Parte única

7K 688 415
                                    


Tantas veces en la vida, las personas dan su mejor intento a luchar contra lo que les depara. Sonrisas de dientes brillantes, ojos que enseñan una determinación cual fuego ardiente, hasta un peinado puntiagudo para demostrar que se sobreponen al mundo, al destino mismo.

Sin embargo, una fortaleza puede ser invadida por el enemigo.

Porque realmente ocultar los moretones con sudaderas de mangas largas no es suficiente. Porque unos centímetros más no son suficientes. Porque más horas de entrenamiento no son suficientes. Porque las calorías nunca serán las suficientes.

Es curioso como una persona puede pasar de darlo todo a no dar nada en cuestión de minutos.

Sin embargo, todos saben que esto no es cierto en su totalidad. Porque si, todo se fue al demonio en minutos, pero, ¿qué tanto tuvo que haber pasado en la vida de dicha persona para que todo se desencadene de forma tan desastrosa?

El primer golpe en la mejilla es soportable. La segunda vez es una casualidad. Pero la tercera es un patrón, un patrón que evidencia la gran cantidad de violencia intrafamiliar que recibe diariamente Nishinoya Yuu.

Los golpes eran esparcidos a diestra y siniestra, y las promesas de que nunca sería alguien en la vida no se quedaban atrás.

Pero su fortaleza aún no había sido invadida. No, todavía no. Aún tenía mucho que dar, mucho que demostrar.

Los volantes que repartían en la escuela advertían de pedir ayuda ante cualquier situación de violencia, pero, ¿cómo podría Yuu hacer esto? Sus compañeros de equipo lo tratarían diferente, y es lo que menos quiere. El quiere ganarse su lugar, ser elogiado por sus logros, no convertirse en una fuente de lástima.

Porque a esta altura todo lo que le quedaba era el volleyball; no era lo suficientemente fuerte para conseguir un trabajo donde se requiera cargar cosas, ni lo suficientemente inteligente para obtener un trabajo donde utilizar el cerebro era indispensable. Podría entrenar en otro deporte, pero los demás estarían adelantados en todos los años que él pasó en el volleyball, por lo que no era una opción tampoco.

El ser una persona escandalosa acarrea constantes peleas con aquellos a los que no les gusta su personalidad.

La primera vez que arrojaron sus libros al suelo no le tomó mucha importancia, pero pronto el abuso escolar se volvió constante. La satisfacción de Yuu por poder acertar algunos golpes y patadas no era muy grande, pero era suficiente para pensar que podía contar consigo mismo para su defensa personal.

Después de todo, ¿qué dirían sus compañeros de equipo si supieran que la Deidad Guardiana de Karasuno no podía manejar unos cuantos matones de su mismo año?

¿Qué diría su padre cuando se enterara que, de hecho, su hijo era todo lo que él siempre afirmó?

Se suponía que debía sobreponerse al mundo, no?

Él siguió. No se rendiría, iba a entrenar hasta que le sangraran los brazos para mostrarle a cualquiera que era igual de valioso que cualquier otro jugador.

Sus estudios estaban decayendo, los golpes se volvían más fuertes, y las miradas preocupadas en los rostros de sus amigos eran mas constantes, pero Yuu estaba seguro que tarde o temprano todo valdría la pena.

El foco de atención siempre fue Kageyama y Hinata, pero estaba bien, ellos en verdad eran impresionantes y realmente se esforzaban.

Cuando Tsukishima brilló indudablemente y todos lo reconocieron posteriormente como "el bloqueador que había detenido a Wakatoshi Ushijima" tampoco debía molestarse. Tsukishima era especial, todos lo sabían.

Not alone anymoreDove le storie prendono vita. Scoprilo ora