Por eso la amo tanto.

-Muchas gracias, dile a los chicos que cuando nos vean hagan como si fuera una casualidad. Se los agradecería con toda mi alma.

_____.

Sin ella y Sav, no sabría qué hacer. Son las mejores.

-Claro, nos vemos.

Delly.

Bloqueé el celular y seguí como si nada. Romeo veía una serie, Ross conducía y yo veía como las cosas pasaban por la ventana.

Al poco tiempo después llegamos. En el estacionamiento distingui el auto de Riker y Ellington. Ross no los vio.

Entramos a la plaza. Yo los buscaba sigilosamente, hasta que Romeo los vio antes.

-¡Tíos! -gritó el pequeño, llamando la atención de Ross y mía. Vimos al frente y ahí estaban todos incluyendo a Savannah.- ¿Qué hacen aquí? -preguntó emocionado. Rydel lo cargó.

-Venimos a comprar nuestros disfraces. -dijo Riker.

-Que coincidencia. -dijo Ross tranquilo.- Igual venimos a ver nuestros disfraces.

-Que bien, entonces vamos. -dijo Rydel.

Todos comenzaron a caminar, ahora Ross llevaba a Romeo de la mano. Los chicos iban al frente y Rydel junto con Savannah a mis costados.

-¿Nos dirás qué sucede? -preguntó en susurro Sav.

-Mmm.

-_____.-advirtió Rydel.

-Tranquilas, les prometo que mañana TODOS sabrán la verdad. -les dije.

-Está bien. -dijeron a la vez. Sonreí en agradecimiento.

-¿De qué piensan disfrazarse? -preguntó Rydel en general.

Yo no tenía ni la más mínima idea. Todos nos miramos y Riker fue el único en hablar.

-Bueno Sav y yo, ya pensamos en nuestros disfraces. -dijo Riker.

-Y yo igual ya pensé en el mio. -dijo Rocky.

-¿Que tienen en mente? -pregunté.

-Él será Jack Sparrow -dijo Sav, señalando a Riker.- Y yo seré Angélica Teach.

Todos sonreímos y asentimos.

-¿Y tu, Rockoso? -le dije.

-Seré Will Turner. -respondió. Sonreímos y asentimos.

-Bien, nosotros no tenemos pensado en nada. -dijo Ross abrazándome. Lo cual me sorprendió.

-Nosotros ya. -habló Rydel, refiriéndose a ella y Rat.- Yo seré Daenerys Targaryen, madre de los dragones y Rat será mi pequeño dragón. -beso su mejilla.

-Yo igual ya lo tengo. -dijo Ryland.- Seré Edward Cullen. -los chicos rieron.

-Dejenlo, se verá guapo siendo un Cullen. -les dije.

-Exacto. -apoyaron las chicas.

Después de un rato, entramos a varias tiendas de disfraces.
Ross se veía un poco más relajado.

-¿De que te gustaría disfrazarte? -le pregunté a Romeo mientras me agachaba para quedar a su altura.
Lo pensó por unos segundos.

Miro un traje que estaba detrás de mí, giré a verlo y sonreí.

-¿Ese? -asintió.- Muy bien, este año usted será mi querido Romeo Bros. -besé su frente.

Ya tenía el disfraz de Romeo y todos tenían el suyo, sólo quedábamos Ross y yo.
Mientras yo seguía viendo los disfraces, Romeo jugaba con los chicos.

¿Qué me pondré? Se repetía en mi cabeza.

Unas manos tomaron mis caderas haciéndome dar un pequeño brinco de la sorpresa.

-¿Qué nos pondremos, mi amor? -preguntó Ross. Raro pero tierno.

-No sé... ¿Qué se te ocurre? -lo pensó unos segundos. Lo he dicho, son padre e hijo.

-¿Qué le parece que esa noche usted sea mi Señora Joker? -amo ese personaje.

-¿Y usted sería mi Señor Joker? -le pregunté.

-Of course! -reí.

-Pues no se diga más, vamos a buscarlos. -reímos.

Después de un rato más comprando maquillaje, accesorios y eso. Terminamos algo agotados.
Nos llevamos la mayor parte de la tarde. Tenía hambre.

-Oigan, ¿Y si compramos pizza, entre todos? -propuso Rocky.

-Secundo a Rocky. -dije.

-Tercero. -habló Ross.

-Bien. Entonces compremos pizza. -habló Riker.

Todos pusimos dinero para las pizzas, comimos ahí mismo y al final nos despedimos. Riker iría en su auto con Rocky a dejar a Ryland y a Savannah a sus casas y Ellington iría con Rydel directo a su departamento.

Romeo ya se había dormido.

Guardamos todo en la cajuela y subimos al auto, Ross lo puso en marcha y en segundos ya estábamos camino a casa.

Al llegar Ross llevó a Romeo a su habitación y le dije que le pusiera su pijama. Mientras yo bajaba las bolsas y cerraba el garaje.

Subí las cosas a la habitación y me metí a dar una ducha. Cuando salí de la ducha, me puse la ropa interior y mi bata de baño.
Me quedé frente al espejo observándome un largo rato y no notaba algún cambio en mi.

Ross entró al baño y me saco de mi trance, amarré la bata y salí a vestirme. Ross se quedó dándose una ducha.

Me puse mi pijama y Ross como cada noche se quedó en boxer.
Cuando ya estábamos relajados y acostados en la cama.

-¿Te enojaste conmigo en la tarde, cuando me preguntaste que tenía? -le pregunté tímida.

-Un poco, es que me molestó un poco que no me tuvieras confianza para contarme lo que tienes. -respondió.- Pero ya pasó.

-No es que no te tenga confianza pero... pronto te lo contaré, recuerda, todo a su tiempo. -sonrió y me besó.

-Que descanses, preciosa. -dijo.

-Igualmente, amor. -sonreí.

Las luces se apagaron y todo quedó en silencio.

Tengamos Una Vida Juntos [Ross Lynch & Tú]Where stories live. Discover now