Era un día como cualquiera en Ponyville, la princesa Twilight estaba re-organizando los libros de su biblioteca, como acostumbra hacer cada fin de semana, cuando de pronto escuchó un ruido que provenía de afuera, el cual, llamó su atención.
-¿Qué habrá sido eso? -se preguntó la alicornio algo confundida-.
Decidió salir a ver lo que había ocasionado ese ruido, y para su sorpresa, se encontró con su amiga Rainbow Dash tirada en el suelo.
-¡¡RAINBOW!! -gritó la alicornio preocupada y se acercó corriendo a donde se encontraba su amiga-.
-¡¡Ouh!! -se quejaba la pegaso de crin color arcoíris, la cual se encontraba en el suelo- Eso duele... -trata de levantarse pero no lo consigue y cae nuevamente- Ouch... -en ese momento se percata de que su amiga Twilight se dirigía hacía donde estaba- ¿Uh? ¿Twilight?
-¡Rainbow! ¿¡Qué te pasó!? -gritaba la alicornio preocupada mientras ayudaba a su amiga a levantarse-.
-N-n-n-no lo sé -decía algo confundida- Solamente... caí... -mira a Twilight-.
-¿Estas bien? ¿No te hiciste mucho daño? -preguntó preocupada mirando a los ojos de su amiga-.
-Jeje, no te preocupes Twilight, estoy bien -le sonríe a su amiga y al levantarse nota que su cutie mark no esta- ¡Espera! ¿¡Y MI CUTIE MARK!? -gritó alterada la pegaso-.
-¿Qué? -preguntó confundida su amiga para luego darse cuenta que la cutie mark de Rainbow efectivamente había desaparecido- ¡Tu cutie mark! ¡No esta! -gritó alterada-.
-¿¡Pero dónde esta!? -gritó la ya muy alterada pegaso- Debió ser por eso que caí al suelo -mira a su amiga Twilight bastante preocupada-.
-T-tranquilízate Rainbow -trata de calmar a su amiga- Tal ves en mi biblioteca haya algo que nos ayude con... lo que sea que haya pasado con tu cutie mark -se dirige a su biblioteca acompaña de Rainbow Dash-.
Al llegar a la biblioteca, Twilight comenzó a buscar en todos libros que tenía para ver si encontraba algo que las ayudara a resolver el problema de la cutie mark de Rainbow. Al cabo de casí media hora, Twilight seguía sin encontrar algo que las ayudara.
-¿Ya encontraste algo? -preguntó la impaciente y aburrida pegaso- Ya pasó mucho tiempo -se quejó algo molesta mientras miraba a su amiga-.
-N-no encuentro algo que nos ayude -saca libro tras libro con su magia sin encontrar la respuesta a su problema- ay no... ¡No hay nada! -gritó la alicornio desesperada seguido de azotar la mesa con sus cascos y soltar unas pocas lágrimas-.
-Rayos... -dijo un poco alterada Rainbow- ¿Eh? ¿T-Twilight? ¿Estas bien?
Rainbow se percató que la alicornio tenía la cabeza, escondida entre sus cascos, sobre la mesa y soltaba unas cuantas lágrima, la pegaso de crin color arcoíris se acercó a su amiga y la abrazó por la espalda, rodeándola con sus alas, al sentir esto, Twilight alzó un poco la vista y se sonrojó al darse cuenta de lo que Rainbow estaba haciendo.
-No te preocupes Twi -trató de calmar a su amiga- estoy segura de que encontraremos la solución a esto, no te pongas así, por favor, no... me gusta verte triste -al decir esto, tanto Rainbow como Twilight se sonrojaron-.
-Rainbow... -dijo la princesa volteando a ver a su amiga- t-tienes razón -se secó las lágrimas y Rainbow se apartó de Twilight-.
-Así se habla -dijo la pegaso animando a su amiga- Bien, ¿qué otras opciones tenemos?
-Pues... tal ves la princesa Celestia sepa algo, o puede que en la biblioteca de Canterlot, le escribiré una carta a la princesa.
Twilight tomo un pergamino y una pluma con su magia y escribió la carta, la cual decía:
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The Princess and The Knight
同人小說Twilight Sparkle, la princesa de la amistad, y Rainbow Dash, una pegaso de ponyville, se gustan mutuamente, pero ninguna de las dos conoce los sentimientos de la otra, y gracias a una pequeña broma, estarán finalmente juntas.