Mi mayor locura; One-Shot.

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***Antes de comenzar si gustan claro; les recomiendo leerla con esta lista de reproducción o la que mas sea de su agrado; https://www.youtube.com/watch?v=IQO7Cka4CMY&list=RDIQO7Cka4CMY&index=1***

Desperté y sentía mi cuerpo pesado, como cuando estás muy cansada después de una larga caminata bajo el sol y tu cuerpo estuviera por caer, tenía un dolor que provenía desde mis brazos, como si me hubieran tomado con fuerza por medio de ellos. Abrí mis ojos y vi el techo; blanco como la nieve, levanté mi rostro para observar el lugar vacío a mi derecha, mi novio ya se había marchado al trabajo, bajé la mirada con tristeza porque últimamente lo veía poco y eso me era deprimente. Yo quería verlo, tocarlo y besarlo... pero su nuevo horario lo hacía irse muy temprano, antes de que yo pudiera despertar, y volver muy tarde cuando yo ya estaba dormida y por alguna razón, a pesar de que mi sueño era ligero, siempre dormía desde las nueve hasta las diez.

Decidí bajar de la cama en cuanto mi estómago comenzó a pedirme alimento, toqué el frío suelo descalza y un escalofrío pasó por todo mi cuerpo. Después de un relajante baño caliente me vestí con su vestido favorito, uno color rojo con cinta negra en la cintura; el siempre decía que iluminaba mis ojos, yo sonreía porque se quedaba observándome por horas y horas...y yo a él. Mi novio es muy guapo; le dije a mi reflejo en el espejo viendo mi cabello por el pronto despertar, lo arregle lo mejor posible con dos coletas como a el le gustaban y me maquillé levemente con la esperanza de que hoy llegara de pronto a mitad del día y poder abrazarlo y demostrarle cuánto le amaba. Caminé por el pasillo y bajé las escaleras. Por alguna razón la sensación de que algo estaba diferente me pasó por la mente, la casa estaba muy fría, muy solitaria...y blanca por doquier.

Fruncí el ceño intentando encontrar lo que faltaba pero no pude recordar nada.
Entré a la cocina de nuestro apartamento para preparar un desayuno para dos. Mi risa inundó el lugar ante el hecho de que yo nunca había cocinado para una persona...siempre para una pareja: para él y para mí. Comí despacio y viendo la puerta todo el tiempo a su llegada, el silencio de la colonia me abrumaba pero a cualquier mínimo ruido me levantaba de mi asiento para asomarme por la ventana.
En un par de ocasiones vi su rubia cabellera al aire, juraba verla pasar...pero cuando me levantaba para asomarme a verlo solo me daba cuenta que estaba sola una vez mas.

Suspiré y mientras lavaba los trastos, vi que el jardín estába muy desolado, 'lo extraña' me dije. Después de todo; él no me dejaba tocarlo porque decía que ése era su trabajo, muchas veces rodé los ojos y le dije que era un tonto por ello, pero dentro de mí sabía que era para quitarme ese trabajo y, por supuesto, para darme rosas que él mismo plantaba.
Una rosa blanca vivía aún en medio de todo el jardín y mi mirada bajo hasta ella, algo nos unia a las dos... la soledad.

Limpié la casa con calma suficiente, enfocándome en cada punto con cuidado. Noté que faltaba una foto de los dos encima de la chimenea. Me quedé observando ese punto vacío durante un buen rato, intentando recordar hacia donde la había movido. Una tristeza me invadió porque era mi fotografía favorita: aquella de nuestro baile de graduación...de nuestro primer beso como Marinette Dupain-Cheng y Adrien Agreste,una risa traviesa salio al recordar cuando nos descubrimos esa misma tarde; quien hubiera pensado que me enamoraria de un gato...de mi gato tonto.Seguí con mi monótona tarea intentando que el paso de los segundos fuera más rápido, me prometí quedarme despierta para la hora en la que él llegara, fuera cual fuera, aun cuando el día de mañana despertara más tarde e hiciera menos cosas en casa. Quería verlo...lo necesitaba.

El era mi novio...
Mi compañero...
Mi vida...

Abrí la puerta de su oficina en el departamento y me sorprendió verlo tan poco ordenado. Lo había limpiado apenas hacía unos días, ¿no?
La tierra posaba encima del escritorio y su silla, de los diplomas que tenía y sus libros favoritos. Me acerqué sonriente hasta el mueble donde tenía una copia exacta de la foto que se había perdido, pero sufrí una desilusión al no encontrarla. Cuando le viera le preguntaría si él tenía que ver con que no estuvieran en casa.
Un fuerte dolor en el corazón me detuvo de pronto: ¿y si eso significaba que ya no me amaba? ¿Queria separarse de mi?
Las lágrimas se acumularon en mis ojos empujando por salir y arruinar mi maquillaje que había logrado para el, logré detenerlas unos segundos pero no más, me dolía pensar que él ya no me amase.
Lloré por algunos minutos que me parecieron interminables, donde mi mente recreó la idea de estar el resto de mi vida sin él... y creí que me iba a volver loca. Lo necesitaba, él era todo para mí.

¿Donde estas,mi luz?Where stories live. Discover now