Debe ser imposible

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//Kageyama Tobio//





Hinata siguió a Kageyama durante el receso. El azabache actuaba raro ya hace unos días; hablaba menos que de costumbre y apenas le importaban las estupideces que decía, ¡ni siquiera se peleaba con Tsukishima! Y eso, bueno, era un problema.


A diferencia de sus superiores, el enano no pensaba que Kageyama de pronto "había entendido", por favor, no funciona así. Le pasaba algo distinto. Demasiado distinto. Algo de lo que se dio cuenta al cuarto día de seguirlo por Karasuno, en ese receso.


El de ojos azules bebía de su caja de jugo en silencio, dando miradas furtivas y feroces a los pasillos (la verdad, daba miedo), como si esperara a que algo sucediera.


Algo o alguien.



Como todos los días, ella pasaba por ahí de regreso a su salón, ya que tenía amigas de segundo año con la que siempre pasaba los recesos, a pesar de ser una estudiante de primero.


La chica que atraía las miradas de Kageyama era preciosa. No llamaba la atención de todos, no era conocida en el instituto, algunos de segundo la conocían porque ahí estaba en sus ratos libres, pero nada más.


Y aun así, Kageyama Tobio pensaba que era fabulosa.


La forma en que se recogía el cabello y lo sujetaba con un lápiz (por no tener moños a la mano), como se tallaba los ojos en las mañanas, su voz pidiendo disculpas al llegar tarde al salón, ¡la sonrisa inocente con la que pedía la entrada!; como si no hubiese cometido una falta. También adoraba sus ojos brillantes, su manera de parpadear, sus mejillas rosadas por vergüenza, como intentaba sonar profesional durante las exposiciones, las casi imperceptibles marquitas que decoraban sus mejillas... Tobio estaba seguro de que podría encontrar constelaciones si es que se acercaba lo suficiente y unía sus pecas y lunares...



—¿Así que esto haces? ¿Odias a ___(TA), en silencio? —preguntó el pelirrojo, apareciendo a espaldas de Tobio. El aludido se estremeció y se quedó congelado. ¿Y ahora qué hacía?

—No la "odio en silencio". —Kageyama estaba nervioso, claro que solo por dentro (o eso le gustaba pensar). No volteó hacia Hinata—. Yo solo... Eh...

—¿Te quedas aquí y la miras con ojos de asesino serial?

—¡Qué no, imbécil!

—¡Pero eso hacías, justo ahora!

—¡Silencio! —el pelinegro se escondió tras el muro y arrastró al pequeño también. ___(Tn) seguía en el pasillo cercano y el pelirrojo no tenía ninguna intención de ser discreto.

—Mira, idiota, no la odio; punto. ¿Está claro? —sonaba más serio que de costumbre y ahí, Hinata comprendió. Tomo aire por la boca de forma exagerada a modo de expresar su sorpresa.

—Te gusta —dijo de forma casi inaudible—. Te gusta ____(TA) ___(Tn)


Tobio por poco y se va de espaldas. Suerte que el muro lo sujetaba.

[Haikyuu!! x Reader] One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora