Foráneo en Monterrey escrito por Victor M. Gonzalez

"Completamente"

¿Cómo conocí a José? José era aquel típico chico que vivía con sus padres. Tenía casi treinta años y todavía no tomaba sus propias decisiones. Trabajaba en un banco muy conocido en la ciudad. Tenía todo para ser independiente pero le faltaba algo que desconocía.

Nos conocimos cuando cobré mi primer cheque por mi primer relato. Estaba tan contento que en lo único que pensaba era en comprar ropa y zapatos. Era su hora de comida y fuimos a comer cerca de la Alameda. Habló un poco de su vida aburrida y algunos planes a futuro. Quedamos de ir de compras.

—Bienvenido a Nuevo León—dijo acariciando una playera verde.

—Bueno, ya tengo algo de tiempo viviendo aquí—tomé unos zapatos negros que me encantaron.

—Aun así eres nuevo. Te va encantar esta ciudad. Tenemos que ir a un bar.

Ahí fue cuando nuestra amistad comenzó. Escuchar a José era escucharme a mí. Amaba la ropa. Le encantaba tomar. Y eso de estar de en bar en bar y de antro en antro me decía que era otro yo pero noble.

Llegó el fin de semana y salimos a un bar muy conocido en Colón. Empezamos hablar de lo que más me interesaba de José. Todo fluyó tan fácil y sin nada de complicaciones.

—Creí que era mi complemento. La verdad me gustaba pero me puso el cuerno. No se lo voy a perdonar. Pero te digo algo... lo extraño—dijo en un susurro.

¿Qué es lo que queremos completar al tener alguien a nuestro lado? Para todos aquellos que fueron complementos de alguien: siempre buscamos completar algo que no sabes que es. Una vida, un sentimiento, o el corazón. En realidad que es lo que queremos completar. Nacimos solos y nos moriremos solos.

—Eres bueno escuchando, amistad—dijo cuando tomaba su octava cheve.

Esa noche José olvido a su viejo complemento y, cerca de los baños, conoció a su nuevo complemento. Después de meterse la lengua hasta la garganta desaparecieron y yo me quedé a esperar mi complemento.
¿Lo encontraré?