-Ya.-dijo ella, dándome un buen susto.

-Bien.-sonreí reponiendome del susto.

Le hice un movimiento de cabeza para que me siguiera y comencé a caminar para salir de allí. Notaba los pasos de Jade detrás mía por lo que reduje el ritmo para ir al mismo paso que ella. Podía ser incomodo para ella, pero yo me sentía en paz. Tanto que me acerqué a ella y tomé su mano para caminar juntos por la arena hacia el lugar. Noté su mirada sobre mí pero no la solté. No sé de donde estaba sacando la valentías de hacer cosas como esta, suelo ser muy vergonzoso cuando me lo propongo. Una pequeña chabola apareció un poco más adelante y supuse que sería ahí. Un hombre bastante moreno, con el pelo largo y una altura asombrosa estaba por fuera, preparando las tablas.

-¿Connor?-preguntó al vernos llegar.

-El mismo, un gusto.-le tendí la mano en forma de saludo cuando se levantó.

-Un placer. Soy Rick, seré vuestro monitor hoy.-sonrió saludando a Jade también.

-Jade.-sonrió ella con cortesía.

-Espero que estén preparados. Podéis quitaros la ropa y dejarla en la cabaña, cerraré la puerta con llave.-agitó las llaves en sus manos.

-Genial, ahora volvemos.-le sonreí.

Tiré suavemente de la mano de Jade, que no había soltado aún, y nos acercamos a la pequeña cabaña. 

-¿Qué vamos a hacer? ¡Esas tablas son enormes, C!-dijo ella emocionada.

-Se llama Paddle Surf, ¿has oído hablar de él?-dije quitándome la camisa y poniéndola sobre una silla.

-Creo que sí.-sonrió mirándome.

-Tenemos toda la mañana para estar en el agua con las tablas.-moví las cejas.

-Genial.-asintió.

Ella se desvistió rápidamente. No pude evitar mirarla en todo el rato. Creo que el amor me ha dado muy fuerte con ella. De cualquier manera me encantaba estar con Jade y ahora mismo, solo con su bañador, estaba muriéndome lentamente. Me siento como un fan de ella. Es preciosa. Salimos en silencio y nos acercamos al monitor, esta vez no le agarré la mano. 

-¿Estáis listos?-ambos asentimos.-Bien, coged una tabla y seguidme.-sonrió Rick.

Me agaché y cogí una. Eran realmente pesadas y mucho más grandes que yo. Lo único que espero es no perder el equilibrio y caerme delante de Jade, será muy vergonzoso.

-Estas tablas son el doble de grande que yo.-se rió Jade.

Ambos llevábamos las tablas delante nuestras, siendo imprudentes porque podríamos caernos con cualquier cosa que hubiera delante y no viésemos. Miré a Jade cuando dijo eso y me reí de lo pequeña que parecía.

-¿De que te ríes?-se quejó ella con una sonrisa.

-Te ves tan pequeña con esa tabla.-me burlé.

-Habló el grandullón.-puso los ojos en blancos mientras reías.

Me acerqué a ella con cuidado de no chocar con las tablas y le robé un beso rápido cuando menos se lo esperaba. Ella pareció sorprenderse pero yo no podía evitar estar más feliz aún, si podía estarlo.

-Te prometo que lo pasaremos bien.-le guiñé un ojo y tiré la tabla al agua.

Me adentré un poco más en el agua dejando a Jade caminar confundida. Rick nos enseñó a ponernos de pie y a controlar el equilibrio sobre la tabla. Obviamente y para mi mala suerte, yo me caí más de tres veces. Soy tan patoso.

Littles Horan (n.h.) TERMINADAWhere stories live. Discover now