Recuerdos del ayer

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Llevábamos una hora esperando y aún no había respuesta, hasta que de repente sale el doctor de una puerta que tenía marcada la palabra “Emergencias”.

Doctor, díganos como está mi hijo por favor-.dijo mi madre con las lágrimas que ya comenzaban a salir de sus ojos.

Señora lo lamento mucho, pero su hijo quiere despedirse de ambas-.dijo el doctor con mucha seriedad.

No.-dijo mi madre tirándose al suelo sollozando-mis lágrimas no tardaron en salir.

-.gra…cias…doctor-.dije tartamudeando-.no se preocupen, solo apresúrense porque él no le queda mucho tiempo, lo lamento mucho.-yo solo pude asentir con la cabeza.

-.mamá…vamos marcos nos espera-.dije arrodillándome, para quedar a su misma altura.-s…si va…mos-.dijo mi madre parándose del suelo.

Entramos en una sala grande, la habitación era de paredes celestes y el piso blanco en el centro había una camilla. Donde estaba mi hermano lleno de cables y maquinas, una ventana grande donde se reflejaba la luz de la Luna, un sillón grande de color negro en forma de L.

 Nos acercamos y ahí estaba él parpadeando a cada instante y su respiración muy agitada.

Mis dos chicas-.dijo él susurrando-.hijo tú no puedes irte nos harás tanta falta-.dijo mi madre lanzándosele y llorando en su pecho-.shh…tranquila yo estaré bien. Mamá en mi oficina detrás de un cua…dro hay una caja fuerte la clave es la fecha de nacimiento de Lucas.-tomo una bocada  de aire y dijo-. Ahí está todo lo que necesitan saber.

Nosotras te necesitamos aquí-.dije llorando, me acerque hasta el le bese la mejilla y le susurre en el oído-. Te amo.-y él respondió -. Yo a ti mi pequeña.-dijo ya susurrando con los ojos cerrados-. Las amo con todo mi corazón-.y a lado empezó a sonar la máquina –pi…pi…pi-. No-.gritó mi mamá llorando.

Estábamos ambas llorando a mares, hasta que la puerta se abrió y era el doctor  quien nos pidió que por favor nos retiráramos.

-.mamá vamos-.la lleve hacía fuera y la senté en una sillón en la sala de espera.-vuelvo al tiro-.dije aun llorando, ella solo asintió con su rostro escondido en sus manos.

fuí hasta la cafetería que estaba dentro de la clínica, volví lo más rápido posible a donde estaba mi madre-.tomalo-.dije tendiendole el café.-no quiero nada.-se levanto, se seco las lágrimas,y simplemente se fue y me dejo con el café en la mano.

Entre el silencio y la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora