- Aplícate el cuanto guapo! ¿Has pensado por un segundo que tu estabas haciendo lo mismo pero con más de 100 tías?- No sé si era porque de verdad eso me afectaba, porque estaba cansada o por la borrachera que llevaba, pero empecé a llorar.

- ______ lo siento, de verdad que lo siento! No me he dado cuanta de eso, puede que sea verdad, pero no podía simplemente ignorarlas... - No pudo acabar de hablar ya que yo saqué la cabeza de la ventanilla y vomité. Louis aparcó el coche en una acera y se bajó para dar la vuelta al coche y llegar hasta donde yo me encontraba.

- _____ ¿estas bien?- Cogió una camiseta de la parte trasera del coche y me limpió al cara. Yo seguía llorando, ya que siempre que vomitaba empezaba a llorar, no sé muy bien por qué, pero siempre lo hacía.- Tranquila preciosa, ya pasó.- Dijo mientras me abrazaba y acariciaba mi cabeza. 

Después de un rato así, me volvió a meter en el coche pero yo me dormí al instante. Noté como unos brazos me cogían pero yo no me moví, no sabía si era un sueño o estaba ocurriendo de verdad, pero por si acaso, decidí volver a dormirme. Unos pocos minutos más tarde, el contacto de unas sábanas frías hizo que volviese a despertarme y al abrir los ojos me encontré con las de Louis.

- Tranquila preciosa, ya estas en la cama. Duerme.

- ¿Mi padre está en casa?

- Ya le digo yó que has llegado.

- Gracias Louis, gracias por todo.- Dije agarrando su camisa para que no se alejase, adoraba su aroma, adoraba sentirlo cerca. El se tumbó junto a mi y me abrazó. Llevábamos un tiempo así y yo estaba a punto de dormirme cuando Louis habló.

- Gracias a tí _____, por aparecer en mi vida, por hacer que volviese a creer en algo,  por hacer que volviese a sentir.- Dijo en voz baja. Estaba segura de que el creía que yo estaba dormida, por lo que disimulé como pude una sonrisa y me dormí pensando en lo que acababa de confesarme.

(...)

Me despertaron  unas suaves caricias, así que abrí los ojos pero no reconocí nada, nada excepto esos ojos azul verdosos.

- Buenos días preciosa!- Me saludó Louis.

- Bueno días.- Nada más decir eso noté un fuerte dolor de cabeza. Mierda, la fiesta.- ¿Donde estoy?- Dije algo confundida y mirando a mi alrededor.

 - Ayer estabas fatal y me daba pena despertarte por lo que te traje a nuestra casa.- Asentí sin estar del todo segura.

- Ay dios, ¿Y mi padre?

- Tranquila, ayer le envié un mensaje diciendo que te quedabas a dormir en mi casa.- No me lo creía, ¿enserio era tan retrasado como para hacer eso?

- ¿Que le dijiste qué?- Dije incorporándome ya que los dos estábamos aún tumbados en la cama.

- Tranquila, lo escribí como si fueses tú y puse que tenías que trabajar por la mañana con nosotros y que te quedabas en nuestra casa. Además le envié una foto de la habitación de invitados para que se lo creyese.- Eso último me hizo muchísima gracia, así que no pude evitar reírme, aunque pronto dejé de hacerlo por el dolor de cabeza.

- Gracias Louis.- Dije mientras él me sonreía. De pronto lo recordé. Recordé con lo que había soñado, con lo que me había quedado dormida, lo que Louis me confesó pensando que yo estaba dormida. Enrojecí al instante y noté como mi corazón se aceleraba. Mierda, Louis lo va a notar, él lo notará...

- Buenos días chicos!- Dijo un sonriente Liam, que llegaba con una bandeja en la que traía dos vasos grandes de agua y unas cuantas pastillas.

- Eres mi héroe Liam!- Dije mientras me abalanzaba sobre las pastillas y el agua. Aunque obviamente, no era solo por eso.

YOU MAKE MY HEART RACE (PAUSADA)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon