Yellow.

uno

No soy la misma persona que fui ayer y mañana no voy a ser la misma persona que fui hoy. No soy la misma persona que era antes de conocerte y no soy la misma persona que era una vez que ya te había hecho un lugar adentro mío. No soy la misma persona que era y nunca más lo voy a volver a ser. Porque ahora entendí que yo crezco a través de los daños y no me quedo atrás. Cometo errores y me confundo, no soy perfecta y eso lo sabes muy bien, pero si algo bueno yo tenía es que por vos daba el mundo.
Me conociste en un buen momento. No voy a decir lo que todos siempre dicen de que llegaste en mi peor momento y me salvaste de cosas que no se pueden ni explicar, porque simplemente no fue así, y a esta altura ¿para qué mentir? Me conociste sana, me conociste bien. Con los demonios calmados y ganas de vivir. Después fue cuando caí abajo, después de vos.
Me hablaste y yo tenía miedo y creo que vos también. Me había enamorado antes pero nunca había sido así, nunca nadie había tenido conmigo el interés que tenías vos. Siempre tuve problemas de confianza y creo que eso nos falló, pero no podría estar más agradecida por lo querida que me hacías sentir, por lo completa que me sentía con vos. No nos quisimos de más ni de menos, en ningún momento una quiso más que la otra, y esa fue la mejor sensación del mundo, o por lo menos eso sentía yo.
Las dos estábamos un poco rotas, un poco decepcionadas, un poco tristes, pero siempre juntas, y no hacía falta nada más. Sabía que me querías. Siempre lo supe, y capaz suena tonto ahora, pero desde el primer momento en que me hablaste tuve el presentimiento de que ibas a ser importante. No me equivoqué. Me querías, yo te quería, y empezamos a estar juntas. Me dijiste que te gustaba y mi corazón voló, y cuando se cumplía un mes de empezar a hablar me pediste ser tu novia. Así de genial eras, así de detallista, esa fue una de de las cosas que me atrapó. Creo que ni todas las palabras del mundo alcanzarían para explicarte lo que eso significó para mí, mi vida, lo que significaste para mí desde ese momento. A veces quisiera tanto volver el tiempo atrás, y pensar que sólo fue hace ocho meses. Sin embargo, ahora escribo, seguimos juntas pero estoy tan pérdida que tengo que volver a empezar para no perderme entre tantos recuerdos. Te escribo lo que somos, princesa. Te escribo lo que fuimos. Te escribo ahora porque no se qué va a hacer con nuestro futuro el destino.