Peligroso Amor

Capítulo 1: Matteo Levinton

Hola me llamo Mia Levinton, mi vida se cambio desde que mi tio, Matteo Levinton me secuestrara y me alejara de mi vida.

Se preguntarán y ¿tú familia?

Ja! A ellos no le importan que me sucede, apuesto que ni se han enterado.

- pero igual los quiero -

-  - escuché el crujir de la puerta, Matteo entró con un vaso de agua en sus manos. Lo dejo en la mesa y se sentó en la cama.

- Me quiero ir - mi voz sonó áspera, pero era normal, estuve gritando durante mucho tiempo, tratando de alguien me escuchará pero no funcionó como esperaba.

- Aún no - dijo Matteo. Lo observaba una y otra vez, pero no podía creérmelo, que mi tío me esté haciendome esto, simplemente no lo comprendía.

Matteo siempre fue alegre y cariñoso conmigo, le contaba las cosas que me pasaban en nuestras pijamas que hacíamos cuando venia a visitarme.

- Porqué... - mi voz era ronca

- Ya lo sabrás - pude ver sus ojos tristes por un momento pero rápidamente se paró y salió de allí.

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Después de dormir un rato decidí llamar a mi tío. Cuando llego le pedí que me llevará al baño.

Cuando regresé, me comenzó a amarrar otra vez. Al terminar, sentó a mi lado, se quedo alli, en silencio. Después de un momento él hablo.

- Lo siento - su voz sonó muy triste, me dolió escucharlo así, sentí que por alguna razón era mí culpa. Mis lágrimas bajaron por mi rostro sin poder contenerlas.

- Estoy bien - dije sin ningún gesto

- Mía... - al decir mi nombre embozó una pequeña sonrisa que me hizo sentir un poco mejor, cuando lo veia todos los recuerdos venian a mi mente. Se me hacia un nudo en mi garganta cada vez que recordaba las veces que me decia 《todo va a estar bien 》. Mis lágrimas indundaban mis ojos cada vez que recordaba esos momentos con él.

- Si te suelto... - suspiró un poco nervioso

- No escaparas ¿verdad? - mi corazón latio mas rápido al pensar en salir y tener la oportunidad de escapar.

- No me escapare - dije lo más serena posible, aunque por dentro estaba feliz de poder dejar de ver estas pareder color crema.

- Además - agregué para ser convincente - es imposible escapar de aqui, ya lo intenté recuerdas - dije tratando de ser convincente. Me miró unos segundos antes de comenzar a desatarme.

Cuando ya me encontraba completamente libre.

Bueno casi

Estire mis músculos, ya que la cama no era muy cómoda.

- Ven por aquí - caminó hacia la puerta de la habitación. Imaginé un hermoso paisaje al salir de esa habitación pero no. Era una casa de madera con paredes de color crema, y unos cuadros que le daban un estilo antiguo. Mi habitación era de color pastel, junto con el baño. Caminos hasta la cocina en donde vi unas botellas de medicina encima de el refrigerador, pensé que estaba enfermo pero, Matteo tenia 28 años, eso era imposible.

No quise preguntarle, asi que caminé hacia la cocina. Hacia un buen tiempo que no comia unas deliciosas salchipapas, me salían deliciosas.

No me habia dado cuenta que Matteo me observaba, cuando lo miré sentí mis cara caliente asi que trata de esconderme pero el me tomó de las manos e hizo que lo mirará a los ojos.

- Que sucede - preguntó soltando su agarre

- Na-nada - me puse un poco nerviosa.

- Que quieres comer - preguntó caminando hacia el refrigerador

El me secuestró! Como podia hablarle tan tranquila después de ¿eso?

- Lo que sea - respondí

- Te conosco Mia - aseguró

¿Me conoces?

- ¿Me conoces? - inquiri un poco molesta

- Yo pensaba lo mismo - dije con rabia, no podia hacer como si no pasará nada.

No era asi de sencillo

- Tiene un explicación - dijo Matteo, cerrando el refrigerador

- Comienza - dije mirándolo severamente

- No creó que... - lo interrumpí

- Comienza - dije

- Yo... - comenzó, pasaba su manos por su cabello repetidas veces lo que significa que estaba nervioso.

- Tu padre te iba... mandar a matar - soltó de golpe. Por un momento mi corazón dejo de latir, mi respiración cada vez mas rápida.

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PD: Matteo Levinton en multimedia

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