Treinta.

Capitulo diez

- ¿Dónde están los chicos?- pregunte.

- Ellos están buscando unas pizzas y algo de helado- Harry se acostó a mi lado y paso su brazo por mi cintura.- Eres muy hermosa Lena

- ¿Eso crees?- le seguí el juego.

- Si eso creo, eres malditamente hermosa

- ¿La más hermosa del universo?

- Sin duda alguna

Miré sus labios y luego sus ojos.

Harry miraba atentamente mis labios.

- ¿Podrías darme un besito?- preguntó con la voz ronca.

- Si- me acerqué a el y besé su mejilla.

- No, yo decía ... Olvídalo- hizo un pequeño puchero.

- Se a lo que te referías- apreté su nariz

-¿Me darás un beso entonces?

- No creo que sea una buena idea

-¿ Por que?

- Porque no somos nada

- Tenemos una apuesta, vamos Len, bésame- se acercó más a mi apretando sus manos en mi cintura.

Puse mi mano en su cuello y lo acaricie un momento.

Acerqué mis labios a los suyos pero solo se tocaron un poco cuando la puerta sonó.

- Yo abro- Harry se puso de pie luego de gruñir.

Abrió la puerta pero no me dejo ver de quien se trataba .

-¿Quién es Harry?- pregunté y el volvió a gruñir.

Quitó su cuerpo de la puerta dejando entrar a Austin.

Me senté en la cama y le sonreí a mi amigo.

- Lena, me enteré de lo que paso , lo siento mucho- dijo él mientras me tendía un ramo de orquídeas.

Lo abracé por un momento y luego le sonreí.

- Muchas gracias

- Bueno yo creo que debo irme- dijo mirando de reojo a Harry que mantenía la puerta abierta.

- Esta Bien- suspiré y volví a abrazarlo.

Austin se puso de pie y le sonrió a Harry antes de irse, el era tan amable y Harry lo trataba como si fuera mierda.

- Cada día lo odio más - Harry se sentó a mi lado y yo lo mire mal.

- Eres grosero

- No me importa

- Pues debería

- Si, pero lo hace- Se encogió de hombros.

- Eres insoportable e intolerante- me cruce de brazos.

- Así como irresistible e indomable- el sonrió de lado marcando su hoyuelo.

- No se si irresistible te define

- Hace cinco minutos estabas apunto de besarme

- Tú me lo rogaste

- Pero tú querías

-¿Qué ganas con esto?- pregunté cansada

- No gana nada, ¿Qué ganas tu?

- ¿Qué pregunta es esa?- hice una mueca.