Capítulo #02.

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Ping sabía que estaba en problemas, por lo que caminó a paso lento hacia su casa, además de que tenía la mirada puesta directamente en el suelo, lo había arruinado, ya tenía la mayoría de edad y perder su trabajo seguro sería un gran problema, ¿cómo se lo explicaría a su padre? Él de joven siempre fue muy trabajador además de ser muy valiente, sin duda alguna, las cosas irían mal.

-¡Ping, Ping!- una voz femenina repitiendo su nombre lo hizo levantar la vista, era su pequeña vecina, venía corriendo en dirección hacia él además de que se escuchaba cansada, seguramente corrió desde su casa hasta ahí-.

-¿Qué pasa Kumiko?- respondió él agachándose para estar a su altura-.

-Tú madre me mandó hasta aquí- exclamó ella entre suspiros de cansancio- dice que la familia Liu llegó antes de lo esperado y exigen verte.

Ping sólo rodó los ojos, realmente esto era lo que menos quería en éste momento.

-Muy bien pequeña, gracias por avisarme- le revolvió el cabello y se puso de pie- supongo que tengo asuntos que atender.

-¡Hasta luego Ping! ¡Suerte!- la niña corrió lejos de ahí hasta que desapareció de entre la gente-.

El chico siguió caminando, ésta vez más rápido, realmente él deseaba casarse, pero jamás ninguna chica había sido de su agrado, y estaba seguro de que un matrimonio forzado jamás tendría éxito. Ping corrió hasta que llegó a su casa, estaba cansado y lleno de tierra, por lo que trató de entrar por la puerta trasera de su casa, así tendría tiempo de por lo menos cambiar su atuendo, pero fue inútil, ya que hizo algo de ruido tumbando unas cuantas cosas haciendo que su madre saliera de casa.

-¡Ping! ¿a dónde crees que vas?- exclamó ella apenas le vio-.

-Entraré por atrás, ¿acaso no me ves?-respondió señalando su ropa- diles que en un momento más salgo.

-Agh, ¡no hay tiempo!- le tomó a su hijo del brazo para hacerle girar a verle- tienes que entrar ahora, tu futura suegra es una mujer delicada y exige verte ahora.

-Ni si quiera estoy seguro de que llegue a ser mi suegra- se soltó del agarre- mamá, por favor, no me hagas esto.

-Hazlo por nosotros- suplicó la madre con un tono de voz más blando.

-Agh- suspiró- sólo por ti.

Ping entró a la casa detrás de su madre, estaba todo sucio, por lo que, al verlo sus invitados, hicieron una mueca de desagrado, pero eso a él le daba igual. Al entrar se quitó los zapatos y se sentó en el suelo para hacerles compañía a la hora del té, era costumbre tomar té en ésta clase de ocasiones, por lo que la joven con la que le pretendían le sirvió el té a él para luego entrar en un terrible silencio incómodo. En esa sala se encontraba toda la familia Fa y la familia Liu.

-Y bien- habló por fin la madre de la joven- ¿a qué te dedicas, Ping?

-Bueno, me he dedicado a la agricultura desde que tengo 15 años- respondió él dándole un sorbo a su té-.

-¡Maravilloso!- exclamó el padre de la joven, evidentemente, emocionado- un chico trabajador, esto será bueno para la familia.

-¿Olvidé mencionarlo? Mi jefe me botó del trabajo ésta tarde.

-¿De qué estás hablando hijo?- habló ésta vez la madre de Ping- tú nunca comentaste nada acerca de..

-Hablaremos de eso más tarde- interrumpió Fa Zhou- y dime linda, ¿a qué te dedicas tú?- se dirigió a la doncella quien había estado callada durante toda la reunión.

-Bueno, yo, principalmente, le ayudó a mi madre en su pequeño restaurante....

La joven siguió hablando de sus actividades cotidianas, era una mujer bastante ocupada, pero a Ping no le importaba, realmente no le importaba si quiera la chica, así que prestó su atención en otra cosa, cómo en las hojas que caían del árbol que había en su jardín a través de la ventana, o como el hermoso cabello gris de su madre, o como el pequeño insecto que había entrado en tetera porque nadie se había dado cuenta, a excepción de él.

-Y bueno- siguió hablando la chica- ya hablamos mucho sobre mi, ahora, sigues tú, cariño.

