27. El cumpleaños de Matilda

Comenzar desde el principio
                                    

La plática entre Janina y Alexandra se pausó en cuanto les entregaron un plato con una hamburguesa y papas fritas a cada una de ellas. Comenzaron a comer y cambiaron de tema discutiendo uno nuevo acerca de algunos gustos de ambas.

—¡Max Meyer acaba de anotar en los últimos minutos! —gritó Dietrich saliendo de la casa ya que aparentemente se encontraba viendo el partido y no en la fiesta de su propia hija.

Una sonrisa se formó en los labios de Alexandra de inmediato y Janina la felicitó discretamente, pero Luisa y Laura se encargaron de alzar la voz y mencionar que allí se encontraba la esposa del goleador, todos los invitados de la fiesta aplaudieron y luego continuaron comiendo. En cuanto terminaron, Janina y Alexandra se pusieron de pie para que Lea también disfrutara de la fiesta pues, aunque aún no hablaba o sabía caminar, la pequeña deseaba tocar cada una de las cosas que había a su alrededor, como los globos, o algunas hojas de los árboles.

Lucas iba de la mano de Janina mientras que él también jugaba con los globos de helio, pero de pronto se soltó de ella y salió corriendo hacia donde un hombre se encontraba de espaldas.

—¡Abuelo! —gritó agudamente.

Janina alcanzó a divisar al pequeño, quien saltó para que el hombre lo cargara. Lucas había dicho que era su abuelo, entonces, probablemente se trataba del papá de Leon, pero no tenía la seguridad de que así fuera ya que jamás había visto alguna fotografía de él.

Alexandra se encontraba charlando con Laura, quien ahora estaba cargando a Lea, mientras que Janina se había quedado al fondo del patio observando aún la escena de Lucas.

—Janina —Luisa la llamó y colocó una mano sobre su hombro.

—¿Sí? —dijo reintegrándose a la realidad.

—Quiero presentarte a mi papá.

Luisa había adivinado sus pensamientos y por fin conocería al hombre por el cual Leon se atormentaba con sólo mencionarlo. Las dos chicas caminaron en dirección al hombre que sostenía a Lucas, era increíblemente alto, incluso un poco más que su novio, algunas canas pintaban su cabello y vestía un traje de color negro.

—Papi —Luisa lo llamó y él volteó de inmediato.

Leon y su papá tenían un gran parecido, claro que también tenía algunas facciones de Barbara pero a simple vista predominaban los de ese señor.

—Hola, hija —el hombre sonrió—. Buenas tardes —se dirigió a Janina.

—Buenas tardes —respondió ella con amabilidad.

—Papá, ella es la novia de Leon —introdujo Luisa.

El señor alzó una ceja y luego le tendió la mano.

—Konrad Goretzka.

—Janina Kiefer —se presentó tomando su mano—, mucho gusto.

La cara del padre de Leon cambió súbitamente, sus rasgos parecieron volverse más suaves y sus ojos denotaron asombro.

—¿Kiefer? —cuestionó—. ¿Eres familiar de Robert Kiefer?

Janina se sorprendió, todo indicaba que el señor Konrad conocía a su padre.

—Es mi papá.

Konrad asintió formando una sonrisa de a poco.

—Salúdalo de mi parte. Fuimos compañeros de escuela durante la infancia.

Saber aquello le dejaba una nueva incógnita a Janina. Su papá era de Frankfurt pero del de Leon no sabía absolutamente nada, apenas su nombre y recién lo conocía.

—¡Señor Konrad! —una aguda voz chilló detrás de Janina.

Ella rodó los ojos al reconocer de quien se trataba y dio unos cuantos pasos hacia atrás para tratar de evitarla

—Hola, Dani —saludó el hombre con neutralidad.

—Hacía mucho tiempo que no lo veía —dijo sobre exagerando un gusto que seguramente no sentía.

