Bienvenida a la torre de Premios Anuales.

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Durante la cena, comió tranquilamente conversando con Harry y Ginny. Ron ese año no había vuelto a Hogwarts, cosa que suponía un gran alivio para ella y sus ganas de disfrutar del último año.


Ella hablaba con la pareja feliz mientras que Draco la observaba desde la mesa de Slytherin, cosa de la que la castaña se dio cuenta y no podía hacer nada más que reír interiormente ante las caras del rubio.


-Buenas noches alumnos- Interrumpió la directora McGonagall al terminar la cena- Un par de avisos importantes. Primero, los de primer curso deben seguir a los prefectos de sus casas hasta las habitaciones, el resto ya sabéis el camino. Y segundo, este año los cuatro premios anuales han sido concedidos a.. Hermione Granger


Ella sonrió ante su nombre y no escuchó los otros tres, dado que ya la habían informado antes sabía que sus compañeros serían Malfoy, Nott y un chico que desconocía. Es decir, compartir torre con tres hombres, pero ella no le veía ningún problema.

Nada más terminar los anuncios de McGonagall, Hermione salió del comedor bajo la atenta mirada de todos. Si alguien tenía la duda de que ese verano había cambiado, ahora ya sabían con certeza que no era la misma mosquita muerta del año anterior.

-Granger, te toca esa habitación.- Dijo Draco al verla entrar por la puerta de la torre de los Premios Anuales.

-Oh, hombre gracias, que considerados sois por esperarme- Añadió sarcástica.

-¿Verdad que si?

-No lo dudo, pero me quedaré la del fondo, la más grande.

-Esa es la mía.- Gruñó Malfoy.

-Ya no, Draquito.

Se acercó hacia él, a coger su baúl que estaba colocado al lado de sus piernas. Oyó unos leves sonidos por lo que supuso que Nott y el otro chico debían estar en sus correspondientes habitaciones. Él se veia frustrado, no pensaba dejar que ella se quedara con su habitación.

Se agachó a coger su baúl y al levantarse rozó suavemente el pantalón de Draco con el hombro y le sonrió.

-Siempre podemos compartirla. - susurró muy cerca de su oreja.

Mientras se topaba con la mirada mercurio de Malfoy se dirigió hacia la puerta que se veía más al fondo. Recorrió con la vista las preciosas paredes de la Sala Común, con los colores de las diferentes casas, los sillones rojos, y la bóveda azul llena de estrellas que se encontraba sobre su cabeza, era simplemente preciosa.

Abrió la puerta de madera que la separaba de una hermosa habitación con los colores de Gryffindor y los de Slytherin, la decoración cambiaba según sus dueños. Cuando vio una enorme cama no pudo más que lanzarse sobre ella y suspirar ante la mirada del rubio.

-Necesito una ducha urgente.

Pero cuando se iba a levantar con la intención de dirigirse al baño, Draco la acorraló, sentándose sobre ella en la cama, y sonriendo con esa media sonrisa que solo él poseía.

-¿Se puede saber que pretendes con tus juegos?

-Sería divertido, ¿no?- suspiró Hermione.

Él se acerca al rostro de la castaña, dándole pequeños besos en el cuello mientras ella cierra los ojos y solo sonríe de manera provocativa. Dado que pudo notar como Draco se tensaba como hacía unas horas en el tren.

-Si alguien supiera lo que ha sucedido..

-¿Lo que ha sucedido o lo que seguirá sucediendo?- Él continuó con la tanda de besos.

Hace mucho calor, Draco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora