Elizabeth se llevó ambas manos a la boca, estaba demasiado sorprendida y a la vez contenta. Salió a gran velocidad de la habitación, varios minutos después, todos comenzaron a amontonarse sobre la puerta, intentando observar el anillo.

Entre señas y susurros les indique que debían guardar silencio, pero no obedecieron a mis peticiones.

- ¡OH POR DIOS! ¿Es cierto?-Entro Susan, alegre y entusiasmada. Corrió con rapidez, logrando que Max se tropezara intentando seguirle el paso. Susan brinco sobre la cama, obligando a que Alice despertara.

Y lo logro, pero al parecer Alice se encontraba demasiado nerviosa por ese extraño sueño. Se levantó con gran rapidez, tanto que no pude observar la dirección a la cual había avanzado, gire a mis costados, hasta que se detuvo, chocando con un mueble de madera, se encontraba agitada, con los ojos bien abiertos, mientras portaba en su mano izquierda una de las lámparas de noche, la cual no me percate que había tomado.

Me puse de pie y corrí a su lado, abrazándola y besando su frente para lograr tranquilizarla, lentamente bajo la lámpara.

-Tranquila, no pasa nada-Le quite la lámpara de las manos, ella cedió al instante-Todos... Pero aún más Susan, se emocionó por la noticia.

- ¿Cuál noticia? -Pregunto un tanto confundida.

-Que se casaran, tontita-Respondió Susan por mí.

- ¿Y por eso me despiertas de tal manera?... Ya te había comentado que no debías llegar de esa manera, no es correcto Susan-La joven bajo la vista, fingiendo estar apenada, pero su felicidad era mucho más grande.

-Ella nunca piensa, siempre de entusiasta. En verdad, en ocasiones te hace ver estúpida-Comento Max fríamente, tal comentario fue el detonante de que Susan resultara herida y dañada, sus palabras le dolían demasiado.

-Que tú seas un gruñón, no te da el derecho de insultarla -Comento Alice enfadada, lo supe al instante, al observar como apretaba sus manos con fuerza, y sus colmillos habían crecido un poco.

-Me da igual lo que pienses-Respondió el chico-. Ahora si me disculpan, me iré a mi habitación-Jalo de la soga con fuerza, logrando que Susan callera de la cama, un poco apenada se puso de pie para poder seguirlo.

Pero este no logro llegar a la puerta, Alice se desvaneció entre mis brazos, apareciendo frente a Max. Sin perder tiempo golpeo su rostro con fuerza, Max la observo con odio, pero no pronuncio palabra alguna, aun con su enfado por obligarlo a permanecer atado a Susan, sabía perfectamente que no podría contra ella.

-Eres un imbécil, espero que dejes de comportarte de esa manera tan inapropiada, si tus padres no hablan contigo y te hacen ver que te estas comportando como un patán con ella, yo te lo hare entender, si no me permites hablarte, entonces será a golpes.

- ¡Adelante! -Mi hermano elevo ambas manos al aire-. Golpéame todo lo que quieras, eso no me hará cambiar-Ambos acortaron la distancia, se retaban con la mirada.

Esperaba lo peor, Alice tenía su temperamento, pero Max enfadado podría llegar a ser un idiota, pero también demasiado terco. Alice, cerró fugazmente sus ojos, respiro profundo y se alejó de él, giro un poco su rostro hasta poder observar a Susan, quien se mantenía en silencio.

- ¿Por qué sigues con él? No lo comprendo-Susan sabía que Alice la observaba pero evitaba sostenerle la mirada.

-Porque... Yo lo quiero, lo amo. Aunque sé que él ha dejado de hacerlo, y ahora me odia, esta es la única manera de estar cerca de él, el alejarme me haría mucho daño, más de lo que sufro por sus malos tratos y su indiferencia.

Alma Perdida (Pausada) Where stories live. Discover now