EDUCATING A BAD GIRL | M.T [EN EDICIÓN]

Capítulo 25

- ¿Seguros que estarán bien sin mí? - Preguntó por milésima vez Nany ya apunto de subir al taxi que la llevaría al aeropuerto y tomar su vuelo hasta San francisco

- Si, Nany, no te preocupes, estaremos bien - Sonreí y ella no muy convencida asintió.

- Bien, pero si tienen algún problema me llaman ¿Está bien? - Mark y yo asentimos - Nuevamente gracias - nos abrazó por última vez - Nos vemos el domingo - se separó de nosotros y entro en el taxi - Adiós, cuídense - Dicho esto el taxi comenzó a marcharse.

- ahora si estamos completamente solos - Musito Mark en un tono que no supe descifrar haciendo que mi pulsó acelerará mientras veíamos desaparecer el taxi. - Vamos, entremos - Asentí tragando grueso.

Entramos a la vacía mansión. Un silencio incomodo reinaba entre los dos. Por mi parte yo me sentía muy nerviosa el estar sola con él por diversas razones.

- Ya es tarde – Dijo rompiendo el silencio – Es hora de cenar

- Creo que Nany no dejo nada para cenar – Comente.

- No, no lo hizo – Confirmo - ¿Qué te parece si vamos a cenar fuera? – Propuso.

- Me parece una gran idea – Conteste sonriente. Siempre y cuando no estuviéramos solos en casa todo me parecía genial.

- Entonces es una cita – Sonrió

- Genial, iré a cambiarme – Anuncie – No tardo

- Yo igual, no te preocupes – Asentí

Subí hasta mi habitación y busque en mi armario algo que ponerme. No me llevo mucho tiempo ya que era una de las compras que hice con Mark en Las vegas. Justo con la idea de una cita de incognitos.

Era una camisa blanca como centro junto con una camisa a cuadros color roja que iba desabotonada y una chaqueta de mezclilla. Un par Jeans negros junto con unas botas estilo militar con tacos color negras. Una gorra negra y un cubre bocas negro.

Al terminar baje para encontrarme con Mark en la entrada quien vestía exactamente lo mismo que yo.

- ¿Me espiaste? – Dije llamando su atención. Mark poso su vista en mí y sonrió.

- ¿y tú a mí? – Bromeo

- Tonto – Musite haciendo un puchero.

- Supuse que te pondrías lo que compraste en las vegas – Confeso.

- ¿Tan predecible soy?

- No, tan solo lo sé porque soy tu novio – Si, era mi novio. Amaba cuando esa palabra salía por su boca. - ¿Vamos? – Dijo extendiéndome su mano la cual tome en respuesta.

Con nuestras manos entrelazadas salimos hacia la cochera donde se encontraba el auto de Mark. Me abrió la puerta del copiloto y entre. Mark rodeo el auto y entro por la puerta del conductor. Y luego de ponernos los cinturones lo puso en marcha.

Durante el trayecto. Tenía mi vista en la ventana sumergida en mis pensamientos. ¿Qué iba pasar ahora que estuviéramos solos? Era muy bien sabido por todos lo que pasaba cuando un chico y una chica se quedaban solos en una casa. Y la verdad no sabía si era bueno o malo que eso llegara a pasar entre nosotros. Yo pude haber sido la chica más rebelde, yendo a fiestas y bebiendo alcohol. Pero Jamás llegue tan lejos con un chico. Increíble pero cierto. Aunque algo en mi sabía que era imposible que Mark y yo llegáramos tan lejos. Él no era esa clase de chicos. O bueno al menos que las hormonas lo cegaran.

- ¿En qué piensas? – Musito sacándome de mis pensamientos.

- E-En nada – Respondí nerviosa volteando a verlo - ¿A dónde iremos? – Pregunte cambiando de tema.

- No sé, ¿Qué te gustaría cenar? – Me dedico una sonrisa.

- ¿Pizza? – Adoraba la pizza.

- Pizza será – Mark también adoraba la pizza.

***

Llegamos a Tony's. Una pizzería famosa en la ciudad. Nos dirigimos a buscar una mesa, algo difícil he de decir ya que el lugar estaba repleto de gente y mientras lo hacíamos las personas nos miraban y murmuraban entre ellas. Entre en pánico pensé que me habían reconocido. Pero al prestar atención un poco más a lo que murmuraban, me di cuenta que hablaban de como lucíamos y que lindos nos veíamos vestidos como pareja. Sonreí ante eso.

Por fin logramos encontrar una mesa al fondo. Una mesera llego a tomar nuestra orden y luego de unos minutos de espera llego con ella. Una Pizza gigante y un par de Coca-colas.

La comida estuvo acompañada de risas y anécdotas divertidas. Amaba pasar tiempo con Mark. Había aprendido a conocerlo demasiado bien. Él era como un niño pequeño pero a la misma vez era un hombre maduro. Además que era un novio cariñoso y bueno yo igual.

- Eso fue delicioso – Exclamo al terminar su octava rebanada de pizza.

- Eres un tragón – Musite Divertida. De verdad que le encantaba comer demasiado pero aun así seguía tan flaco como un palo.

- Lo sé – Sonrió – Pero soy tu tragón – Se acercó hasta a mí y me dio un casto beso en los labios.

- ¿Te he dicho lo lindo que eres? – Dije tomando su rostro y darle otro casto beso en sus suaves y dulces labios que se habían convertido en una droga para mí.

- Tantas veces como yo a ti – Respondió entre besos.

Mark me había cambiado completamente. Antes criticaba a las parejas melosas y sentía hasta asco por ellas. Ahora yo era una de esas. Yo misma me daba diabetes cuando estaba con Mark. Pero no me importaba. Adoraba esas muestras de cariños entre ambos.

***

Luego de pagar la cuenta, salimos del lugar y subimos al auto de Mark.

- A casa – Dijo encendiendo el auto. Me tense.

- No quiero ir aun a casa – Confesé - ¿Por qué no seguimos con la cita?

- Bien – Dijo aceptando - ¿Qué quieres hacer?

- No sé - Hice un puchero tratando de pensar algo que hacer de noche.

- ¿Vamos a ver una película? – Propuso.

- Me parece genial – Sonreí. Era la primera vez que Mark y yo iríamos al cine. La idea me emocionaba.

- Hay una película de terror que he estado muriendo por verla – Comento poniendo en marcha el auto.

- ¿De terror? – Pregunte horrorizada. El asintió

¿Una película de terror? ¿Por qué tenía que ser una película de terror?

Estaba perdida.