CAPÍTULO ONCE

Magsimula sa umpisa
                                    

─Todo.

─Pues ya sabes qué hacer -asintió.

─¿Hacer qué? -pregunté- ¿Y qué va a pasar ahora? ¿Nadie piensa contarme nada?

─Escucha, Carter -me llamó Fury- Eres lista y sé que podrías enterarte por tus propios medios sobre cualquier cosa que estemos tramando -comentó, refiriéndose a mi habilidad por leer el pensamiento- Pero confía en mí y no lo hagas, es mejor que conozcas los objetivos del plan a su debido tiempo. Cualquier fallo podría acabar explotando con todo.

─Entonces, ¿qué hago?

─Lo que mejor sepas hacer -respondió- Cuidar de ti.

─Estoy confundida. Hydra sabe que estamos detrás de ellos, Hydra es Shield. ¿Qué pasará ahora, qué hacemos al respecto?

─Actuar.

─¿A qué te refieres con actuar?

─Les engañaremos de la misma forma que nos han estado ellos engañando.

No me convencían las respuestas de Fury, pero tenía que fiarme de él después de habernos salvado la vida. No e quedaba otra que aceptar resignada a permanecer callada, escuchar y esperar al momento adecuado. Hill y Fury se entretuvieron unos momentos más, explicándome que este era un cuartel secreto que solo conocíamos los tres, que Shield caería después de lo que estaba por llegar y que tendríamos que empezar de cero.

─¿Qué pasa con Steve? Él tiene que enterarse -les recordé.

─A eso vamos -contestó, levantándose.

Simplemente me dejé llevar. Todo estaba pasando demasiado rápido y no tenía tiempo a reflexionar qué estaba sucediendo exactamente y qué podía hacer al respecto. Lo único que sabía es que quería y necesitaba hacer desaparecer a cada miembro de Hydra, y si eso significaba destruir Shield y arrancar las raíces que yo misma construí durante años junto a Howard, lo haría.

Llegar a la ciudad no fue fácil, pero lo conseguimos. Hill se encargó de ocultarnos en una furgoneta blindada de alta tecnología, que nos aseguró hacernos llegar sanos y salvos al departamento de Steve, donde lo esperaríamos el tiempo que hiciese falta. Llegar con Fury e irrumpir el salón lleno de oscuridad y soledad se me hizo totalmente extraño, era como si estuviese viviendo alguna clase de alucinación, pues todo me parecía absurdo e irreal. Mi teléfono móvil estaba junto a la barra del desayuno y al encenderlo me encontré con varios mensajes de Steve avisando de su llegada a Washington. Me preguntaba, sin éxito de recibir respuesta alguna por mi parte, dónde estaba y que si me apetecía al final comida china, o ir a ver a Peggy, a Wilson o dar una vuelta por algún lado. Su desesperación se palpó en cada signo de exclamación, pero al final la bandeja de entrada se vació y ya no tenía ningún mensaje más de Steve.

Me desesperé y asusté al mismo tiempo, pues podría haberse enfadado conmigo e irse a cualquier sitio y ser capturado o herido de imprevisto. La duda de no saber cómo se encontraba me asustaba, pero Fury me había asegurado que no debía llamarlo ni mensajearle sobre la situación ya que todo estaba siendo controlado y monitoreado, al igual que nuestra conversación en esos momentos.

Hizo un gesto indicándome que estaban por todos lados, que nos controlaban y que no estábamos seguros al hablar en voz alta aquí, así que hice lo primero que se me ocurrió y puse un disco de vinilo que guardaba Steve con el volumen más alto posible.

─Tienen ojos y oídos en todas partes -susurró, sentado en una butaca, a oscuras y en apenas un siseo ilegible en sus labios.

─¿Han estado vigilando a Steve todo este tiempo?

THE WOMAN OUT OF TIME | CAPTAIN AMERICA 2 ✔Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon