Perdida de Memoria

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No supe qué hora era cuando me desperté, ya que no tenía más relojes en la casa.

-¿Por qué alguien está tan obsesionado con los relojes como para robarlos?

De pronto, Mauricio me llamó al celular.

-¡Eduard!

-¿Que pasa?

-Tienes que venir a mi casa ahora mismo, es urgente, tengo que mostrarte algo.

-Voy en camino.

-Ok.

Baje rápidamente 9 pisos hasta llegar al estacionamiento -1, me subí al auto, lo eché a andar y salí de ahí, lo más rápido que pude.

Fui en dirección a la autopista, extrañamente no me toco ningún semáforo con luz roja. Iba conduciendo rápidamente hasta que me encontré con un choque automovilístico delante mío, iba a más de 115km por hora, pisé el freno, pero no funcionaba, lo pise varias veces más, pero aún así no funcionaba, me di por vencido y espere lo peor que podía pasar. Mi auto colapsó y yo salí expulsado por el parabrisas delantero y aterricé en el techo de un auto, de ahí en adelante no recuerdo nada en lo absoluto...

De pronto desperté en una sala gigante de color blanco, estaba acostado con una sonda en ambos brazos, al lado mío había un cuadrado de color blanco, lo que parecía ser una hoja de papel, intenté leer lo que decía pero lo único que entendí era un horario:

13:13

Ese número me parecía conocido, como si lo hubiese visto antes, pero no sabía dónde.

De pronto una puerta se abrió y entró alguien, me hice el dormido pero con los ojos entre abiertos para ver más o menos lo que pasaba. El tipo se fue y dejo unos lentes en un escritorio al lado mío. Me puse los lentes y leí lo que salía en la hoja al lado mío:

Paciente: Eduard Campos Pinto
Fecha de nacimiento: 6/6/2002
Fecha de fallecimiento: 13/7/2017

El PACIENTE ha fallecido a las 13:13 de la tarde del día 6 de junio del año 2017, antes de su muerte se notó una pérdida de memoria.
Se trata con anestesia para hacer una cirugía en el cerebro, se aplica sistema de rastreo antes de su muerte, también se aplicó un...

Cuando estaba a punto de terminar de leer, una doctora entró a la habitación y me sorprendió leyendo esa hoja, puso una cara como si hubiese visto un fantasma y se quedó mirándome fijamente a los ojos, ni hablaba, ni hacia un solo movimiento.

-¿Señora?...

No hubo respuesta alguna...

Me saqué las sondas que tenía inyectadas en ambos brazos y traté de levantarme apoyándome de la muralla y de la camilla.

-Señora, ¿que le pasa?

Se abrió la puerta y entró un doctor, el cual también se quedó mirándome fijamente a los ojos. De pronto sonó una explosión a lo largo de un pasillo, se oían gritos, disparos, alarmas de seguridad y guardias corriendo hacia donde se había escuchado la explosión, con todo ese alboroto, el doctor y la asistente se despertaron de su extraño sueño y salieron corriendo de la habitación.

-¡¿Que demonios está pasando aquí?!

Aproveché ese momento exacto para escapar de la habitación, salí corriendo rápidamente hacia un mesón donde habían unas trabajadoras agachadas para cubrirse de la explosión y de los disparos.

-¿¡¿Donde está la maldita salida de este hospital?!?

-Si...sigue por ese pa...pa...pasillo hacia la...la izquierda...

Salí corriendo por ese pasillo y seguí las instrucciones de la trabajadora, subí a un ascensor y apreté un botón para ir al 1er piso.

-¡¿Que está pasando aquí?!

De pronto la luz del ascensor se apagó y dejó de bajar.

-¿¡Y ahora qué pasa!?

Seguí apretando los botones como loco, hasta que se escuchó un golpe en el techo del ascensor. Se escuchaban unas pisadas y de pronto se abrió una rejilla en el ascensor por donde entró una persona que me tapó la boca con un pañuelo con un tipo de droga, ya que me quedé profundamente dormido.

Me desperté en lo que parecía ser el maletero de un auto con las manos y pies atados con una cuerda muy resistente y con una cinta adhesiva pegada en la boca, además estaba muy oscuro ahí, así que lo único que me quedaba por hacer era esperar a que algo pasara.

El auto se detuvo y se abrió el maletero, una persona me sacó y me tiró al piso.

-Levántate idiota.

Intenté levantarme pero no podía, hasta que llegó una mujer joven y me puso de pie, me sacó la cuerda de los pies para que pudiera caminar y me llevó a una casa al frente mío. La casa estaba hecha de madera y era muy grande, estaba con pedazos de techo caídos, ventanas quebradas y pedazos de madera rotos. La casa estaba ubicada en medio del desierto y al parecer esa casa estuvo abandonada alguna vez por los detalles que tenía.

-¡Entra y sube por la escalera de la izquierda!

No podía decirle nada ya que tenía esa cinta adhesiva en la boca.

Me dirigió hacia un salón grande donde había un hombre sentado en una silla con un escritorio en frente.

-Sácale la cinta adhesiva.

-Si jefe.

La joven que me levantó afuera me sacó la cinta adhesiva de la boca.

-Gracias.

-Siéntate aquí Eduard, al frente mío.

Me senté en una silla que había frente al escritorio y quedé a solas con el tipo al frente mío.

-¿Como es que sabes mi nombre?

-Eso no importa, lo que importa es la razón del por qué estás aquí, la cuál es muy importante.

Tiempo MuertoWhere stories live. Discover now