Odio Amarte»Malik

capitulo 1.

—Mira mamá a mí no me interesan ni tus amigos ni los hijos de ellos, Si llegó que bien por él ¿A mi qué? Además él no tiene nada que ver conmigo.

—Pero pronto tendrá.

—¿Qué quieres decir?

—Pronto sabrás, adiós.

Y me cortó, Dejándome pensativa en sus últimas palabras.

Nuevo mensaje de WhatsApp de kendall♡

Te paso a buscar a las 9,trata de estar lista, vamos a un club con los chicos ,besos!

Justo lo que quería salir a una fiesta, ¿Se nota el sarcasmo, no? Bueno prefiero eso a estar sola aquí, mejor me iré a arreglar.

(...)

Vamos de camino a la fiesta, hace un frío joder y no sé cómo estas andan con vestidos tan cortos y apretados. Llegamos y había una fila enorme, parejas, muchachas solas en busca de parejas y muchachos solos en busca de una chica de una noche.

—¡Vamos! ¿Qué esperan?

Caminamos hasta donde está el guardia "Rocky" el cual nos vio y nos dejó pasar de inmediato, caminamos hasta la barra, me senté, los demás se fueron de inmediato a bailar ¿Que hago yo aquí?¿A que vengo? Simple; a beber.

1er trago

2do trago

3er trago

4to trago

5to trago

6to trago

1 botella.

1er trago

2do trago.

¿Qué horas serán? Supongo que como las 11.Me levanto a duras penas pero sin querer me tambaleé casi cayendo al suelo, si no fuera por unos brazos que me afirmaron.

—¿Que pasho aquí?—solté una risa estúpida.

—¿Estás bien?—gire mi cabeza y unos bellos y grandes ojos verdes me estaban mirando.

—¡Ay que pedos cachorro!—me río—¿Eres mi príncipe verde?—Siento mi cuerpo colgando en el aire.

—¿No será azul?—suelta una carcajada—Pues no, no lo soy—me coloca de pie—¿Andas sola?

—Más o menos.

—¿Cómo te llamas?

—Gigi—sonrío—¿y tú?

—Harry,Te llevaré a tu casa.

—¡No! Suéltame—salgo disparada para afuera—no quiero ir a mi casa, no quiero—Escucho como grita mi nombre, que siga gritando...

Comienzo a tambalearme caminando por la calle, tarareando November rain me detengo en un callejón y miro atentamente, hay un chico, un chico sentado en el suelo con una botella de ron en sus manos, de seguro está borracho, su mirada es fija hacía el suelo.

Camino como puedo hasta él y me detengo en frente, él levanta su cabeza y me mira fijamente a los ojos, ojos de un color miel intenso capaz de enamorar a cualquiera, jodidamente guapo, facciones perfectas, cabello desordenado ¿Esto es un sueño?

—¿Quién eres tú?—me dice en un tono serio y frío—¿Eres una hada, un ángel, la esposa sexy del diablo?

¿WTF?¿Y éste que se fumó?

—¿Quién eres tú? ¿Un pendejo, un súper saya yin o un adonis?—me río—¿Qué haces aquí solo?

—Que te importa—Frunce el ceño y desvía la mirada.

—Agh, idiota—murmuro.

—¿Que dijiste?—se levanta quedando en frente mío, tan cerca, es alto, no taaaan alto, pero es más alto que yo. Me fijé en su vestimenta y me di cuenta de que su vestuario era negro.

¿Y yo? Un jeans y una polera, que presentable, quizás que impresión se lleve de mí.

Já,como si me importara.

—Que eres un idiota—me acerco a su cara y nuestras respiraciones chocan.

—Qué asco ¡Hueles a alcohol!—mierda.

—Seguro tu aliento huele a rosas, estúpido—escupí.

—Deja de llamarme estúpido.

—¿O si no qué?—lo miro desafiante, su mirada me perturba, al igual que su voz.

—Te callaré la boca.

—¡Estúpido, estúpido, estúpido!—comienzo a gritar.

De repente él me agarra del brazo y me arrincona a la pared presionando su cuerpo contra el mío.

—Repítelo—mira fijamente mis labios desafiándome.

Al parecer está esperando que el corazón se me salga por la boca.

—ES-TU-PI-DO—dije separando cada palabra

Une sus labios rápidamente con los míos agarrándome de la cintura fuertemente, sin dejarme respirar, me besa como si se fuera a acabar el mundo, es excitante, es como sentir un millón de sensación, tal vez no recuerde esto mañana pero no quiero que termine.

Se separa de mí y me mira con una vista indescifrable, ¿Qué pensará? De repente tocan la bocina, me giró a mirar y es kendall y los chicos.

Camino hacia el auto dándome vuelta a mirar a aquél muchacho...moriré si no me siento en este momento. Me subo al auto y miro por la ventana al tipo el cual apoyado en la pared me mira.

—¿Quién es ese chico?—Pregunta Naomi.

—El de mis sueños.

El auto acelera rápidamente dejándome pensativa, un poco desconcertada y sin ganas de volver a mi hogar, si es que se le puede llamar así.