2.

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  -Entonces ¿estas segura de que quieres videojuegos?-le preguntó extrañado. 

-Si-dijo Leah-eso sería mas conveniente, no me gustan las cosas extravagantes-hiso una mueca rara-por lo que los videojuegos no me vendrían mal como regalo de cumpleaños-rió.

-Bien si tu lo dices-dijo mirandola raro.

¿Podía tener una novia más perfecta?
Extrañamente, amaba los videojuegos igual que a los chicos, pero ¿no era que las chicas le gustaba la ropa, maquillaje y accesorios?
Bueno eso pensaba regalarle para su cumpleaños, pero se encontró con esto.
Su novia era muy especial.

Hace media hora, estaba despierto, sólo que no se quería levantar de la cama.
Era tarde, pero eso no importaba en vacaciones.
Como siempre estaba pensando en Leah, quería verla ahora, aunque sólo la había visto unos días atrás, pero es que esa chica lo traía loco, quería estar con ella y no separarse nunca.

-Julian despierta-su madre entró a la habitación-¡Julian!-esclamó al ver que no le hacía caso.

-¿Que quieres mamá?-la miró.

-Que te levantes-miró alrededor de toda su habitación-y que ordenes un poco aquí hombre, tienes 18 años, no 15. Esto parece un basural-levantó una ropa sucia del suelo y salió por la puerta en silencio.

Solo eso le faltaba, que su madre lo regañara cuando ya no era un niño. A regañadientes de levantó y se baño, mientras pensaba en su vida. Ahora que era mayor de edad debía encontrar un trabajo, la escuela la habia terminado el año pasado, y quería tomarse un año para trabajar y juntar dinero para su universidad, casualmente si esto le resultaba, entraría a la universidad al mismo tiempo que Leah.
Debía aprovechar estos días de estar junto a ella, pronto se le acabarían las vacaciones a su novia y entraría a su ultimo año en ese internado, o instituto o lo que sea que fuera ella, y no se verían mas que los fines de semana.

-¿Entonces trabajaras?-le preguntó Diana, en el desayuno.

-Si mujer-rió-asi te ayudo un poco-su madre sonrió orgullosa ante esas palabras.

-No es necesario cariño, gasta tu dinero en ti, solo diviertete.

Se dedicó a hacer ejercicio despues del desayuno, esperando que Leah le devolviera los tantos llamados que le había hecho.
¿Donde estaría? ¿Estaba tratando de ignorarlo?
Ojala no fuera así, él no había hecho nada ¿o si?...

-Adivina a que vengo-la voz graciosa de Chino llegó hastas sus oídos.

-¿A molestarme?-se sacó la polera y tomó un poco de agua.

-No, ha invitarte a una fiesta en la playa, después de almuerzo, estará buenisima-simuló las curvas de una mujer con su manos-vamos.

-No lo creo-entró a su casa seguido de Chino-estoy llamando a Leah, para ver si salimos-Chino bufó molesto.

¿Cuando Julian había cambiado tanto? ah si, desde que conoció a Leah, se dijo asi mismo, Julian solía ser ese tipo de chico que no le interesaba mucho estar con alguien, bueno estar con alguien más de una semana, las chicas en la escuela, lo adoraban, que Julian Serrano les dijera un 'bonita', o un '¿salimos hoy?' bastaba para que las chicas saltaran de emoción, pero todo cambio en cuanto conoció a Collins.

-Julian, tienes que disfrutar hombre ¿tu crees que tu novia no sale a fiestas? claro que sí, y es por eso que tu tambien tienes que salir-lo animó.

-A Leah no le gustan las fiestas Chino-dicho esto, se dirigió hacia su habitación para cambiarse la ropa sudada.

Chino se sentó en la sala, obligado a faltar a la fiesta, no podía ir solo y no quería ir solo, tendría que aguantarse mas tarde luego del almuerzo, Julian pareció saltar de emoción al leer el mensaje de su novia.

>>Estoy en la puerta, abreme. Leah<<

Ignorando a Chino que se encontraba acostado en el sofá de la sala, cambiando los canales de la televisión, se dispuso a abrir la puerta, su hermosa castaña estaba parada frente a él.

-Mi amor-la abrazó con fuerza-te extrañé.

-Yo igual bobo-rió Leah y lo besó.

-¿Por que no me contestabas el celular?-preguntó.

-Estaba ocupada-le respondio desinteresada-lo siento mucho-acarició su mejilla- y tambien siento no poder pasar estos días contigo.

-¿A que te refieres?-se extrañó ¿que era eso de no poder pasar los días con él?

-Es que con las chicas organizamos, un ultimo viaje, antes de entrar al instituto, será muy divertido ¿no te enojas?-lo miró con esos ojos color pardo y no pudo resistirse.

-Claro que no cariño-la tomó de la cintura y la apegó a él- ¿no hay alguna despedida para mí?-susurró en su oído.

-Lo siento amor pero no-se separó de él-sólo venía avisarte-lo besó cortamente-te quiero, adios-y simplemente se fue, dejando a Julian confundido.

Cerró la puerta aún mas confundido, había esperado impaciente que Leah lo llamara, o lo visitara, para que ella viniera ¿y le dijera que no se iban a ver? ¿Esto era una broma? ¿Por que Leah estaba tan rara?

-¿Sigues queriendo estar en tu casa, mientras en la playa hay tremenda fiesta?-le preguntó Chino.

-Yo eh..-se rasco la nunca, mientras recordaba lo que le había dicho Leah -vamos-dijo al fin.

Estaba atardeciendo cuando llegaron a la fiesta, había mucha gente, esparcida en todas partes, en el mar, en la arena. Había un DJ que estaba poniendo música buenisima, y un bar playero que estaba vendiendo bebidas y alcohol.
Caminó entre la gente, hasta llegar al bar, tomaría un cerveza helada solamente ¿que estaba haciendo en esa fiesta? no conocía a nadie.

-Estupido Chino-dijo en voz baja, al ver que su amigo se estaba divirtiento con una chica, dejandolo solo. Tomó un gran sorbo de su cerveza y miró a todas partes desinteresadamente, ahí fue cuando la reconoció ¿Que hacía Leah en esa fiesta? ¿ Y que hacía abrazada con ese chico?  

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Sky.

Enamórate. (Adaptada)Where stories live. Discover now