¿Quién conoce realmente a Draco Malfoy?

cap. 5 ¿VENDRÍAS A LA FIESTA CONMIGO?

-Si... es que.... hace.... empo...nadie.... amable.... migo.

No la entendí nada con tanto hipido y tanto sollozo. La dí un pañuelo y esperé a que se calmara para que me lo repitiera.

-Gracias otra vez. Es que hace tiempo que nadie es tan amable conmigo. Por lo menos un chico. 

-¿Aunque sea yo?

-Aunque seas tú. -Me sonrió detras del pañuelo- Y por ser tú lo valoro más. No somos amigos. Al contrario, nos llevamos odiando años. Y me has dicho algo muy bonito. Y sé que es sincero por eso, porque realmente no buscas agradarme.

No lo había visto desde ese punto. Puede que tenga razón. Nuestra enemistad puede que nos haga más sinceros el uno con el otro que si en verdad fuesemos amigos.

-Tienes razón. -La campana del colegio anunció la hora de la cena- Creo que deberíamos irnos. Yo no se tú, pero estoy muerto de hambre.

-Vete tú, Malfoy. Yo no tengo hambre.

Me he despedido con un adios un tanto apagado y allí la he dejado, llorando en silencio.

HERMIONE P.V.O

Después de que se marchara Malfoy me he quedado dando un paseo, analizando nuestra conversación. Nunca pensé que, de todos los chicos del colegio, iba a ser él quien más me conoce. Por lo menos se le agradece su sinceridad. En eso tiene razón, nunca ha mentido. Siempre ha dicho lo que piensa, incluso cuando me llama Sangre Sucia. Porque para él lo soy, hija de muggles.  

Cuando he entrado en nuestra sala común, Ginny se ha lanzado a mis brazos riendo como una loca.

-¡Vamos a tener una fiesta de Navidad en el Castillo!

-¿Una fiesta?

-Dumbledore ha pensado que estamos acumulando mucho estress, y que nos va a venir bien distraernos un poco antes de las vacaciones y de los exámenes. ¿Y sabes que es lo más gracioso? ¡Nosotras somos las que elegimos pareja!

-Que bien. Y tú se lo vas a pedir a Harry.

-¿Cómo lo has sabido? -Se ha puesto colorada.

-Ginny, te conozco muy bien. Y cada vez que le ves, te quedas.... en las nubes. Sólo te falta la babita colgando.

-Jajaja. -Nos hemos sentado junto a la chimenea.- ¿A quién vas a invitar tú? Ya que Ron está....

-No me lo recuerdes -pensar en esas dos lapas me produce nauseas- Tengo a alguien en mente, pero no sé yo si querrá venir o no conmigo.

-¿Y a qué estás esperando?

Ginny tiene razón. Como no puedo ir a la sala común de las serpientes (primero porque ya ha sonado la hora de que cada uno esté en su casa. Y segundo que como se me ocurra asomar la nariz por allí, me matan) he decidido hechizar un trozo de pergamino para que vaya hasta Malfoy.  "¿Quieres ser mi pareja en el baile de Navidad? Así nos divertimos creando unas cuantas úlceras de estómago a ciertas personas que no nos están tratando muy bien. Contesta en este mismo pergamino para que me traiga tu respuesta" . Después de asegurarme con otros cuantos encantamientos para que nadie que no fuese Malfoy lo leyese, he susurrado "A la casa de Slytherin, Draco Malfoy". El avioncito ha salido bastante rápido. Ginny me ha mirado fijamente. Con un gesto la he mandado al dormitorio. Harry anda por aquí revoloteando y no tengo ganas de que se entere. He subido detrás de mi amiga, que ya me esperaba sentada sobre mi cama, dando saltitos de impaciencia. Lo bueno de ser prefecta es que tengo una habitación para mí solita.

-¿A quién has invitado? Dímelo ya por favor.

-Espera a que me conteste  y lo sabrás. Pero me tienes que guardar muy bien el secreto, Ginny. Las cosas no están muy bien entre Harry, Ron y yo  y no quiero que empeoren. Por lo menos de momento.

-¿Es un chico de otra casa que no les cae bien?

-Cuando me conteste te lo diré.

Esperamos en silencio. Ginny comenzó a morderse las uñas. Yo me limité a leer uno de los libros que había comprado para pasar el rato. A la media hora el avioncito apareció en medio de la habitación. Planeo hacia mí y se posó en mis manos.

-¡Que pone!¡Qué pone!

Sin hacer caso a Ginny abrí el papel. Con una caligrafía elegante para alguien de su edad, Malfoy había escrito: "Me ha sorprendido tu petición. Y tu osadía. Si me hubieses mandado esto hace unos meses, te habría contestado con una maldición imperdonable. Pero ahora me has pillado con el humor cambiado y bastante travieso. Ya solo el pensar en la cara de San Potter y Caracomadreja merece la pena gastar tinta. Y si ha Pansy la da un síncope y se la llevan a San Mungo, mejor. D.M.  PD: Creo que ha quedado claro, leoncita, mi respuesta es sí". No sé por qué, pero una sensación de alegría desmesurada me ha recorrido entera. Le he dado la nota a Ginny que la ha leido varias veces.

-¿D.M? ¿Es quién yo creo?

-Malfoy. Sí. Últimamente hemos hablado un poco de manera bastante civilizada. Y me viene que ni pintado para vengarme de Harry y del imbecil de tu hermano.

-Tú sabras. Pero una cosa está clara ... -Mientras caminaba hacia la puerta me ha sonreído pícaramente- Te llevas al tío más macizo de todo el colegio. Sea o no una serpiente, tengo que reconcerlo, Malfoy es perfecto.

Y ahí me ha dejado, sonriendo como una cosa boba, deseando que llegue el día de la fiesta. ¡La fiesta! Y yo sin nada que ponerme.