Cap 1

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Aqui el primer capitulo de esta historia....

Espero que les guste..y la apoyen..GRACIAS...

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            Una noche como muchas otras me toco quedarme con mi jefe en la oficina. Velázquez & Sánchez, abogados de bienes raíces. Trabajo como secretaria de Alex Velázquez, un apuesto abogado de 30 años, serio, alto, cabello negro, bronceado, ojos oscuros como la noche, labios hermosos y mi jefe. Yo, Olivia Duncan, tengo 26 años, soy secretaria hace 2 años, estudie leyes, pero mi padre se enfermo y yo me hice cargo de el y de mi borracho hermano. Además de la casa y los gastos por mis estudios, o los que había tenido.

            Al próximo día teníamos una gran reunión y estábamos retrasados con los documentos, reportes, carpetas, informes y firmas. Ya eran las 9:00 de la noche cuando Alex fue hasta mi escritorio y me pidió un café. Se le notaba cansado, también había empezado a llover y en la oficina hacia un frio que se te metía por  los huesos.

-Su café Alex.- coloque la taza en el escritorio, el me miro y sonrió.- ¿Qué?- pregunte.

-Estas cansada, se te nota. Vete yo me encargo de las carpetas. Además estas muerta de frio.- se levanto y me coloco su suéter, pasando las manos por mis hombros.- Tienes los labios purpuras del frio.

-Gracias – acomode el suéter y evite mirarle, era extraño que me tocara, nunca lo intentaba.- Las carpetas ya están casi terminadas, así que yo me encargo.- Salí de la oficina hacia mi escritorio. Me senté, pero algo sonó, como si se hubiera caído algo al suelo. Luego de un momento volví a mi trabajo.

            Malditas carpetas  al fin las termine. Me tire hacia atrás en mi asiento y me arrope con el suéter. Olía tan bien. Mire el reloj, 11:15pm, era una broma tanto tiempo había pasado. Recogí mis cosas para irme. Todo listo, camine hacia la oficina de Alex, toque la puerta, pero no contesto, abrí suavemente la puerta. Cuando me asome, Alex estaba dormido, sus brazos cruzados encima del escritorio y su cabeza encima de ellos. Estaba roncando ligeramente. Eso me hizo reír. Nunca lo había visto tan tranquilo o relajado, mucho menos lo había visto dormido.

-Alex, despierte.- le toque el hombro muy suave y solo se movió un poco y se quejo.- Ya termine, me voy.- le volví a tocar y se levanto.

-¿Qué hora es?- pregunto  arreglándose el pelo.

-11:30 de la noche.- en ese momento me di cuenta que todo en su escritorio estaba recogido.- ¿Hace cuanto termino?

-No lo sé- dijo mirando a su alrededor-¿Ya termino?- asentí y le sonreí.- ¿Por qué sonríes?

-¿Por qué se quedo si ya habías terminado?- realmente tenia curiosidad por saber. Ya me había quedado tarde antes y el nunca se había quedado.

-No te quería dejar sola a las tantas de la noche, así que me recosté.-dijo poniéndose de pie.

-¿Recostar?- le dije saliendo de la oficina.- Estaba roncando y muy profundo.- camine a mi escritorio, tome mi cartera, una carpeta para estudiarla y mi teléfono. Sabía que Alex me miraba desde la puerta de su oficina. Recordé el suéter  y me lo quite.- Gracias.- Se lo entregue.

            Caminamos hasta el estacionamiento. Ninguno de los dos dijo nada. Era un  lugar bajo techo y solo quedaban nuestros autos. El deportivo rojo fuego de Alex en el reservado y mi escarabajo amarrillo en la otra esquina. Ambos nos separamos hacia nuestros autos. Escuche un sonido extraño y me detuve, voltee para ver a Alex  y él me miraba extraño. También lo había escuchado.

-¿Qué fue eso?- pregunte mirándolo muy seria.

-Un gato, tal vez.- dijo subiendo los hombros.

-Eso no es un gato.- volvió a sonar el ruido, parecía un gato. Cuando lo logre escuchar bien lo distinguí.- No es un gato.- deje mis cosas en el suelo y me quite los tacones.

-¿Qué haces?- me miro como si fuera un extraterrestre.

 -Conozco ese sonido, no es un gato. Es un bebé.- empecé a buscar, mientras el solo me miraba.

-¡Un bebé! Estamos solos Olivia. ¿Cómo puede estar un bebé aquí.- pregunto acercándose y mirando como si estuviera loca.

- Exacto. Estamos solos y no estoy loca. Tu también lo escuchaste.- en ese momento volvió a sonar, mucho más fuerte y más claro. Ambos nos detuvimos e identificamos de donde salía el sonido, el llanto, corrimos hacia el.

En la salida del estacionamiento había unos barriles de arena, los que se usan para detener autos sin frenos. De ahí salía el llanto, intentamos mover los barriles pero eran muy pesados, demasiado pesados.

Yo vestía con un pantalón largo, negro y ajustado, una camisa rosa con un chaleco a juego. Intente trepar, pero los pantalones no me dejaban. Baje y mire a Alex, intentando mover un barril. El llanto cada vez era más fuerte. Me quite el chaleco y los pantalones. Tome impulso y subí a los barriles.

-¿Qué rayos?- pregunto sorprendido.

-No podrás moverlos.- dije haciendo equilibrio. Recordé que tenía una buena vista de mi trasero.- Si te burlas de mi después de esto. Te mato Alex.- llegue hasta el centro del grupo de barriles. Allí estaba.- ¡O por Dios!- tenía razón, dentro de un cesta había una bebé. Toda sucia, con solo un pañal puesto. – Pásame tu suéter.- le dije a Alex.

-Es una broma.- Alex subió a los barriles, llego a mi lado y me dio el suéter.- Dime que estará bien.- pregunto sosteniéndola mientras yo la calentaba con el suéter.

 -No se ve bien, tiene frio. Es muy pequeña, no debe tener ni un mes de nacida, tal vez menos. Tiene hambre.- le dije tomándola en brazos.

-Vamos a la oficina. Hay que llamar a la policía.

            Alex me ayudo hasta llegar a mis pantalones, la sostuvo mientras me los ponía, ella no dejaba de llorar. Luego corrimos hasta la oficina. La pequeña se había tranquilizado un poco, ya no tenía frio, pero seguía teniendo hambre. Intente calmar y caminaba hasta la cocina de la oficina, debíamos tener algo para quitarle el hambre. Alex estaba en la oficina llamando a la policía, sin dejar de mirarnos.

-Oficial, la encontramos en una cesta. Tiene hambre, frio  y esta sucia. – Estaba enojado. No dejaba de pasar las manos por su cabello, que ya no estaba nada peinado. Caminaba   nervioso por la oficina. - ¡Por Dios Santo! Es una bebita no entiende.- grito Alex.

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La vida de ambos cambiara de ahora en adelante. ?Que tantos cambias tendran de ahora en adelante?. ?Que secretos saldran al descubierto por la llegada de esta bebita?...

Padres NuevosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora