraba con sus amigos y familia su primer paso a la madurez y adultez.

Las risas y el ruido cesaron cuando el ruido de la puerta llegó a los oídos del último invitado, un frío invadió por completo el lugar, pero Roberto sin miedo ni pena fue a recibir a la persona. Esta era muy misteriosa y tenía un olor horrible, vestía una gabardina negra a pesar de que aquel era un día muy caluroso, un sombrero que tapaba casi por completo su cara y una altura muy mayor a la de cualquiera, llegando a medir casi los 2 metros. A pesar de esto, Roberto le recibió con una sonrisa y de buena manera, invitándole a pasar y formar parte de la celebración, este se negó, puesto a que tenía mucha prisa por llegar a su destino. Se dio la vuelta y recogió algo del suelo, era una caja de cartón con algunos agujeros, se la dio y le deseó un feliz cumpleaños, Roberto lo recibió y quedó en shock cuando sintió movimiento dentro de esta, llegando a pensar que se trataría de una broma pesada por parte de sus amigos, al levantar la mirada para agradecerle al extraño por el regalo, este se había esfumado, así que cerró la puerta y entró a casa.

50 años de mala suerteWhere stories live. Discover now