-Por qué lo piensas?-Me removí  nerviosa.

-Mira te contaré. Cuando tu llegaste la noche anterior Damon y Elena discutieron, aunque te cueste creer él está enamorado de ella, y una pelea con Elena a él le afecta muchísimo, comienza a beber, pierde el control, es como si...-No alcanzo a terminar.

-Apagara su humanidad-Completé.

-Exacto, hoy cuando llegue a la mansión, creí que sería un caos total, pero no, la enconentré en perfecto estado y da la casualidad de que justo estabas tú-Dijo.

-Mira no sé cómo se comporta Damon habitualmente, pero con migo se comportó de maravilla, me salvo la vida 3 veces y fue muy amable con migo-Dije.

-Lo sé por eso te lo digo, Al, tú sientes algo por mi hermano?-Me preguntó.

-Voy a serte sincera, me gusta su forma de ser y físicamente no tengo de que quejarme, pero lo conozco hace tan solo 2 días no puedo sentir nada más que cariño por el-Dije sinceramente.

-Tienes razón, pero si llegas a sentir algo por él, quiero ser el primero en enterarme ok?-Dijo.

-Claro que serás el primero, creo que seremos muy buenos amigos-Dije, la verdad que Stefan me caía muy bien.

-Yo también lo creo-Dijo, ambos habíamos terminado con nuestro "desayuno".

-Quieres ir a una plaza?-Dijo una vez que salimos del Grill.

-Claro.

Fuimos caminando hasta la plaza, quedaba a unas cuadras del Grill, en ella se encontraban unos muy tentadores columpios, fui totalmente controlada por mi niña intrruor y corrí hacia allí. Una vez acomodada en uno de ellos busqué a mi acompañante con la mirada, este reía y al verme ladeo la cabeza en un claro gesto de negación, solo bastaron unos cuantos pasos para que se uniera a mi.

Así pasamos la tarde, hablamos, escuchamos música y finalmente nos encontramos en silencio, cada uno inmerso en sus pensamientos y en mi caso mirando a la nada. Hasta que a lo lejos algo logró captar mi atención, un radiante deportivo negro se dirige hacia nosotros a alta velocidad, dobla bruscamente pero a la vez pisa el freno, logrando así que el chillido de su derrape llegue a mis oídos, estacionó frente a nosotros y la puerta del conductor se abrió.

Del interior del coche baja un hombre, alto y con buen físico,  vestido con jeans ajustados, remera negra, chaqueta y botas de cuero negras a juego con sus lentes, no era nada más ni nada menos que el Salvatore mayor. Se quitó los lentes con un gesto que dejó sin aliento a cualquier chica que estuviese en los alrededores, incluyéndome.

Stefan se levanta y me observa paciente esperando a que reaccione, rápidamente me levantó y nos dirigimos a su encuentro, cuando nos encontramos a pocos metros de distancia me arroja las llaves, las cuales por acto reflejo atrapo en el aire.

-Qué se supone que hare con ellas?

-Creo que vas a querer dar una vuelta en tu nuevo carro o no?-Que!?

-Estas de broma

-Claro que no, tu carro apenas tenía 24 horas cuando lo volcamos y tengo la posibilidad de darte uno nuevo, aquí lo tienes-Dijo sonriendo.

Sin dudarlo corrí hacia él, me atrapó en el aire y comenzó a girar.

-No se ni como agradecerte, significa mucho para mi, más allá de lo material, pudiste a verme comprado un coche viejo y te puedo asegurar que esta sería mi reacción de igual manera- Puse mis pies sobre el suelo.

-Lo sé, pero piénsalo de esta forma, no tienes que agradecerme nada, esta es mi manera de agradecerte a ti- Respondió inclinándose hacia mí como si fuese a contar un gran secreto.

Estaba a punto de preguntar por qué estaba agradeciendome pero se me adelantó.

-A que esperas, ve a probar tu coche.

No puse resistencia alguna, los tres nos montamos en el coche, Damon de copiloto, Stef en la parte trasera y yo de piloto.

Encendí el coche y deje unos segundos para deleitarme con el rugir del motor.

-Hermanito yo que tú me agarro fuerte, estamos frente a una desquiciada al volante-Damon, me miro, giré mi cara mirándolo y le sonreí maliciosamente.

Aceleré el auto, gire en la esquina haciendo que las ruedas chillaran, unas cuadras más adelante frenético en seco.

-Imagino que no dejaras a tu pequeño aquí abandonado?-Me dirigí a Stefan.

Sonrió y bajo del coche para luego montarse en el suyo, no espere a que lo encendiera y tomé la ruta que llevaba directo a la mansión, a lo que era una calle con curvas no muy cerradas no dude en llevarlo a fondo. Pero algo o mejor dicho alguien impidió que lo hiciese, en el carril de mi derecha se encontraba Stefan acelerando su coche, claramente tentandome a una carrera.

Sonreí, era hora de recordar los viejos tiempos.

-Yo que tu me sujeto fuerte cariño-Miré a Damon y aceleré dos veces el coche, a la tercera nuestras ruedas chillaron, provocando que ka adrenalina se apoderara de mi cuerpo, una adrenalina que solo se experimenta cuando sientes el ruido de un motor, viajas a alta velocidad y tú eres la que tiene el control.

Tomamos varias curvas, fuimos a todo lo que daba, divisé la mansión Salvatore y entré en el aparcamiento, con ayuda del freno de mano provoqué un trompo de tres vueltas y lo deje perfectamente aparcado.

Bajé del coche y me posicioné frente a los hermanos, serán más rápidos que yo a la hora de moverse, pero nunca me superarían encontrándose detrás de un volante.

-Te han pateado el trasero hermanito-Comentó Damon con una sonrisa, se podría decir que con un poco de orgullo.

-Nadie supera a un Michaels al volante-Sonreí.

-Ya veo... creo que alguien merece un premio no Damon?-Ambos se miraron y luego a mi con una sonrisa maliciosa, ni siquiera pude dar dos pasos cuando ya  estaba de espalda al piso con ambos sobre mi haciéndome cosquillas.

-Mmaldita-desquiciada-Dijo Damon mientras yo colapsaba por tantas cosquillas.

-Ba-basta, chi-chicos, no puedo, res-pirar-Dije riéndome.

Ellos dejaron de hacerme cosquillas y yo cerré los ojos tratando de normalizar mi respiración, demoré un poco más de lo necesario, entreabrí un ojo y vi que estaban preocupados, cuando se fueron a acercar a mí me lance sobre ellos, comencé a golpearlos y a provocarles  cosquillas. Le quite las llaves a Stefan, salí corriendo, entre a la mansión y tranque la puerta.

Sentí ruidos adentro de la casa, decidí abrir la puerta y salir, los chicos se estaban acercando a la entrada.

-Creo que alguien está...

-Cuidado!-Gritaron.

Volteé rápidamente.

Oh mierda.

My Only OptionWhere stories live. Discover now