Capítulo 1 • Cuenta la leyenda... ✓

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—Halloween, también conocido como Noche de Brujas, es el momento del año en el que los muertos vuelven a la vida, el momento de Brujas y espíritus. Muchos humanos nos lo tomamos a broma, pero no es ninguna tontería. Cuenta la leyenda que cada cien años las brujas se reúnen a medianoche. Secuestran a una simple mortal para que sea una de ellas. Si te topas con las brujas nunca volverás a ser la misma.

La clase entera estalló en carcajadas mientras la profesora Hunter intentaba hacerlos callar. Lucy Sellers era la que acababa de pronunciar esas palabras. En el Instituto ya se la conocía como "La loca" o "La bruja", así que a nadie le extrañó.

A nadie excepto a Charlotte Rowland, que había llegado nueva al instituto tan solo unas semanas atrás. No había tenido tiempo de hacer amigos, y menos de enterarse de los cotilleos más jugosos. Era vagamente consciente de lo que se decía de Lucy, pero no lo suficiente como para darle muchas vueltas al tema. Rio con los demás, aunque no pudo evitar que la culpabilidad entrase en su pecho como un tsunami arrasando la playa. Se fijó en ella con un mohín en la cara. Lucy miraba al resto de la clase desconcertada. No comprendía por qué se reían de un tema que para ella era serio. Según vio Charlotte, sí que era cierto que estaba loca.

Después del tercer intento fallido por parte de la Profesora Hunter para calmar a la clase, esta se resignó a esperar a que se les pasara la risa. Se hundió en su silla de brazos cruzados. Al ver que Charlotte había dejado de reír con los demás, la llamó a su mesa.

—Charlotte, ¿puedes venir un momento, por favor?

La estudiante se levantó de su silla con el ceño fruncido. Ningún profesor siquiera se había molestado en aprenderse su nombre hasta aquel momento. Solían llamarla Natalie o "Tú, la del fondo". De hecho, ¿qué tenía que ver Natalie con Charlotte?

—Necesito que acompañes a Lucy con el psicólogo del colegio —le pidió la profesora Hunter—. Es la tercera vez que la enviamos esta semana y no me atrevo a que vaya sola. ¿Podrás?

—Por supuesto, señorita Hunter —contestó ella sin mucho entusiasmo.

—Gracias, Charlotte, eres un cielo.

Charlotte tenía un poco de miedo de lo que pudiera hacer Lucy, pero no se atrevió a decirle que no a una profesora. Sabía cómo se comportaban los locos. Por muy inofensiva que pareciese Lucy, podía llegar a ser una verdadera amenaza. Se acercó a ella con el mayor cuidado posible.

—Hola, Lucy —saludó con un tono alegre—. La señorita Hunter me ha pedido que te lleve con el señor Taylor.

La rubia miraba al techo de forma ingenua. Charlotte se quedó a su lado, pasando el peso de un pie a otro con incomodidad. Pasó un buen rato hasta que contestó.

—Pero... ¡si no hace falta que me lleves! ¡Yo ya me sé el camino!

La nueva no sabía cómo hacer para convencerla. Se mantuvo en silencio hasta que, tras unos segundos, encontró la solución perfecta.

—Eh, ya. Pero es que yo no conozco al señor Taylor. ¿Por qué no me lo presentas y así nos hacemos amigos?

—¡Genial! —exclamó la otra chica con ojos brillantes— Estoy deseando presentártelo... ¿como decías que te llamabas?

—Charlotte.

—¡Charlotte, eso es!

Lucy la guio a través de los largos pasillos del instituto. Parecía que conocía muy bien el camino hacia el despacho del psicólogo.

—El señor Taylor es mi mejor amigo —decía soñadora a medida que caminaban—. Es el único que me entiende y que me cree. Ojalá los demás creyesen lo que digo sobre las brujas. Tu también me crees, ¿verdad?

Donde habitan las brujas [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora