Capítulo 1 • Cuenta la leyenda... ✓

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Charlotte asintió sin mucha convicción, pero la otra chica no pareció percatarse de la mentira. Su atención pasó en seguida a otra cosa más interesante. Unos minutos después, se detuvieron ante una puerta que pasaba desapercibida entre las demás. Charlotte no la hubiera mirado dos veces si hubiese pasado por delante en cualquier otro momento.

—Este es el despacho del señor Taylor —declaró Lucy.

La nueva alzó la mirada y se topó con un cartel metalizado que rezaba: «Departamento de psicología». Sonrió a Lucy mientras abría la puerta. Allí estaba el señor Taylor, un anciano tan alto como una farola, de pie junto a la ventana leyendo unos documentos. Alzó la mirada. Al ver a Charlotte frunció el ceño, pero todo cobró sentido cuando vio a Lucy.

—Buenos días, Lucy. Buenos días a ti también...

—Charlotte —terminó Lucy con una gran sonrisa—. Señor Taylor, la he traído para que os conozcáis. Seguro que seréis muy buenos amigos. Entonces podremos ir todos al parque o no sé, a dónde queráis. También podríamos...

—Me encantaría conocer a tu amiga Natalie —la interrumpió el señor Taylor—, pero hoy estoy muy ocupado. Mejor otro día, ¿de acuerdo?

Lucy asintió. Seguía sonriendo, pero Charlotte creyó intuir algo de tristeza en sus ojos marrones.

—Bien —continuó el señor Taylor—. Y ahora, ¿por que no me cuentas qué tal te ha ido el día?

Charlotte salió del despacho con una sensación extraña en el pecho. No le caía bien Lucy; era una chica que le daba mala espina y opinaba que cuanto más lejos de ella mejor estaba. Sin embargo, era la única persona que le había hablado de forma amable desde el comienzo de las clases el mes anterior, lo más parecido a una amiga que tenía. Caminó de vuelta a su aula con esos pensamientos rondando por su mente, pero apenas hubo dado un par de pasos sonó el timbre que indicaba el comienzo de la hora de la comida. Las puertas que había alrededor de Charlotte se abrieron y de ellas salieron miles de estudiantes, una marea de gente que envolvió a Charlotte sin miramientos.

Tras unos minutos, la chica consiguió salir al patio sin ser aplastada por el resto de los estudiantes. A pesar de tener tan solo dieciséis años, era muy pequeña y bajita para su edad. Llevaba siempre el pelo suelto, con sus rizos rubios cayendo libres sobre su espalda. Sus ojos verdes hacían juego con él.

Se sentó con su bocadillo en una esquina del patio. Su trasero no tardó en enfriarse, al igual que lo hicieron sus manos y su rostro. El invierno estaba cerca y el frío comenzaba a hacer su aparición. En unos pocos meses, no habría persona en el instituto que se atreviese a salir fuera. Muy pocos eran los que lo hacían entonces, Charlotte entre ellos. Prefería estar sola, donde la gente no se fijase en ella. Nunca se le había dado demasiado bien hacer amigos y no tenía muchos en su anterior instituto.

Ese planeaba ser un recreo normal y corriente hasta que Charlotte notó que tres de los más populares del instituto, una chica seguida de dos chicos, se acercaban a ella. ¿Por qué estaban ahí y no en la cafetería con todo el mundo? Los ignoró para concentrarse en su bocadillo.

—Hey —la llamó April, una animadora con demasiados aires de grandeza para su gusto—. ¿Hola? ¿Natalie?

Ante aquello, Charlotte se vio obligada a levantar la mirada, con el cansancio dibujado en sus ojos.

—Sentimos molestarte. —Bajó la voz—. Simplemente hemos escuchado que la profesora Hunter te ha obligado a ir al psicólogo del instituto con La Loca. ¿Es verdad?

Charlotte suspiró.

—Sí. He acompañado a Lucy para que fuese con el señor Taylor. ¿Eso es todo?

April miró a ambos costados y se acercó más a la rubia.

—Bueno, es obvio que esa chica no está bien. Verás, solo queríamos saber si... bueno, ya sabes. Si has escuchado algo... importante sobre ella. Algo que pueda servirnos para... eh...

La sangre de Charlotte comenzó a hervir. «No lo digas, no lo digas, no lo digas».

—¿Para burlaros de ella, quieres decir?

Lo susurró, pero a pesar de sus tartamudeos la otra chica consiguió entenderla. Su cara se transformó en una mueca de ira, pero acabó volviendo a la tranquilidad que la caracterizaba. Se inclinó sobre ella.

—Escucha, Natalie —dijo—. Eres una chica inteligente, nadie lo duda, pero la verdad es que no es muy inteligente ir en contra de todos. Si quisieras, podrías venir con nosotras. Pareces maja y me encantaría ser amiga tuya. ¿Estás segura de que no has escuchado nada?

El aire de repente parecía tenso. Charlotte se sintió como en una burbuja en la que sólo April y ella existían. Ni siquiera era consciente de la presencia de los otros dos chicos.

—No, no he escuchado nada. Lo siento. —Ojalá lo hubiese escuchado.

April chasqueó la lengua e hizo una mueca.

—Vaya. Comprendo.

Los tres se marcharon sin despedirse.

A la salida de clase, Charlotte se rezagó del resto. Pronto, no quedaron en clase más que Lucy y ella. Si antes había estado sola, ahora lo estaba más que nunca. Había firmado su sentencia posicionándose en contra de April y ahora su única opción de amistad era la chica con la que todos se metían. Fantástico. Suspiró y decidió que todo era mejor que estar sola. Se acercó a la loca con una media sonrisa.

—Hola, Lucy. Soy Charlotte.

La chica la miró como si no la entendiese.

—¡Pues claro que sé quién eres! —exclamó riendo— Ya sé que eres mi amiga Charlotte. ¡Qué tonta eres! ¿Estabas intentando gastarme una broma?

—Más o menos —contestó—. ¿Esta noche vas a ir a la fiesta de Halloween?

El semblante de Lucy se oscureció.

—Es peligroso salir esta noche. Nunca sabes si las brujas pueden estar acechando.

Ya se esperaba esa respuesta y tenía una excusa preparada.

—Las brujas pueden encontrarnos también en nuestras clases. Además, podemos disfrazarnos de ellas. Así nos confundirán y no podrán atraparnos.

Lucy se mordió el labio y miró a Charlotte.

—A mi madre no le va a gustar esto —se limitó a contestar.

La otra chica esbozó una media sonrisa.

—No tiene por qué enterarse.

Los segundos que tardó Lucy en decidirse le resultaron enternos.

—Vale. —Charlotte sonrió—. Lo haré.

Donde habitan las brujas [CORRIGIENDO]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن