¿Lo Que Sea?

¿Lo qué sea? -capítulo único-

Nota importante: Ninguno de los personajes que aparecen aquí me pertenecen son propiedad de Eiichiro Oda, lo único que me pertenece es la idea de este one-shot y hago esto sin ningún fin de lucro.

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- Ja, no te creo capaz Trafalgar.- dice un pecoso arrogantemente cruzándose de brazos.

- ¿Y por qué no, Porgas-ya?- responde molesto un moreno con ojeras.

- Simplemente lo sé.- sonríe el menor de sombrero naranja.

-¿Ah, sí? ¿Qué te hace pensar que no puedo hacer lo que sea que estás pesando?- frunce el ceño.

-¿Por qué? simplemente lo sé.- sonríe con suficiencia.- hay una sola cosa que no serías capaz de hacer por Luffy.

Law para ese punto, estaba a punto de ahorcar a su cuñado ¿Cómo ese remedo de hermano mayor se atrevía a cuestionar su amor por Mugiwara-ya de esa forma? Le demostraría que si era capaz de todo por el suspiro con resignación Trafalgar dijo- A ver Porgas-ya, según tú ¿que no estoy dispuesto hacer por mí Mugiwara-ya?- dijo recalcando el "mi" para enojar al castaño.

La provocación funciono ya que, en el rostro de Ace se podía ver una vena saltada y un aura oscura a su alrededor.

-Bien....- comentó Ace secamente, mientras giraba su cuerpo para dirigirse a la cocina en busca de su prueba de fuego.

Por su parte el mayor de ojeras se quedó sólo en la sala del hogar de su pequeño novio y los hermanos mayores de éste, ahora que lo pensaba, no había llamado a su Luffy para avisarle que se encontraba en su casa listo para llevarlo a una cita si le concedía permiso.

Como si él y su pareja estuvieran conectados, la puerta del departamento fue abierta y a juzgar por la fuerza con la que azotó contra la pared, estaba seguro que el posible causante de tal acción era...

-¡Ya regrese!- se escuchó una cantarina voz de su energética pareja.

-Bienvenido Mugiwara-ya.-dijo Law abriendo los brazos preparándose para recibir a su pareja.

-¡Torao! Shi shi shi- gritó con emoción mientras abrazada al mayor como un koala a un árbol, al ver que su novio se encontraba en casa.- ¡Te extrañe mucho! -exclamó con alegría como si no se hubieran visto en décadas.

-Yo también te extrañe.- en eso el del sombrero de motas beso a Luffy en los labios los cuales estaban algo ásperos y sabían a galletas saladas. Por su parte el menor no se negó al beso si no muy por el contrario, lo correspondió con gusto él amaba que su doctor favorito lo besara.

Cuando dieron por terminado el beso la vista del oji-gris se posó en el acompañante de Luffy, un rubio de piel bronceada, mirada adormilada, con un peinado algo especial y vestido con un short largo de mezclilla, una playera violeta y unas sandalias.

-Hola, Marco-ya.- saludo cortésmente Law aun sosteniendo a su pareja en un abrazado a su koala personal.

-Hola, Law ¿Qué tal? yoi.- respondió el rubio con su usual expresión de aburrimiento eterno.

-Bien.-contestó sonriéndole al pequeño que sostenía.

-¿Y dónde está Ace? Pensé que estaría aquí, yoi.- soltó Marco volteando a todos lados de la sala-comedor del departamento de los hermanos D.

-En la cocina.- respondió mientras sentía como su pareja le basada el cuello de una manera tentadora sorprendiéndolo un poco.

Marco por su parte elevo una de sus rubias cejas en forma de curiosidad al escuchar la último dicho por el mayor de los pelinegros ya que, pudo jurar que lo escucho un poco entre cortado.