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Me di cuenta de lo que habia hecho, he abofeteado al criminal más buscado en gótica.
Pero joder si que me sentí liberada, me sentí desahogada de toda esta mierda que está mortificandome.

Su mirada se fijó en mi, tenía los ojos entrecerrados, y algunas venas sobresaltan en su cara, se ve realmente enojado.Tocó su mandíbula.

-Tranquilizate.

¿Tranquilizarme?

-¿Es una maldita broma?¿Que está mal contigo?..oh espera, todo. Maldita sea he faltado a mis principios, deberías estar encerrado en Arkham de por vida, me has hecho cómplice de tus asesinatos...joder y todo para que me pagarás así, maldito desagradecido -Espete con rabia.
Sin esperar que me dijera algo salí de su casa deseando tirarme en mi cama y tomar una siesta de 1000 horas que me desconecte de la realidad en la que estoy.

Él no me siguió, y allí entendí todo.
Esperaba una respuesta de su parte, y su silencio y el hecho de que no intentará detenerme me lo han dicho todo.

Camine por la calle y ningún maldito taxi pasaba por aquí, en verdad debo comprar un auto, el antiguo se averio y ya nunca más encendió.
Llegué a un parque y me senté en una banca. Gracias a Dios no uso mucho maquillaje o de lo contrario parecería un payaso por tanto llorar.

Observaba a los niños jugar, sentía envidia, quisiera ser una niña nuevamente, los niños no sufren por estupideces como el amor.

Luego observé a una pareja, riendo mientras comían helado, me hizo recordar las épocas de noviazgo de Jack y yo. Todo era risas...siempre habían una que otra discusión pero nada que no tuviera solución.

Suspiré y sacudi mi cabeza, intentando despejar todos esos recuerdos de mi mente, por que esos momentos jamás van a volver.

Seque mis lágrimas y pasé la mano por mi cabello, intentando bajar su volumen. Me levanté y caminé hacia una cafetería que se encontraba frente a mi, empujé la puerta y pasé rápidamente sentandome en la primera mesa que encontré.

Pedí un café negro, entregué el billete y rápidamente salí de allí, pero iba tan concentrada en mis pensamientos que choqué con un pecho fuerte y ancho.

Grité cuando el café cayó en mis pechos y mi bolso cayó al suelo. Genial, ¿No puede hoy irme mejor?

-Lo lamento yo..no vi-Susurré adolorida por el ardor en mi pecho.

-Fui yo..iba rapido-Se agachó y tomó el bolso, lo extendió hacia mi y lo agarré. Lo mire a la cara y efectivamente es muy guapo, ojos café, cabello negro, labios carnosos y una facciones de infarto. Llevaba un traje elegante gris, creo que éste hombre lo he visto en televisión.

-No se preocupe, gracias por recoger mi bolso -Murmure mientras caminaba, pero el sonido de su voz me hizo parar de caminar.

-Lamento haber arruinado tu café, te invito uno ahora, me llamo Bruce.

Vuelve a mi《Joker y Tú 》Où les histoires vivent. Découvrez maintenant