El juego del destino

2. recriminaciones

Kingsley se levantó y se dirigió rumbo a la salida sin decir una sola palabra a quienes todavia incredulos veian a uno y otro lado esperando que alguien les dijera que todo esto era solo una broma de mal gusto.

Narcisa de reojo lo vio acercarse y con un ligero movimiento de cabeza agradeció la sentencia, con suma discreción Kingsley se acercó a ella y casi en un susurro le dijo - hazle entender que tiene que aprovechar la oportunidad que se le esta dando, que no la desperdicie - pauso con una leve exhalación para continuar - cuidate, no dudes en enviarme una lechuza si necesitas algo y no te preocupes por Draco, él estará bien - vió al chico que seguía como en shock y sin decir más salió rumbo a su oficina, mientras aurores rodeaban a Lucius para escoltarlo hasta su mansión.

Narcisa concentro toda su atención en su hijo quien seguía tratando de asimilar lo ocurrido, Blaise estaba a su lado hablandole pero era como si no lo escuchara, cual si saliera de un sueño giro la cabeza y vió a Pansy hablando con Theodoro Nott.

Al percatarse la chica de la mirada de Draco hizo una seña con la mano que Nott entendió de inmediato volteando a ver a su amigo. Ambos se acercaron tranquilamente hasta él siendo Pansy quien se puso en cunclillas frente a Draco y le tomó la cara con ambas manos obligandolo a verla a los ojos. Empezó a hablar pero él tardo todavia un poco màs en poder escucharla.

- ¿que? - dijo aturdido, pero al ver a su amiga cayo en la realidad de donde se encontraba y que había pasado.

- ¡bienvenido hermano! - giro para encontrar los azules ojos de Theodoro quien le sonreia abiertamente - ya nos estabas asustando.

- yo....yo.... - de pronto levanto la cabeza buscando a alguien, todos supieron de quien se trataba cuando sus ojos grises quedaron fijos en la chica del cabello castaño que salía de la sala del juicio acompañada por sus dos inegables y eternos acompañantes: Potter y Weasley. No logro verla bien, sin embargo alcanzó a notar que ellos eran quienes la llevaban mientras ella caminaba con la vista totalmente perdida.

- si - rompió el contacto para fijar su vista ahora hacía su amiga. Noto que habia llorado, sus mejillas aún se encontraban húmedas y sus ojos acuosos pero su voz se escuchaba serena - también esta impactada por la noticia.

- pero...

- Draco - ahora era su madre la que le hablaba con un suave tono de voz para tratar de tranquilizarlo - no ha pasado nada malo hijo, todo va a estar bien.

- ¿mi padre? - pregunto saliendo del trance y buscandolo con la mirada por todo el lugar - ¿donde esta mi padre?

- lo han llevado a la mansión, ya nos debe estar esperando allá

- ¿que va a pasar ahora?, ¿que...

- amigo - le interrumpió Blaise entendiendo que Draco, por mucho, no se encontraba en su mejor momento- como bien dijo tu madre esto no es tan malo, en verdad

- ¿es que tú no escuchaste la sentencia? - dijo de pronto reaccionando con irritación y elevando el tono de voz

- ¡pero tu padre esta libre, no pisará Azkaban ni le pasará nada peor! - dijo Nott, mientras Narcisa sentia que los ojos la traicionaban queriendo escapar de ellos algunas lágrimas.

- ¿PERO QUE NO ESCUCHASTE LA SENTENCIA? - era como si nadie viera lo que para él estaba más que claro. Como si lo estuvieran condenando a muerte a cambio de la libertad de su padre.

- Draco, por favor - una vez más Pansy tomaba su cara volviendolo a forzar a mirarla - todos escuchamos las condiciones que pusieron, todos estamos concientes de lo que va a costar la libertad de tu padre - suspiro profundo - y de corazón espero que él valore y entienda que esta oportunidad que le estan brindado no es gratis y va a ser gracias a ti - los ojos de la chica se llenaron de ternura hacia su amigo mientras acariciaba su mejilla con infinito cariño - Merlín no hace las cosas solo porque si y estoy segura que te va a recompensar con creces - suspiro profundo para darse valor y continuar - Granger no es mala y tu lo sabes bien, solo deben darse una oportunidad para conocerse y tratarse un poco màs y puede ser que funcione - Draco no contestó, su mirada quedo fija, sin expresión - no estas solo, nosotros nunca te dejaremos - sonrió tratando de darle animos - todos estamos contigo y verás como pronto, después de todo, algo bueno saldrá de todo esto.