Convirtiéndome en la mujer de Tom Kaulitz.

2K 56 16
                                    

¡Feliz día de reyes Andy!

Y al resto de las chicas que sigues la historia y me han dejado mensajes, un millón de disculpas. Espero les guste este capítulo, que por cierto es hot... hot.

-----------------------------------------------------------------------------------

-Hablar contigo -Tom tenía los ojos rojos.

-Pues yo no quiero -Jalé mi brazo, pero él lo tenía fuertemente agarrado- ¡Suéltame!

-¡No! Tenemos que hablar -gritó.

Varios compañeros voltearon a vernos. Estaba en shock, era la primera vez que me gritaba, pero sobre todo porque con su agarre, me estaba haciendo daño. Miré alrededor buscando ayuda, pero era imposible. Él me llevaría de allí por las buenas o por las malas. Lo mejor era negociar. Eso me daría tiempo de pensar y de que se calmará un poco.

-Está bien, hablaremos cuando regrese de la escuela -dije algo asustada.

-No, será ahora. No lo soportare más tiempo.

Me jaló y me arrastró hacia la salida de la escuela. Caminé con la cabeza en alto, no iba a delatar que Tom me iba a dar el sermón de mi vida. Abrió la puerta del auto y me empujó para que entre. Lo fulminé con la mirada, pero él ni siquiera se molestó en mirarme. Parecía tener una plática consigo mismo en su cabeza.

Iba rapidísimo y cada vez aceleraba más. Sentí que íbamos en una persecución. Me agarré fuertemente del asiento y rezaba para que no nos estrelláramos.

-Padre -seguía enojada- ve más despacio.

Tom aceleró más.

-¿Padre? -Gritó- ¡Desde cuando me llamas padre!

-Desde hoy.

Íbamos en la carretera y ya sabía a donde me llevaba. Íbamos a casa de mi tío Bill. El cual no estaba en la ciudad, se encontraba de vacaciones con mis tíos Georg y Gustav.

Se estacionó en la orilla de la carretera.

-Escúchame bien Amy. Todo lo que supuestamente yo te demostré hoy, no es verdad.

Sólo miraba la ventana

-¿Puedes seguir avanzando o te piensas quedar aquí todo el día?

-Contigo me quedaría toda la vida, incluso aquí -se carcajeo- de verdad que te pareces a mí, por eso es que te amo tanto.

Me había quedado en shock ¿Será que si me quiere? ¡NO! Claro que no Amy, no seas tonta.

Tom volvió a conducir y en pocos minutos llegamos a la casa de Bill. Me bajé y él intentó tomarme la mano, pero se la quité. Se rio y lo miré seria, queriendo sacarle la lengua y darle una patada en la rodilla, como niña pequeña, para después salir corriendo.

Tom abrió la puerta de la casa y me dejó pasar. Cerró, me tomó de la cintura y me pegó a la puerta.

-¡Te amo Amy! -me beso salvajemente. Restregaba sus labios contra los míos, metió su lengua, recorrió toda mi boca y busco el contacto con mi inexperta lengua. Con sus manos recorría mi cintura y cadera.

Estaba que no sabía qué hacer. Tom me besaba y ya no eran aquellos besos castos que me hacían sentir mariposas en el estómago, ahora me hacían sentir cosas en mi feminidad. Lo abracé y recorrí desde su cabello a su espalda. Trataba de que mi lengua siguiera el ritmo de Tom, pero era casi imposible; él iba casi igual que como manejaba. Se separó de mí.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 06, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Embarazada por mi propio padre: Tom Kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora