Alcanzar la felicidad

1.- Interés

En estos instantes me resulta mucho más interesante las puntas de mi pelo que las clases. Que no digo que no me interese la asignatura pero hoy no es mi mejor día.
Solo llevo una semana de clase, solo una y ya se me hace eterno. Aún quedan 8 meses y tres semanas por delante.
El timbre sonó por fin y en cuanto el profesor abandonó el aula se pudo notar como se descargaba la tensión acumulada por el hecho de estar tanto tiempo manteniendo las formas.
No duró mucho este momento de desconexión ya que, antes de lo previsto, la profesora de francés irrumpió en la clase.
-Bonjour! -dijo con una gran sonrisa y cargada con el ordenador y libros.
-Bonjour! -contestamos toda la clase al unísono.
Sin duda, era de mis clases favoritas y no podía negar que me ponía muy triste el que fuese este el último año que dicha profesora me daba clases.
La clase transcurrió de manera normal hasta que cayó el primer afortunado. Bronca para el ganador
-Estoy ya harta de que te tomes mis clases a broma. Fuera. Vas a aprender a respetar...
Desde mi pupitre, casi al final de la clase, observaba como mi compañero salía de la clase seguido de un portazo mientras que la profesora se resignaba haciendo un gesto con su cabeza.
El timbre que daba por finalizada las clases sonó así que recogí mis cosas. Mientras esperaba a mi amigo decidí acercarme a la mesa donde más compañeras se encontraban hablando con la profesora.
-Estaba pensado en poner mañana una película, ¿cuál os gustaría?
-Amélie creo que es una muy buena opción -me precipité a decir.
Todas callaron y me miraron, incluida la profesora que se dirigió a mí:
-¿Te gusta el cine francés?
-Algo he visto.
Vi como sonreía y asentía así que yo me limite a hacer lo mismo y para cuando me quise dar cuenta mi amigo ya se encontraba en la puerta esperándome. Por lo que solo alcancé a despedirme
-Hasta mañana, Ana. Chicas.
Todas se despidieron de mí y salí de clase con un sabor agridulce en el paladar que no sabía a que se debía.