La Hija Del Presidente

Prólogo

- ya déjame tranquila - me solté de su agarre

- no entiendes, no te puedo dejar sola - me di la vuelta encontrándome con esos ojos azules

-¿porque no? Se cuidarme sola

- aranza no puedo

- no me digas así, solo vete de la habitación - el sin decir nada se fue

Necesitaba pensar, todo a pasado tan rápido que no puedo comprender nada, solo quiero regresar a casa con mi padre..

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-¿sabes algo de mi padre? - pregunté al entrar a la sala

- me dieron ordenes y no...

- y no puedes decir - dije completando su frase

- aranza

- ya deja de decirme así - odio que me diga así, si tan solo pudiera borrar ese nombre todo fuera mejor

-pero es tu nombre - dijo sin entender

- dime sarai - el frunció el sueño

- ¿porque?

- es mi segundo nombre, no vuelvas a llamarme aranza - el asintió y salí de allí para ir a la cocina

Tome un pan y comencé a comerlo ya que tenia mucha hambre, al terminar subí a mi habitación pero antes de entrar alguien me interrumpió

- alistate, tenemos que salir - me di la vuelta y me encontré con mi guardaespaldas

¿Iré a ver a mi padre? - el negó - entonces no iré

- esta bien - seguí caminando pero mis pies dejaron de tocar el suelo, me había cargado, comencé a golpearlo pero eso a el no le molestaba, me subió al auto y comenzó a conducir

-¿me puedes decir a donde iremos? - sabia que me diría que no pero quería intentarlo

- no - puse mis ojos en blanco y mire por la ventana, no me fije en la carretera solo escuche la voz de mi guardaespaldas

- baja, ya llegamos - baje del auto y mi boca formó una "o" de la sorpresa

-es el pentágono - dije sorprendida, mi guardaespaldas me miró para luego rodar sus ojos - ¿que?- dije frunciendo mi ceño

- ¿eres la hija del presidente y nunca has venido al pentágono? - yo negué - esto si es sorpresa

No se porque las personas creen que por ser la hija del presidente conozco todos los lugares, y no, no es así hay muchos lugares que quiero conocer pero mi padre nunca quiere ir o dice que esta ocupado.. Al entrar habían muchas personas caminando de un lado a otro como si algo malo estuviera pasando

- por aquí - dijo mi guardaespaldas, lo seguí por un largo pasillo hasta llegar a una puerta blanca en esta había un hombre blanco, cabello canoso y de unos 60 años pero se veía de menos edad

-que gusto verte Bryan - por lo menos ya se el nombre de mi guardaespaldas - ¿tienes a la chica?

-si- respondió Bryan mientras se apartaba para que aquel hombre me viera

- bienvenida al pentágono dijo abriendo la puerta.....