Capítulo 22

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Luna's Pov.

— ¡Maldición! — grité cuando sentí un cuchillo ser lanzado hacia mi dirección haciendo una cortada en mi brazo.

Me sentía extraña a decir verdad, mis sentidos estaban más agudos que de costumbre, hoy había llorado bastante y por razones muy estupidas, además el clima lluvioso con nieve era muy extraño.

— ¡Luna, agáchate! — gritaron a mi espaldas, no me negué a la idea e hice lo que me pidieron sin saber bien de quien se trataba. Justo cuando me agache un cuchillo fue clavado en un tronco en mi dirección.

Me levanté nuevamente y localicé a Carlos y Zabdiel, ambos en su lado licántropo, eran cerca de quince strigois los que nos rodeaban y parecía que seguían aumentando.

Llama a tu manada.

Una voz dentro de mi habló.

Si no lo haces tú, lo haré yo.

Sin previo aviso me convertí en lobo, no porque quisiera, simplemente pasó. Les gruñí a los strigois que se nos acercaban, era inútil pelear.

En primer lugar porque nos triplicaban en número y en segundo lugar  porque no sabíamos cómo hacerlo. En un desesperado intento de librarnos del problema aullé llamando a mi manada, pero, nadie llegó.

— ¡La elegida! — gritó un strigoi. No tenía idea de que pudieran hablar —. Ven con nosotros. Hoy hay luna llena. Te ayudaremos a controlarte.

Eso explicaba mis cambios de humor y el clima. Hoy había luna llena.

— ¿Por qué lo haría? — pregunté en mis pensamientos, por alguna razón pensaba que me escucharían, pero, al parecer eso hacían.
— Porque si no lo haces, los mataremos a ellos. — respondió dentro de mi cabeza para después señalar a mi manada con una venda en los ojos y atados.

Gruñí en respuesta.

— Luna, no lo hagas nosotros estaremos bien. — dijo James intentado quitarse las sogas que lo tenían amarrados por las muñecas.
— ¡Cállate! — gritó el strigoi.

El vampiro lanzó una corriente de electricidad la cual le cayó a James y esté quedo inconsciente.

— ¡Luna! — gritó Kendall. — ¡Tienes un registro de los poderes que ya has usado, con eso puedes hacerte invisible, absorbe todos los que puedas y usa los que ya tienes como registro! 
— ¿Quieren callarse? Su voz me estresa. — el strigoi le lanzó la misma corriente que a James y él se desmayó de igual manera —. ¿Alguien más quiere quedar inconsciente? — preguntó hacia los chicos. Nadie dijo nada. Me miró —. Ven Luna. Vamos con nosotros. — me tendió la mano.
— Si voy con ustedes ¿Dejaran a mis amigos en paz? — mire al vampiro experimentado.
— Por supuesto, te doy mi palabra. — mire a los chicos.
— Esta bien iré con ustedes pero primero desatenlos. — exigí.
— ¿No confías en mi palabra elegida?
— No.
— Eres lista, Destructor tenía razón. — me miró de arriba a abajo —. Un lobo más grande que cualquier alfa, tu primera luna llena, es una pena que nadie de tus amigos sepa cómo llevarla a cabo con un híbrido, pero, espera, no solo es tu primera luna llena, también es de tu amigo. Fue mordido por un vampiro, les deseo suerte a ambos. — pude sentir su sonrisa siniestra aunque no tuviera rostro. —. Desaten a la manada. — ordenó.

Los demás strigois solo hicieron lo que les pidió, sin embargo uno de ellos les sopló en la cara asiendo que se desmayaran.

Maldije.

Entonces recordé algo que me dijo Jack cuando me contó sobre su pasado, una manera para llamar a un clan de vampiros, en todo siempre hay un alfa, no sabía si yo era su alfa, pero, no pedía nada con intentarlo.

Me convertí en humana importándome poco el estar desnuda, en algún punto tendría que acostumbrarme. Hice un lado mi lado licántropo y sentí como mis ojos cambiaron de color teniendo una nueva perspectiva, mis colmillos crecieron, se podría decir que rugí pero fue más como un gruñido, uno en verdad fuerte, tan fuerte que algunos pájaros salieron volando de los árboles en los que estaban.

