Kim no dejaba de lanzarle miradas envenenadas. Su acompañante escuchó el reporte de ella sin darse cuenta. No encontraban nada, pero habían visto a un hombre sospechoso entrar a una casa abandonada, y al registrarla estaba vacía.

Volvieron a una de las calles en la que anteriormente cruzaron. Sam miraba hipnotizado las calles, como que si despegaba la vista, iban a desaparecer. Dijo que bajarían un momento para entrar en un bar que estaba a unas pocas calles de allí.

— ¿Tienes frío? —preguntó viendo cómo se pasaba las manos agitadamente por sus brazos.

—No, es solo... ¿no lo sientes?

— ¿Sentir qué? —el aire se volvió helado y la luz del alumbrado público fallaba intermitente.

—Eso —una oleada de frio la guio.

Era como seguir un sonido, sentía en su ser que se acercaba a la intensidad de ese sentimiento. Una mezcla entre resentimiento e indiferencia. Sus pies caminaban por sí solos, y volvió a sentir que actuaba de forma mecánica.

Sam sólo la veía confundido. Pero no se movía mucho siguiéndola. También sentía algo, pero ni encontraba la fuente, ni entendía por qué para ella significaba algo.

Unos metros más allá, Tory siguió caminando hasta que al pasar una esquina, vio a un hombre ahorcando a otro. Sus sentidos se activaron de inmediato. Corrió sin saber que debía hacer. Tomó un tubo que estaba tirado cerca y con él golpeó al hombre. Este de inmediato soltó al hombrecito que solo vio la oportunidad, salió huyendo.

Sus ojos negros la miraban con curiosidad. Y golpeó y pateó sin llegar a golpearla, sus movimientos eran lentos, no como los de la joven que daba vueltas a su alrededor y golpeaba cuando podía. Pero su fortuna no duró, en un movimiento de su tubo, el hombre lo tomó y con él comenzó a golpearla. Le dio uno en las costillas que le dolió bastante y la dejó en el piso arrodillada.

Sam llegó y también peleó con el hombre que lo mandó al suelo con un golpe en la cabeza que lo dejó casi inconsciente. Tory trataba de levantarse, pero sus costillas la castigaban por cualquier movimiento. El hombre de un momento a otro, comenzó a reír.

—Al parecer a ti sí —dijo y sacó una arma que una patada de Tory solo logró desviar de su objetivo.

La bala impactó en el brazo izquierdo del morocho que solo volvió a caer. Un sonido proveniente de un aparato del hombre lo distrajo un momento, que le permitió a la muchacha intentar quitarle el tubo y golpearlo con él.

El aludido se enfureció más y de un tirón le arrebató el tubo y con él le dio un fuerte golpe en el estómago, mandándola junto a unos botes de basura. Dio por terminada la pelea y se marchó silbando.

Sam se arrastró a Tory y la zarandeó, ella despertó mareada y se sostuvo de él.

—Hay que pedir refuerzos —dijo sacando su móvil—. Oliver, necesitamos ayuda médica —y cortó la comunicación—. ¿Resistirás? —preguntó sosteniendo su mano.

—Si solo fueron dos golpes. Tú estás sangrando mucho —se sacó parte de la blusa delgada que llevaba debajo de la chaqueta negra y la rasgó para hacerle un torniquete—. No te muevas —lo reprendió.

Cuando lo terminó, notó como sus ojos se cristalizaban. No por el dolor de su cuerpo, sino por el que veía reflejado en el cuerpo del chico. También una picazón en el brazo izquierdo, que mediante pasaban los minutos, le dolió. Sentía como si lo arañaran, e hizo su vista borrosa.

Para cuando Oliver y unos autos destinados a auxilios médicos llegaron, la chica ya estaba desmayada y Sam luchaba por no seguir su ejemplo. Los llevaron lo más veloz que pudieron, ya en el complejo procedieron a darles asistencia médica. A Igor casi le da un infarto cuando se enteró del estado de los muchachos.

Ordenó que trasladaran a su pupila al sector donde se hospedaba. Allí tres médicos la atendieron con urgencia. La sangre que manaba de su brazo izquierdo no paraba y ellos no encontraron nada, por lo que le propusieron a Igor una medida drástica. Le cerrarían la herida y luego le harían una imagen de rayos "x".

Antes de que la chica despertara, fue trasladada a los laboratorios, donde le hicieron los estudios que revelaron que ningún objeto le provocó la herida. Igor sorprendido fue a hablar con Alain y que de paso le resolviera algunas inquietudes.

—Igor, aprende a tocar antes de entrar, por favor —le rogó el líder cuando el susodicho entró sin tocar o saludar.

— ¿Sam fue herido?

—Sí, una bala en el brazo y unos cuantos golpes que sanarán pronto, ¿qué tal la chica? —dijo sin molestarse en observarlo.

—Con la misma herida en el brazo, casualmente ningún objeto lo provocó —la vista desconcertada de Alain chocó con la del instructor.

—Imposible.


¿Nadie más cree que esto es muy extraño? Dejen sus hipótesis en los comentarios y la estrella en dorado. Bye.

 Bye

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Cielos OscurosWhere stories live. Discover now