-¿Ah? ¿yo?- preguntó el joven volteando a verle, estaba algo confundido ya que aún estaba distraído-.

-Por supuesto, tontito- respondió entre risas- por mientras déjame servirte más té, tu tasa ya está vacía-.

La joven tomó la tetera, acto seguido Ping se la arrebató, por lo que todos le miraron asombrados.

-Cariño, ¿por qué hiciste eso?

-Y-yo no quiero té- respondió nervioso-.

-Bueno- tomó la tetera jalándola hacia ella- entonces déjame servirle a los demás, por favor.

-N-no, no es una buena idea.

-Hijo, dásela- suplicó la madre de Ping-.

-Que no.

-¡Vaya modales! No me sorprende entre un muchacho que llega sucio a su primer encuentro con su futura esposa- ésta vez habló la señora Liu, con tono arrogante-.

-Ella no es mi futura esposa- exclamó mientras miraba a la mujer la cual quedó perpleja por su respuesta- y tú- se dirigió a la joven- dame ésta cosa.

-¡Que no! ¡Déjame servir el té!

La señorita Liu y Ping estaban jaloneando la tetera, entre gritos de las demás personas que se encontraban ahí, todo era un perfecto desastre. En un movimiento erróneo por parte de Ping, la chica jaló la tetera con demasiada fuerza haciendo que ésta le caiga encima, era té caliente, así que al instante sus padres la reconfortaron, Ping estaba perplejo, lo había arruinado todo... otra vez.

-D-disculpa, yo no quise hacer eso, déjame arreglarlo- dijo el chico nervioso tendiéndole una toalla-.

-¡No puedes arreglar nada, eres un desastre!- gritó la chica furiosa haciendo que todos se quedaran perplejos- podrás ser el chico más atractivo de la región pero eres un completo fracaso, ninguna chica con media neurona se fijaría en ti, idiota.

La chica se puso de pie y salió furiosa de la casa con sus padres siguiéndola, un terrible silencio incomodo abundó en la habitación, Ping se sentía horrible.

-Éste día no puede empeorar más- susurró cabizbajo- estaré en el jardín, por si me necesitan.

Acto seguido se puso de pie y caminó hacia el extenso jardín que tenía su familia y se sentó en el verde pasto, se sentía jodidamente mal, ya no tenía trabajo y tampoco tenía esposa, y después del incidente seguramente ninguna chica se volvería a fijar en él.

-¡Vaya! Los árboles al fin florecen, ¿cierto?- exclamó Fa Zhou sentándose al costado de su hijo, él sólo asintió con la cabeza y miró hacia otro lado- ¿Hace cuanto que no lo hacían?

-Cómo 2 años- respondió el joven aún cabizbajo-.

-Eso es porque todo va a su tiempo, ¿verdad? No podemos apresurar el crecimiento de las flores, éstas brotaran cuando tengan que hacerlo, y si nosotros intentamos manipularlas los resultados pueden ser catastróficos.

Ping volteó al instante que escuchó eso, su padre jamás había hablado de esos temas con él.

-Papá, yo..- habló antes de ser interrumpido por su padre-.

-Entiendo el estrés y la presión que sentías, y por eso tu madre y yo decidimos que ya no lo haremos más, desde ahora tú serás libre para tomar tus propias decisiones.

-Gracias- se lanzó a abrazar a su padre y éste correspondió el abrazo- no sabes lo mucho que ésto significa para mi.

Era una escena preciosa, al fin había logrado que sus padres le dejaran ser libre, él estaba más que feliz, todo hubiera sido perfecto de no haber sido por el sonido de los tambores que significaban la llegada de un anuncio urgente, esto hizo que ambos se separaran del abrazo y corrieran hacia la entrada principal. Resulta que era el anunciante oficial del emperador, venía acompañado de dos guardias y montaban a caballo.

-Los unos han invadido China- habló fuerte y claro el hombre, había gente reunida por su llegada por lo que se impresionaron al escuchar eso- por lo que el emperador solicitó que se viera reclutado un hombre de cada familia- extendió el rollo de papel que llevaba en su antebrazo- la familia Zhaou- se acercó un señor de edad adulta y se le fue entregado el rollo-

El hombre siguió nombrando a todas las familias del pueblo, hasta que se llegó el momento.

-La familia Fa- exclamó el hombre secamente, esperando a que alguien reclamase el rollo-.

Ping- Mulan male versionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora