capítulo 2

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- solo traten de no usarla en centros comerciales, solo lo necesario. Dijo la chica con serenidad al entregarle a un grupo de personas una tarjeta falsificada.
- si señorita. Dijo uno de ellos y se retiraron.
- ey pequeño!. Dijo el chico con una sonrisa al ver al pequeño jimi.
- hola, quería saber si....
- las medicinas de tu abuela?.
- si. Contestó el pequeño con nerviosismo.
- aquí están pequeño. Dijo con una gran sonrisa y se las dio.
Al terminar de repartir lo necesario de cada semana, los dos chicos se golpearon su hombro en forma de saludo.
- las cuentas solo servirás hasta hoy.
Avisó la chica.
- hasta que hora?. Dijo el chico con preocupación.
- lo necesario para que compren ropa y tal vez algo de comida enlatada. Dijo la chica y suspiró.
- entonces todo anda bien.
- eso creo.
Los dos chicos vieron con detenimiento a todas esas personas que disfrutaban de sus alimentos y sus nuevas pertenencias.
Todas esas personas vivían en un edificio abandonado en manhattan, en uno de los barrios más peligrosos y
Desérticos.
Cuando los gemelos llegaron a ese edificio solo habían pocas personas, los niños robaban y los adultos estaban casi por morir. Ellos decidieron levantar a esas personas, hacer que los niños dejarán de robar y mandarlos a la escuela.
Ahora ese edificio está echa una comunidad de personas de bajos recursos, invisibles para todos pues los gemelos taparon con tablas las ventanas y la puerta principal, para protegerlos.
Hicieron un gran trabajo.
- vamos hermana, tenemos que igual descansar nosotros. Dijo el chico y ella asintió.
Dejaron la habitación y comenzaron a subir a la suya.
Niños corrían por los pasillos y algunas mujeres tendían ropas, muchos de ellos los saludaban y ellos sonreían.
Todas esas personas estaban agradecidas con ellos.
Cuando llegaron a su habitación que se encontraba en el piso más alto, se tiraron a la única cama que estaba en el suelo.
- algún día seremos algo hermanita. Dijo el chico con ternura al ver a su hermana algo nostálgica.
- lo se Darren. Dijo y sonrió.
Estos chicos serán genios, conocerán a todo nueva york....pero no fueron aceptados en ningún a universidad o su tecnología nunca pudieron vender a alguna empresa legal, solo al mercado negro y otras personas nada buenas. No les quedaba de otra pues muchas personas dependen de ellos.
A los días siguientes los dos hermanos tenias que salir de nuevo a las oscuras calles de nueva york a robar pues a la mañana siguiente tres de los niños residentes cumplían años.
- cuídense mucho niños. Les aconsejó la abuela de ahí.
- no se preocupe abuela. Dijo la chica besando su mejilla.
- alguna medicina que necesite?. Preguntó el chico.
-no niño, aún tengo.
- entonces nos vamos. Dijo sonriendo y besó la mejilla de la señora.
Al salir de ahí con ropa negra y una bolsa con varios artefactos tecnológicos, se dirigieron a la gran jugueteria de nueva york.
Desactibaron las alarmas y cámaras de video, entraron por la ventana.
El chico hizo un ruido al caer.
- Darren por dios!. Susurró la chica.
- ya perdón.
Prendieron sus linternas negras y pequeñas.
- tienes la lista?. Preguntó el chico mirando a su hermana.
- he yep. Dijo y sacó un pepelito.
El chico se acercó a verla con su hermana.
- en serio?, iron man?. Dijo el chico con desagrado.
- niños. Dijo la chica girando los ojos.- en fin...un capitán  y una......pistola?. Dijo la chica.
- no eso no. Dijeron los dos al unísono.
- mejor un gorila. Sugirió el chico.
- si mejor eso. Afirmó su hermana.
Los dos chicos recorrieron los pasillos oscuros buscando esos juguetes.
Al encontarlos los metieron a una bolsa y en otro una infinidad de dulces.
Salieron de ahí sin dejar rastro, tal vez a  los dueños no les coincida su inventario pero a ellos no les interesa el bien de los ricos.
A estos dos los llamaban de varias  formas, los sin rastros, los reyes del engaño o en ocasiones los estafadores, en realidad eran demasiados alias para ellos o los ilusionistas, aunque para ellos ese era muy estúpido.
Al llegar al edificio, todos ya dormían por lo tanto ellos igual lo hicieron.
Al día siguiente, como era de costumbre se despertaban antes que todos, para organizar las tareas de hoy,de todos los residentes.
Ellos eran los únicos que robaban y hacían cosas ilegales.
Algunos adultos ya se habían despertado para poder preparar comida.
- Ed. Llamó Darren a un sujeto.
- si jefe?.
- vale, no me digas así. Dijo el chico y el sujeto asintió.- bien, toma esto y compra lo necesario para tres tartas, vale. Dijo entregándole varios billetes.
- claro, yo voy.
- excelente, solo no levantes mucho la atención, ve a diferentes tiendas. Explicó el chico.
- si, yo lo hago.
Al hacer algunas otras cosas de rutina los dos hermanos se dirigieron a la sala de reuniones.
A los minutos aquellos tres niños llegaron.
Los dos hermanos sonrieron,una peculiar sonrisa igual a la de su abuelo.
Se sentaron los dos chicos sobre la mesa, moviendo sus pies en el aire.
- listos?. Dijo Sofia y los niños asintieron sonrientes.
Darren se sacudió las manos y con su antebrazo se limpio las migajas de una galleta que comia de sus labios.
Giró y tomó la maleta de juguetes.
- bien. Dijo y abrió la maleta.
- Austin, toma tu muñeco. Dijo y le entregó la caja con el muñeco.- disfrútalo pequeño. Le dijo y el niño empezó a abrirlo.
- iron man!!!. Gritó el niño.
- bien jonan toma tu muñeco. Le dijo Sofia con una sonrisa, se lo dio.- disfrútalo.
- Eleanor sabes que aquí no les enseñamos a ser violentos, lo siento. Se disculpó Darren con la niña.
- solo quería una de agua.
- lo se cariño, pero todo lo relacionado con....eso no es bienvenido aquí. Explicó Sofia.
- esta bien.
- genial, pero te trajimos esto. Dijo Darren enseñándole el gorila.
La niña abrió sus ojos con alegría y llego tomó.
Los dos chicos vieron la escena con nostalgia, pues su infancia no fue ni un poco parecida a esta. Por eso hacían esto con estos niños. Ellos nunca festejaron sus cumple años, a esa edad ellos sostenían un arma y le disparaban a otras.
Los chicos reaccionaron al escuchar a las demás personas cantar.
Suspiraron y sonrieron. Se integraron a la celebración.
Los dos chicos tomaron la otra maleta de dulces y la abrieron. Ellos tomaron algunos chocolates.
Dejaron la maleta en el suelo abierta.
Salieron de ahí, con tristeza en sus ojos o tal vez furia, miedo, eso solo ellos lo saben.
Están conectados.....

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