—¡Tú quedarás más mojada!

—¡No tú!—Le tiro más agua. El agua se vuelve espumosa.

Le tiro espuma en la cara, el cuál arruga la nariz. es tan gracioso, rio sin parar como idiota hasta que él se lanza encima de mi llenándome de espuma.

Hecho un vistazo al baño el cuál pareciera como si se estuviera inundando. Lo agarro del cabello y lo miro fijamente. Parecieran minutos, mirándonos allí en medio del agua. Comienzo a tiritar levemente, lo siento por mi labio que se mueve.

—¿tienes frió?

—no pendejo estoy en modo vibrador.

Se ríe a carcajadas, luego me mira a los labios provocativamente

—No...—escucho su voz casi en un susurro cerca de mis labios.

Las gotas de agua caen por mi rostro y de igual manera por el suyo. Juntamos nuestras frentes y respiramos entre cortadamente, sin ni siquiera besarnos.

—Sí zayn,si...—Pongo mis manos apoyadas en sus hombros.

Damos una última respiración profunda y a la misma vez.

— ¡No!—se levanta rápidamente de la bañera saliendo de ella, pasa sus manos por su cara y me mira—Esto, esto no está bien.

No sé qué decir, esto que acaba de pasar es...muy...*suspiro* Lo único que puedo hacer es ver como se larga del baño, dejándome ahí sentada. Lo veo detenerse y girar a mirarme.

—No tenías por qué arruinarlo Gigi—Su mirada se desvía hacia abajo para luego salir.

Y ahora... ¿Qué mierda hice? Que le pasa a ese idiota. Salgo de la bañera porque o si no me dará hipotermia.

(...)

No sé exactamente porqué pero zayn se ha enojado. Él y sus problemas internos me terminarán volviendo loca...tal vez él no quería besarme, está bien, pero... ¿Cuál es la necesidad de hacerme sentir mierda?

Escucho como los autos pasan de aquí a allá, el bullicio de la ciudad suele ser algo común.

—¿Se le ofrece algo más?—La camarera se acerca a mí con una de esas cosas para anotar con esa otra cosa que se escribe. Ehm si el lápiz.

—¿Una malteada?—digo en manera despreocupada.

—Que sean dos—Miro hacía a mi lado, un chico de cabello rubio se sienta al lado mío-¿No te molesta verdad?

—Depende—El chico alza una ceja—¿Tu pagarás las malteadas?

Noto como una sonrisa se forma en sus finos labios—:Por supuesto.

La chica asiente con la cabeza y se larga.

—¿Me dejarías saber tu nombre?

Le doy un vistazo al chico de arriba a abajo, descaradamente ¿Por qué solo ellos pueden? Lleva unos jeans, una polera y encima de ella una camiseta a cuadros. Su cabello está desordenado, pero es corto.

Tiene una nariz recta con una pequeña desviación al medio, casi ni se nota, tendrías que estarlo observando minuciosamente, como yo. Sus ojos tienen un color azulado claro, casi celeste.

—¿Ya terminaste de observarme?—Alza una ceja juguetón.

—Ajá—asiento con la cabeza y continuo mirando por el vidrio hacía a la calle.

—No me has dicho tu nombre aún.

—Me llamo Gigi, un gusto—Dejo mi mirada fija al frente, no tengo ganas de socializar.

—Bueno, tienes un nombre fuera de lo común—Genius, no me había dado cuenta-Mi nombre niall.

La camarera llega hasta nosotros y nos da las malteadas para luego marcharse.

—¿Qué haces aquí sola?

—A veces siento que me estorba la gente.

—¿Yo te estorbo?—lo miro por un momento, su sonrisa es amplia mostrándome sus dientes.

—Más o menos—Hago una mueca.

—Eres directa, eso es bueno—Veo que saca una tarjetita de su bolsillo y comienza a mirarla.

—¿Qué es eso?

—Al parecer también eres curiosa—ríe—Es una entrada doble para ir a un festival de comida, las delicias más grandes de todo el mundo—Esperen... ¿Comida?—Pero no tengo con quien ir, a nadie que conozco le gustan estos tipos de evento.

—Deberías relacionarte con gente interesante—Miro con fascinación esas entradas—Tienes suerte.

Me mira y luego mira las entradas—: ¿Te gustaría ir conmigo?

Ya rugiste, campeón.

Odio Amarte»MalikWhere stories live. Discover now