Corrección. Si fue gran cosa.

Alterado salí de mi oficina, estaba decidido a dejar de pensar en esa chica, no es la única en el mundo.

***

El letrero de Daniel  brillaba en las afueras del restaurant, sabía de antemano que este estaba catalogado como uno de los mejores de Nueva York. Ajusté mi vestido en los costados mientras acomodaba mi chaqueta. Cerré la puerta del taxi detrás de mi y me adentré en el lujoso restaurant.

Quizás había venido con algo poco formal pero Andrew, mi cita de esta noche, había mencionado que viniera cómoda. Lo busqué entre las mesas antes de que una de las meseras se acercara. Cuando nuestras miradas se encontraron me indicó que me acercara y me sentí incómoda pero a la vez poderosa mientras me acercaba a él. Pensé en decirle que tomara un fotografía, para que no se perdiera de ningún detalle pero su mirada fue lentamente recorriendo mi cuerpo.

-Hola. -saludé con una sonrisa al llegar a su lado.

-Creo que no hace falta que te diga lo hermosa que te ves. -su voz era ronca y esperó a que me sentara antes de hacerlo él. Sus palabras eran dulces pero las había escuchado cientos de veces a otros hombres... con los cuales no salí por supuesto pero al dirigir una empresa de citas, escuchas todo tipo de cumplidos dirigidos a la chica o chico con el que salen, por lo que no me sorprende. Aún busco un chico con cumplidos algo más originales y que me dejen sin habla, pero eso es algo que llevo haciendo desde hace años.

-Es lindo el lugar...-dije evitando olvidar el cumplido. Miré con sumo interés la enorme araña de cristales que estaba en el techo y que lograba iluminar todo el lugar.

-¿Nunca habías venido? -me encogí de hombros.- Es difícil encontrar lugar, solo se aceptan reservaciones...

-Puedo decir entonces, que... ¿sabías que aceptaría salir contigo? -mi voz era seductora, me sorprendí de lo bien que lo había hecho.

Andrew apoyó su cara entre sus nudillos, acercándose un poco.

-Tengo un amigo dueño del lugar... aunque, me sorprendí al saber que saldrías conmigo. Supuse que era difícil invitar a salir a la dueña de una de las páginas de citas con más éxito hasta ahora.

Reí e hice un gesto con mi mano quitándole importancia.

-Por favor, no digas eso. -miré hacia el mozo que se acercaba hasta nuestra mesa.

Tomó nota de nuestros pedidos, el restaurant era francés así que me incliné por pedir una entrada de camarones. 

Durante toda la cena intenté evitar hablar de mi vida, aunque no hacia falta que lo intentara porque él solo hablaba de lo apasionante que era dirigir el equipo de diseño de Twitter, lo mucho que había estudiado y sus logros. Estaba por echarme el último camarón a la boca cuando pasó su mano por sobre la mesa hasta que mis dedos tocaron los suyos, no pegué un respingo aunque me sorprendí por lo rápido que pasaba todo.

-Pero bueno... basta de hablar de mi, hablemos sobre ti. -su voz era todo menos seductora para mis oídos, intenté masticar pero la comida se había atascado en mi garganta. Tomé la servilleta y limpié con cuidado mi boca. Carraspee.

-Perdona, ¿Qué decías? -sonreí.

-Quiero...-su cuerpo volvía a estirarse hacia mi, nuestras rodillas chocaron- saber un poco más de ti, eso es todo.

-¿Crees que mi vida es interesante? 

-Claro. No me puede resultar más interesante que una mujer logre sacar una página con tanto éxito y en tan poco tiempo.

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⏰ Última actualización: Dec 02, 2019 ⏰

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