— ¿llamando a tu clan? ¿Te das cuenta que solo se desmayarán al igual que tu manada no?
— Cállate. — dije con algo de dificultad por lo grande de los colmillos. Sabía que teníamos una conversación en mi mente pero ya no lo aguantaba.
—¿Por qué no lo haces por Elizabeth?—volvió a preguntar.

Al principio lo tome por sorpresa, sin embargo no tenía porque tomarlo así. A final de cuentas ella era una de ellos, no es como si no siguiera consciente de lo que pasa.

—¿C-Co-Como Sabes de ella?
—Ella es una strigoi, es muy buena en batalla. Destructor estará feliz de que te lleve con él.

Uno de los strigois me lanzó una ráfaga de hielo, la vi cuando salió de la palma de su mano y la vi dirigirse a gran velocidad hacia mi, pero no podía moverme por alguna razón y no tenía intenciones de hacerlo, no me di cuenta de las cosas hasta que sentí el golpe contra mis costillas, ya no podía seguir, ellos habían ganado. Sin embargo alguien saltó por delante de mi e hizo un escudo del mismo material. Era Bryan.

Al tenerlo ahí me di cuenta que el gruñido funcionó y el clan estaba ahí conmigo. Algo tarde, pero, espero que ellos estén bien sin mi y puedan contra ellos.

(...)

La luz se podía ver a través de mis ojos cerrados, me sentía cansada y con un gran dolor en mi costado izquierdo, mis ojos se abrieron con pereza y tenía dos rostros viéndome fijamente.

— ¡Despertó! — gritó.

Aún no sabía de quiénes se trataban, mi vista estaba borrosa y mi oído no estaba en las mejores condiciones.

Escuché pasos a lo lejos, varios en realidad y me asusté.

— Chicos, atrás, tengo que realizarle algunas pruebas. — habló otra voz.

Cerré y abrí mis ojos varías veces intentando lograr que mi vista fuera mejor, me levanté lentamente de lo que parecía ser una camilla de un hospital, ¿qué hacía en un hospital?

Al intentar sentarme el dolor se apodero de mi estómago, por la parte izquierda. Se sentía como si hubiera hecho millones de lagartijas y estaba adolorida por ello.

— Luna, Luna... tranquila, tómalo con calma. — sonrió mirándome, era José.
— ¿Qué ocurrió? ¿Dónde estoy? ¿Dónde están los strigois? ¿Cómo está mi manada? ¿Y el clan?
— Tranquila, el clan me contó todo, estas en la enfermería, cariño. El clan te trajo aquí, los strigois los dejaron ir, tu manada está bien, solo esperábamos que tu despertarás.

Asentí con algo de dolor, José me dio unos cuantos medicamentos para calmarme un poco ya que dijo que mi costilla rota sanaría, así que después de explicar todo me dejo sola con los vampiros.

— Gracias chicos, no sabía si el gruñido funcionaría, se que no soy su alfa ni nada pe...
— Luna, tú siempre has sido nuestra alfa, desde el inicio. Probablemente no lo sabías porque casi no convivimos, pero lo eres, además ya sabíamos que algo malo pasaba. Jos tuvo una visión de ti y la manada, cuando escuchamos tu gruñido ya íbamos de camino. — explicó Fredie regalándome una linda sonrisa.
— Gracias. — sonreí.
— Una cosa más... — agregó Alan
— Vamos a recuperar a tu hermana. — entró por la puerta Kendall y el resto de la manada. Mi manada.

Entonces me di cuenta que no estaba del todo sola, no estaba huérfana como lo creía, yo tenía una familia, una familia llena de lobos y vampiros en un internado en el que empezamos solo por descubrir nuevas cosas y alejarnos de otras. Tenía una familia y eran estos chicos, al final era todo lo que necesitaba.

Internado de Vampiros y Hombres Lobo [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora