1.- Gris

20K 798 44
                                    

"El primer requisito de la inmortalidad es la muerte"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"El primer requisito de la inmortalidad es la muerte"

Rosalie POV

VANCOUVER

-¡Emmett, pronto lloverá y si mis hermosos zapatos, edición limitada de Manolo Blahnik se estropean juro que lo pagaras, solo deja de jugar con el maldito oso!- ¿Había mencionado antes que Emmett era como un niño pequeño? Creo que si; muchas veces.

Mientras Emmett terminaba con su intento de lucha con un oso que no podía defenderse de su fuerza, no pude evitar pensar en cuanto lo amaba, era realmente afortunada de encontrar a alguien como el, que el me quisiera a pesar de mi egocentrismo, el jamás me abandonaría.

Y a pesar de que Emmett ocupaba gran parte de mi corazón, aun había una parte en mí que siempre me recordaba a Vera, mi amiga, y a su familia; al hecho de que yo jamás seria llamada "Mama" por nadie, con solo pensarlo me sentía el ser más despreciable de la tierra.

-Ya termine Rose, ¿Verdad que no me tarde cariño?- Dijo Emmett dándome una sonrisa con la que se le formaron dos hoyuelos, no había duda el era el amor de mi existencia.

-Si, solo un poco Em.-Dije y me acerque para besarlo con la pasión que siempre nos caracteriza.

Nos levantamos y nos disponíamos a irnos cuando de pronto y grito desgarrador rompió la quietud y el silencio del bosque.

-Ese grito es de un humano- me dijo Emmett, mirando al lado opuesto de donde nos dirigíamos.

-Es muy agudo, es de una mujer, pero es demasiado agudo, o una de dos o así es su tono de voz o es de...-mis palabras se quedaron atrapadas en mi garganta en cuanto yo misma considere las opciones-...¡¡de una niña!!

Mis pies se movieron incluso antes de considerarlo, algo me decía que debía correr, era como si ese grito me llamara cada vez más y más fuerte, corrí como nunca había corrido, sintiendo desesperación con cada grito.

En cuanto llegamos al lugar de donde procedían los gritos, lo cual solo nos llevo unos segundos, nos detuvimos en seco ante la escena que se nos presentaba.

Un enorme oso negro tenia enterradas su afiladas garras en el estomago de una joven, una niña, yo calculaba que tendría entre 11 o 12 años, había sangre por todas partes y olor era delicioso.

Pero a pesar del olor yo no deseaba matar a la niña, deseaba matar al despreciable oso negro, algo en la escena disparo mis instintos homicidas.

El oso saco sus garras del estomago de la niña y arrojo su pequeño cuerpo un par de metros cerca de nosotros y de inmediato se prepara para comérsela. Cuando estuve a punto de lanzarme contra el oso, Emmett ya lo tenia sujeto por el cuello rompiéndolo sin mucho esfuerzo.

Mientras Emmett se encargaba del oso yo me acerque a la niña, que respiraba cada vez con más dificultad. La tome por la espalda y la recargue en mis piernas.

Al verla bien por primera vez sentí un escalofrió recorrerme el cuerpo, a pesar de que la sangre y la tierra cubrían su rostro era de una belleza sorprendente, su piel era muy blanca, pálida como la de nosotros, sus ojos eran de un hermoso gris y su cabello caía a la cintura con hermosos rizos color negro, como.... Emmett.


Esta niña era muy parecida a nosotros, como si fuera nuestra......HIJA.

Emmett se acerco a mí y observo a la niña, cuyo corazón nos indicaba que su vida pronto terminaría.

-Es muy bonita, casi tan hermosa como tu- me dijo un poco sorprendido.

-Y también a ti- le respondí.

-Hay una cueva por aquí cerca, tal vez podamos estar con ella en sus últimos momentos, ¿Qué opinas Rose?- Me pregunto Emmett sacando a la niña de mis brazos, de inmediato extrañe el calor cerca de mi.

-Si Emmett, ella no merece morir sola.- Sin saber por que acerque mis labios a la frente de la niña, ignorando por completo la sangre que aun cubría el resto de su cuerpo. De algo estaba segura, yo jamás lastimaría a esta pequeña.

-Ma...maa- dijo la niña sorprendiéndome; en su cara se formo una débil sonrisa, marcando un par de hoyuelos, otra vez, como Emmett.

El también los vio, ya que sonrió y también la beso pero en la mejilla.

Y la pequeñita quedo inconsciente

Y la pequeñita quedo inconsciente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Mi Hija Rosalie Hale y Emmet Cullen  #PremiosPluma2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora