Rompiendo la rutina (camren g!p)

Parte 2 Final!!!

Lauren avanzó completamente decidida hasta la morocha. Mientras ésta lavaba los trastos dándole la espalda, la joven la tomó de las caderas y la pegó a su cuerpo. Después, apartó el largo cabello castaño para dejar libre el área del cuello.

L: ¿Está segura de que no requiere de mis servicios ésta noche, profesora? – Susurró sensualmente en el oído de Camila, sonriendo ampliamente al sentirla estremecerse en sus brazos. – Yo ya estoy más que lista para cumplir con mi deber... ¿Puede sentirme? – Camila podía sentirla. Podía sentirla muy pero muy bien, presionando contra su trasero, dura y… ¡Oh, Dios: también se sentía grande! –Decídete rápido, Camila, porque no voy a...

Camila ya había tomado una decisión, en el preciso momento en que Lauren entró a su departamento. O tal vez la había tomado antes, cuando la vio apoyada en el marco de la ventana, de la puerta del acompañante de su auto. La verdad es, que no estaba muy segura de cuando había tomado esa decisión. Solo sabía que la había tomado, pero escuchar a la ojiverde decir que ella también quería "eso", y sobre todo, sentir que tan duro y largo lo quería, la hacía sentirse con mucha más seguridad. Así que llevó su mano derecha hacia su espalda, buscando a través del tacto el frente de los pantalones de Lauren, para presionar la erección que tenía ésta, silenciándola en el acto. Giró un poco su rostro hacía atrás y con su mano izquierda, tomó el cuello de Lauren y la atrajo hacia ella, uniendo sus labios en un beso que era, más que aparente, que ambas esperaban con mucha ansiedad.

Los labios de la intersexual eran suaves, "demasiado suaves" dirían algunos, y se movían con delicadeza sobre los de la profesora, arrancándole algunos suspiros cada vez que estos presionaban hacía adelante con más fuerza, para intensificar el beso.

La morena partió al medio sus labios y dejó que su lengua saliera de adentro de su boca, para acariciar ligeramente el labio inferior de Lauren. Esto, junto a la presión, que la cálida mano de la mujer ejercía sobre el gran bulto su pantalón, logró arrancarle un gemido de excitación a la joven. Fue ahí cuando Camila aprovechó la oportunidad para escabullir su húmeda lengua dentro de la boca de la mas alta.

L: ¿Cómo quieres que te folle, Camila? – Murmuró luego de finalizar el "beso francés" y halar suavemente hacia atrás el cabello de la mujer que tenía enfrente. La profesora jadeó ante la ruda y, a la vez, delicada acción de Lauren. – Dímelo y lo haré... Soy toda tuya por ésta noche... – Afirmó, antes de dar una larga lamida al cuello expuesto de quien pudiera haber sido su clienta esa noche. Camila se giró para mirarla con tal intensidad, que Lauren tuvo que desviar la mirada, mientras sentía cómo la sangre le hervía bajo sus níveas mejillas.

C: ¿Estás "limpia"? – El tono de la pregunta fue completamente sincero, sin ningún ápice de asco, cómo estaba acostumbrada a escuchar la joven intersexual: eso la sorprendió bastante. La interpelada contestó con un solo asentimiento, aunque seguía eludiendo la fuerte mirada de la mujer. – Bien... – Camila, con una sonrisa en su rostro, tomó el mentón de Lauren y depositó un suave beso en sus labios. – Yo también lo estoy, así que no necesitaremos usar condón... – Depositó otro beso, ésta vez de una manera no tan suave, en comparación con la anterior, en el mismo lugar que antes. Cuando abrió los ojos y vio la expresión de confusión de ojiverde, no pudo aguantarse las ganas y se le escapó una baja y pequeña sonrisa. – Su profesora toma "pastillas", señorita Lauren... – La joven se sintió bastante tonta por no haber captado el sentido de las palabras de la morocha, pero para nada ofendida por la aclaración sarcástica de ésta. Una vez más, compartieron un beso, aunque en ésta ocasión, hubo intercambios de salivas también. – Quítate toda la ropa y sígueme... – Después de secarse las húmedas manos con el repasador que tenía más cerca, la mujer caminó directo a su cuarto.