—La vida de los adultos es muy ocupada —respondió Konrad sin darle mucha importancia—, ¿ya conoces a la novia de mi hijo? —desvió la conversación repentinamente.

Una risilla quiso escaparse de los labios de Janina, no sabía si al señor Goretzka no le agradaba Daniela o realmente quería "presentársela".

—Ya tuvimos el gusto de coincidir hace poco tiempo —agregó Janina con un toque de sarcasmo.

—Desafortunadamente —dijo Daniela por lo bajo pero Janina alcanzó a escuchar.

El señor Konrad se apartó de las dos ya que Charlotte lo había llamado; Janina y Daniela quedaron frente a frente y las dos tenían el entrecejo fruncido, era obvio que ninguna de las dos se agradaban y los ojos verdes de ambas se clavaban en la otra con molestia.

—No me caes nada bien —admitió Daniela.

—Eres correspondida —respondió Janina.

Daniela cruzó los brazos y levantó su mentón con egocentrismo.

—¿Qué te vio, Leon? Digo, no tienes nada de especial —rio sola de su broma sin sentido.

—Probablemente lo que no te vio a ti —devolvió con seguridad pero pronunciando con un poco de egolatría.

La sonrisa de Daniela se borró y alzó una ceja.

—No te sientas muy confiada. Si Leon ya fue mío una vez, puede volver a serlo —dijo para retirarse de ahí y dejar la intriga sembrada.

La duda de inmediato comenzó a carcomer la cabeza de Janina; el enojo que ya sentía estaba acumulándose más en todo su cuerpo y resopló tratando de desechar esa tonta idea de ella, pero si lo que Daniela acababa de decir resultaba ser cierto, no sabía qué iba a pasar con su relación pues entonces Leon le había ocultado algo que ella consideraba importante.

—Me encanta ese vestido.

Unos brazos envolvieron la cintura de Janina por detrás, se trataba de Leon, quien recién había llegado y ella no se había percatado de ello. Él besó su mejilla y ella sonrió ante aquello pero se sentía incómoda por lo que Daniela había dicho sobre ellos dos.

—¿Ganaron? —ella dio la vuelta para encararlo.

—0 – 1; gol de Max —apuntó con la mirada a donde se encontraba su mejor amigo cargando a Lea.

—Qué bien —dijo sin mucha emoción.

Leon frunció el entrecejo de inmediato al notar que Janina no estaba feliz como normalmente se encontraba con su familia.

—¿Qué pasa? ¿Ya quieres regresar a Gelsenkirchen?

—No, pero sí quiero que hablemos en cuanto lleguemos allá —sentenció lo más calmada posible.

—De acuerdo —aseguró con firmeza.

Los dos volvieron a la fiesta y fueron a donde Laura y Matilda, ya que cantarían la canción de "feliz cumpleaños" y repartirían un pedazo de papel para todos los invitados. Posteriormente, Leon se encontró con su padre, platicaron durante algunos minutos y Janina participaba en aquella conversación de vez en cuando ya que existía una tensión profunda entre los dos, luego se despidieron debido a que debían volver a Gelsenkirchen antes de que la noche avanzara más. El camino era tenso pues ninguno de los dos intercambiaban palabras, Leon no tenía idea de qué le sucedía a su novia pero sospechaba que ocurriría una inminente discusión.

___

¡Hola, chicas!

Ya están de más todas las excusas por las cuales no actualizo y son acerca de la escuela y mi familia, siempre son las mismas... pero bueno, les vengo a decir que sólo quedan unos cuántos capítulos de esta historia, por lo cual terminará pronto :( Ya tengo una nueva historia en proceso pero no puedo asegurarles que la publicaré pronto, probablemente lo haga en cuanto tenga vacaciones de verano, aproximadamente el 23 de junio y así tendré más oportunidad de subir capítulos.

Les agradezco por estar votando y comentando en la historia, mil gracias.

¿Cuáles son tus miedos? (Leon Goretzka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora