—Y dime, John —le hablo mi padre, todos estábamos sobre la mesa cenando sopa de calabaza inglesa— ¿Qué tal con tus preparativos para Lauren?

—Fue un excitó, papá —John sonrió de par en par—. ¡Lauren por fin acepto ser mi novia

—Ahora es Lauren Deacon —me burle por la reacción casi infartada de mi mamá, escuchar a su bebé decir que ya era todo un hombre y con novia no le hizo ningún bien

—A mí no me parece del todo que tengas novia, bebé —mamá no pudo ocultar sus celos tampoco

—Mamá, es que ya no soy un bebé —John cerró los ojos molesto

—Mis dos hijos empiezan a tener novia ya —papá no dejo la conversación—. Creo que debo comenzar a preocuparme por mi cartera.

—¿Nos vas a dar más dinero, papá? —pregunto emocionado Brian, aunque él ya ni siquiera tenía novia

—¿Y yo? —hablé, todos me miraron— ¿Ya puedo comenzar a tener novio? —me atemorice por la reacción de mi padre, que de inmediato supe que no sería buena por su expresión fría y la de John y Brian

—Yo creo que todavía no está en la edad de tener novio, papá —le sugirió John ¿Quién le había pedido su opinión?

—Yo estoy de acuerdo con John, papá —Brian se atrevió a hablar ¡Tampoco habían pedido la suya!

—O sea ¿Ustedes si pueden tener novia, pero yo no puedo tener novio? —arroje mi cuchara al plato, esperando una respuesta justa

—Puedes tener novio, pero no quiero que descuides la escuela —caí con la boca abierta ¿En serió papá había dicho eso? ¿Ya podía tener novio?

—¿En serio? —todavía estaba en shock

—Sí

En aquel momento salté de emoción. Pensaba que jamás en su vida ellos aceptarían que su niñita creciera y empezara a salir con chicos. Sí, siempre supe que me había tocado un papá y un hermano celoso, pero que jamás ellos doblaran el brazo y me dejaran ser feliz. 

Los meses siguieron su cuenta. Ya era octubre de 1967 y yo había empezado a tener una cercanía más en confianza con el hijo mayor de los Gibb, Barry. Tener a Barry tan cerca y también tan enamorado de mí era un privilegio ¡Porque todas las chicas del colegio morían por él! Barry era guapo y también todo un caballero, además sus hermanos me caían de maravilla.
Brian y Linda Agatha habían vuelto a finales de septiembre, lo recuerdo tan bien porque fue la primera vez que Brian empezó a llevarla a la casa e invitarla a las cenas ¡Cómo la detestaba! Era una tortura verla sentarse con mi familia y reírse con mi madre como estúpida, mamá la adoraba ¡Y era precisamente eso lo que más me molestaba! En fin. John y Lauren iban de maravilla, ella le había obsequiado a mi hermano un lindo oso de peluche por su tercer mes de noviazgo. Los tres meses en los que había visto más feliz a mi hermano en toda su vida. 

Aquella tarde de Octubre me la pase en el jardín jugando con Staffy todo el tiempo. Estaba agotada por la caminata por toda la residencia paseando a Staffy en el parque y cuando regrese a casa, lo único que hice fue dejarme recostar en el jardín junto a Staffy, mi perro también estaba sofocado, ya que había decidido recostarse a mi costado bajo un árbol. 
Tenía los ojos cerrados cuando de repente oí pisadas acercarse hasta donde estaba, cuando abrí los ojos vi a Barry caminar a mi encuentro ¿Barry? Él no me visitaba hasta los fines de semana ¿Qué le hacía estar ahí? 

—Hola Jehn —él se detuvo bajando la cabeza y quitándose sus lentes de sol 

—¿Barry? Hola —me reincorpore un poco avergonzada por la posición en la que me había hallado 

Cásate Conmigo ©Where stories live. Discover now