Torpe

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Desperté por el sonido del molesto despertador que Cinco insistía que debía tener. Honestamente no le veía sentido, si puedo librarme de la escuela un rato no debería torturarme levantándome temprano. Suspire cansado y me revolvi en mi cama.

-Tonterias- dije adormilado mientras apagaba el dichoso aparato. Hice mi rutina de siempre para después bajar y desayunar con mis amigos, me encontré con unos hamsters que me hicieron caer pero antes de patearlos o algo Uno me grito. Insulte a los animales esos y fui a la cocina, allí se encontraban todos.

-Hola cuatro- dijo Tres mas feliz de lo normal mientras me sonreía. Me sonroje un poco mientras me sentaba en la mesa.

-¿Y hora tu?, estas mas feliz que de costumbre- pregunte como si no me importara, aunque me interesaba demasiado. Ella río y puso un mechón de su pelo detras de su oreja.

-Lo que paso es que Ace me invito a el parque, como una cita- dijo moviéndose entusiasmada. Cinco río y empujo su hombro en forma de broma.

Alto, perenme un minuto... ¡¿Una cita?!

-¿Vas a ir con ese idiota?- pregunte enojado mientras me levantaba golpeando levemente la mesa con ambas manos. Todos me miraron provocando un sonrojo en mi. Ay diosito, ¿Por que me pasa esto a mi?-. Olvidalo pues.

-Bueno, ya me voy, Ace me espera- termino su cereal y salió para ir con el chico que se había ganado todo mi odio. Quería ir por ella y decirle que la quería, aggg estúpidos sentimientos, son una tontería.

Cuando salió por completo de la casa puse la cara en la mesa mientras bufaba. ¡Donde lo vea le parto la mandarina en gajos!

-Lo odio- dije en un susurro pero los demás me oyeron, a estas alturas nada me importaba. Suspire sin mover mi cara.

-Vamos Cuatro, no te pongas celoso- Dijo Cinco jugando, pero esta vez ni siquiera me moleste en decir una excusa. Al diablo todo, que se mueran si quieren.

-Oye Güero, sabemos que te gusta- dijo Uno tomando mi cara para que lo mirará. Me sonroje y abrí la boca dispuesto a hablar pero me calló-. Y no lo niegues que aveces te escuchamos mientras duermes- ¡Alguien ya no puede tener privacidad!-. Si tanto te gusta debes luchar por ella.

-¿Y que más puedo hacer?, ese idiota sólo aleja cada vez más a Kuki de mi- dije sin animos cruzando mis brazos. He de decir que esto me baja el animo...

-Te diré algo como amigos, es por tu bien ¿Okey?- dijo Cinco. Moví la cabeza diciendo "Si" mientras ella me sonreía-. Bien... ¡ERES EL IDIOTA MAS GRANDE DE LA HISTORIA, VE Y DILE A TRES LO QUE SIENTES ANTES DE QUE ACE TE LA QUITE!- gritó como loca histérica asustandonos y haciendo que todos la miremos raro.

Aunque bueno, supongo que tiene razón. Me acomode en mi silla y sonreí seguro, yo podía.

-Tienes razón, ¡Gracias morenasa!- salí de la casa del arbol directo hacia el parque para poder decirle a Tres lo que sentía, solo esperaba que el idiota de Ace no llegará antes que yo. Me tomó un tiempo llegar aun corriendo, pero valió la pena.
Cuando llegue empecé a buscarla, fue cuestión de minutos hacerlo. La vi sola en una banca mientras jugaba con sus dedos y balanceaba sus piernas; me alegré de que no estuviera él, podía hablar con ella al menos un rato. Justo cuando di un paso llegó Ace con dos helados. Rayos.

Lo primero que se me ocurrio fue esconderme en los arbustos para que no me vieran. Ace se sentó con Kuki sonriendole como si fuera muy galán el idiota.

-Toma lindura- dijo el torpe dándole un helado a MI kuki. Apreté mis puños furioso mientras murmuraba insultos.

-Gracias Ace- dijo sonrojada. Sentí una presión en el pecho al verla. No pude evitar preguntarme si le gustaba Ace, o si estaba peleando en una batalla perdida. Pasaron un rato hablando hasta que Ace tomo la mano de Kuki.

Por Fin Juntos /Editando/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora