Capítulo 1

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Julio 24 del 3018

—¿Aun sigues pensando en ese chico?— volteo a ver a mi abuela Nati y sonrío.

—No es eso...— le digo un poco desanimada y me percato que deje de pelar las patatas. Se supone que todos los días le ayudo, bueno, al menos los días que paso aquí en Villa Verde, que es mi ciudad natal. Porque la mayor parte del tiempo resido en Montañas y Mares, ahí está la universidad en donde asisto.

—Tú debes estar más acostumbrada a vivir así, recuerda que yo viví en la época tóxica, esa que acabó con las vidas de muchos seres.

—Pero según lo que tú me has contado, mis tatarabuelos vivían en un sitio mejor a esto. — Ella sonríe y deja de lado lo que tenía que hacer. Se sienta junto a mí y  suspira.

—No seas ambiciosa— frunzo mi ceño, —esto es hermoso, ¿además cómo anhelas algo que nunca viste ni viviste?

—Tal vez no sea anhelar algo que nunca conocí, pero me molesta que todos se arrodillen ante ese chico.— Me levanto enfurruñada y coloco mis manos en mi cadera, —¿Cómo es posible que una persona de mi edad tenga tanta influencia sobre las personas mayores a él? Y lo peor es que nadie protesta ante las malas decisiones que toma.

—¿En serio eso es lo que te molesta?— pregunta con sus ojos entrecerrados.

—Pues si, eso y otras cosas...

—Cariño, tal vez dices esas cosas porque estas nerviosa, sabes que pronto él será tu mentor y también sabes la fama que tiene de estricto.

—¿Estricto?— digo a la defensiva, —es un injusto.— mi abuela sonríe.

—Valentina, recuerda que ese joven es alguien brillante, gracias a él hemos mejorado nuestra calidad de vida, también ha ayudado a descontaminar grandes extensiones de tierra para que nosotros podamos vivir mejor. Ahí esta tu respuesta a por qué todos lo "veneran". —Dice entre comillas y me abraza. —Deja de pensar en Dante, mejor disfruta hoy que es tu cumpleaños, no todos los día se cumple 21 años.

Las horas pasaron, mi familia se reunió para celebrar mi cumpleaños, pero sólo estuvieron presentes mi abuela Natividad, mis hermanos menores Víctor y Tomás, que son mellizos, mi madre Támara y mi padre Luis.
Diría que me gustaría que mis primos y tíos vinieran también, pero ellos están más emocionados por ver el nuevo Dandro que saldrá; todos esperan lo mismo, incluso mi familia, aunque no lo externen, así que acabando mi pequeña celebración se irán directo a la pantalla holografica para presenciar el suceso más comentado del año. Este gran acontecimiento que ocurre cada año es trasmitido por vía fibras de carbono ionizantes para que cada familia tenga la oportunidad de ver a detalle el nuevo diseño. Esto se da de la siguiente manera: se llega la señal de aviso a la pantalla holografica, la persona accede su código de familia y esta manda la información a la base de datos para asegurar que la información será dada a alguien confiable, después mandan la información y se presenta el holograma en tamaño real del Dandro, así nosotros podemos abrir holograficamente los compartimentos, probar las habilidades y escoger el color en que deseamos al Dandro. Y aunque mi familia sólo ha tenido un Dandro, han reunido mucho dinero en los últimos cinco años para poder comprar en esta ocasión un Human mejorado. De ahí a que estén muy entusiasmados en esta ocasión.

—¡Date prisa, Víctor, ya cantaremos el feliz cumpleaños a tu hermana!— dice mi madre y enseguida empieza a prender una veladora con el número 21. Víctor se apresura a llegar, oprime en la mesa unos número y aparece la carpeta con su música.

—Aquí esta, es la canción que quería— dice y oprime el botón. Entonces empieza la melodía.

Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños querida hermana...

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